.
Primera y Contraportada
Editorial
Opinión
El Correo Ilustrado
Política
Economía
Mundo
Estados
Capital
Sociedad y Justicia
Cultura
Espectáculos
Deportes
CineGuía
Lunes en la Ciencia
Suplementos
Perfiles
Fotografía
Cartones
La Jornada en tu PALM
La Jornada de Oriente
La Jornada Morelos
Librería
Correo Electrónico
Búsquedas
C U L T U R A
..

México D.F. Viernes 8 de agosto de 2003

José Cueli

El último eclipse

La mujer sola y libre en la isla caribeña se acelera al galope de sus venas y remata como que si, como que no, en el encuentro cuerpo a cuerpo con el hombre que acaba de conocer. La pareja preludia recia sinfonía. Pasos de danzas, el herraje choca en la pista de un horizonte infinito. Una delirante fantasía de solución a la relación hombre-mujer; sólo fugacidad del instante.

Todo esto magistralmente musicalizado a ritmo de valses del emperador por Gabriel García Márquez en su cuento El último eclipse, que se publicó en el periódico español El País (25/V/2003).

Una solución que parte de la danza como unión de los opuestos, ya ensayada por Miguel de Cervantes Saavedra en El Quijote y en el Rufián viudo. šOh, qué desmayar de brazosš šOh, qué huir y juntar! šOh, qué buenos laberintos donde hay que salir y entrar! Golpes de ruptura en Cervantes, golpes de pluma en García Márquez, que subyagan por su facilidad para deslizar el instinto en la ternura.

"Así, 'ella' echaba humo por los senos agitados como alas. El instinto se sentía, la cadera trepidaba, se ensanchaba y crujía a su impulso al fondo del fuego que avivaba la marca territorial de 'él' sobre sus muslos. El hierro caliente la rozaba y golpeaba en un canto a ritmo de vals, y desdibujaba el martillo del choque -golpes de yunque en la fragua-''.

El férreo crujido parece una nota confundida y ''ella'', ida, danza y danza, como una pluma despidiendo perfume de mujer con el material ígneo de los senos y muslos donde se forjan la vida y la muerte.

''Ella'' paría hogueras y crepitaba ritmos, y "él", conquistador iluso, era conquistado, a pesar del asombro que le producía "la maestría de mago de salón con que la desnudaba pieza por pieza, casi hilo por hilo, con la punta de los dedos y sin tocarla apenas, como deshollejando una cebolla. Con la primera embestida del minotauro, ella se sintió morir por el dolor, con una humillación atroz de gallina descuartizada". Placer inconmensurable de la fuerza bruta subyugada por la ternura.

Tres años después de aquella noche inolvidable, ella que no lo volvió a ver, lo reconoció en la televisión, solicitado por los servicios policiacos por estafador y proxeneta de viudas alegres y solitarias y probable asesino de dos de ellas.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año
La Jornada
en tu palm
La Jornada
Coordinación de Sistemas
Av. Cuauhtémoc 1236
Col. Santa Cruz Atoyac
delegación Benito Juárez
México D.F. C.P. 03310
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Email
La Jornada
Coordinación de Publicidad
Av. Cuauhtémoc 1236 Col. Santa Cruz Atoyac
México D.F. C.P. 03310

Informes y Ventas:
Teléfonos (55) 91 83 03 00 y 91 83 04 00
Extensiones 4445 y 4110
Email