| México D.F. Jueves 26 de junio de 2003
CIUDAD PERDIDA
Miguel Angel Velázquez
PRD: campaña más de marketing que de ideas
SIN NINGUN empacho, como sintiéndose dueños de los dineros, que desde luego son de los contribuyentes, algunos personajes eclipsados del PRD nacional presumen de haber pagado a la más fuerte empresa de televisión en México hasta 30 millones de pesos por la campaña perredista rumbo a las próximas elecciones.
PERO SI alguien supone que esto es lo peor, lea bien la razón de por qué esta organización de "izquierda" se anuncia en la televisora. El dirigente lo dice sin muchos rodeos: "la televisora nos hará ganar".
EL PERSONAJE, que es parte de una de las cuotas que el PRD tiene que pagar con puestos burocráticos a cada una de las tribus que lo conforman, hace entender a quien lo escucha que no se trata de ideas, ni de conceptos, y ni siquiera de candidatos. El militante de la izquierda sabe sin errar que su partido se convirtió en un objeto en venta.
POR ELLO seguramente habla de publicitar y deja lejos, muy lejos la idea de divulgar conceptos. No se trata de hacer política, sino de anunciar un producto, de mantener una oferta que la gente, en este caso los electores, quieran comprar, y para eso qué mejor vehículo que la televisión.
NO SON palos de ciego; por el contrario, el funcionario partidista sabe perfectamente que el producto que vende lleva un sello y esa marca es ganadora, por eso su estrategia se monta en la idea de publicitarlo, nada más.
YA FALTA muy poco para que los electores tengan que escoger entre las ofertas que publicita la televisión y, a decir verdad, la del PRD es bastante mala, entonces si ahí se estuviera dando la verdadera contienda por el poder político, los 30 millones de pesos de que tanto hace gala el funcionario habrán servido para nada.
DE CUALQUIER forma resulta muy interesante para la gente establecer una razón de izquierda que sustentara el gasto de los perredistas en la oferta-venta de candidatos. Por el contrario, se hacen comparaciones que van bastante en contra de ese partido porque la gente sabe, y lo sabe bien, que el gasto que se hace es con el dinero de sus impuestos, no con las cuotas de la militancia.
ES DECIR, la gente compra hasta dos veces a los candidatos de su elección: una, cuando sus impuestos son colocados en las arcas de los partidos políticos, y otra más cuando con su propio dinero se les vende un producto vacío y con su voto hace que al triunfar el mismo organismo político aumente los fondos de publicidad que servirán para que en las próximas elecciones los votantes sean sujetos una nueva campaña de publicidad con el mismo producto.
EN EL PRD capitalino existe, eso se dice, la intención de plantear un proyecto de ley que adelgace los órganos electorales porque, señala, allí se cobran salarios excesivos. No estaría mal que el mismo partido, aunque sea como local, tratara, para ser justos, de evitar que tanto dinero se vaya casi absolutamente hacia la publicidad de productos electoreros que tanto le mueven la campanilla al personaje que presume de cómo se gasta el dinero de los electores.
DEBE SER digno de orgullo para ese tipo de perredistas saber que se ha perdido la idea, que no existen propuestas de fondo (cuando menos no se dan a conocer) y que aquellos tiempos en los que se defendían los principios, afortunadamente para ellos, ya no existen. Viva la modernidad.
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