Los vitorearon en el aeropuerto capitalino

Regresan los primeros medallistas de los JP

ABRIL DEL RIO

Alrededor de 40 deportistas y entrenadores llegaron anoche a esta ciudad con la primera cosecha de preseas de los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2003.

Entre aplausos con que los esperaban su familiares, los bolichistas, que abrieron el medallero de doradas para México, fueron los únicos laureados en el aeropuerto capitalino.

Y es que la mayoría de atletas de otras disciplinas que también lucían sus preseas en el pecho no era la primera vez que asistían a un justa continental. Los Panamericanos les significó sólo un paso importante de cara al siguiente objetivo; sus campeonatos mundiales, que en el caso de los bolichistas se disputará en septiembre, en Malasia.

Emocionados, Adriana Pérez Navarro, así como Daniel Falconi y Marcos Baeza, que obtuvieron los primeros títulos en los bolos, no pudieron evitar las lágrimas ante el vitoreo y al enterarse que Ana Guevara expresó en Santo Domingo su admiración y los calificó como los inspiradores para el resto de la delegación.

Los marchistas Bernardo Segura y Rosario Sánchez, y los fondistas David Galván y Nora Leticia Rocha en 5 mil metros, se dijeron satisfechos con el segundo lugar en sus respectivas pruebas.

"Fue una competencia muy difícil y estaría enfadado si hubiera perdido frente a un cualquiera, pero Jefferson Pérez (Ecuador) es uno de los mejores atletas de los últimos tiempos", expresó Segura, director del Instituto del Deporte del Distrito Federal, quien se dijo seguro de mejorar su nivel en el Campeonato Mundial de París en la prueba de 20 kilómetros.

"Estoy contento porque me ratifiqué como el mejor mexicano y de hoy en adelante sé que Jefferson podrá ganar una y yo otra, pero me mantendré en la lucha", agregó.

David Galván, quien no traía la plata al cuello porque el comité organizador de los juegos no la tenía disponible al momento de su premiación, lamentó el caos logístico del certamen, pero se manifestó contento por haber superado las vicisitudes, el clima, los cambios repentinos de programación y una baja física por gripe, para finalmente subir al podio de los 5 mil metros, prueba en la que buscará una buena actuación en París.

Con más sigilo llegó parte del equipo de gimnasia en el que no venía Brenda Magaña que con plata en la prueba de piso y bronce en salto es la primera exponente mexicana de la especialidad que sube el podio en la historia de los Panamericanos.

La jalisciense se trasladó desde el miércoles a Texas, donde entrena, a esperar que en 10 días se inicie en Anaheim el Campeonato Mundial, justa de mayor trascendencia, pues allí buscará un boleto para los Juegos Olímpicos de Atenas 2004.

Contrariado, aunque ya empezando a resignarse, el entrenador José Antonio Martínez Barraza recordó la caída que durante una práctica sufrió su pupila más avanzada, la regiomontana Cristina Lozoya, quien quedó impedida de participar en el all around.

"Lo importante es haber roto el ayuno de triunfos en este deporte y eso hay que reconocérselo a Brenda", comentó el técnico.