La principal ruta de la yerba

El 21 regimiento de caballería motorizada con sede en Nuevo Laredo, Tamaulipas, actúa en una de las rutas más importantes de tráfico de mariguana hacia Estados Unidos. Ahí concentra su zona de influencia el cártel del Golfo, dirigido por Osiel Cárdenas Guillén hasta su reciente detención.

El regimiento destinaba en 2001 -cuando fue arrestado su comandante, general Ricardo Martínez Perea, por nexos con el narcotráfico- 45 por ciento de su personal (entre 230 y 250 efectivos) para vigilar más de 240 kilómetros de la franja fronteriza México-Estados Unidos, brechas y caminos secundarios.

A mediados de abril de 2001, en la misma zona fue detenido -dos semanas antes de la aprehensión de Martínez Perea y personal a su cargo- Gilberto García Mena, El June, en su domicilio particular de Guardados de Abajo, poblado cercano a Miguel Alemán, Tamaulipas.

De acuerdo con altos mandos del Ejército, en esa zona es común que la mayoría de los aseguramientos de droga sean "por hallazgo", es decir, que se encuentren paquetes escondidos cerca del río Bravo o que son abandonados por los narcotraficantes cuando se ven descubiertos por los soldados.

De acuerdo con la Directiva Azteca IV, la Defensa Nacional tiene ubicadas tres rutas de narcotráfico que cruzan la Sexta Región Militar, con sede en Monterrey, Nuevo León -de la que forma parte el 21 Regimiento de Caballería Motorizada-, rumbo a Estados Unidos:

La que nace con el cultivo de droga en Guerrero pasa por Morelos, Distrito Federal; Hidalgo; Ciudad Valles, San Luis Potosí; Ciudad Mante, Ciudad Victoria, Linares y Miguel Alemán, Tamaulipas.

La droga que se cultiva en Michoacán pasa por Guanajuato hasta Matehuala, San Luis Potosí, y Monterrey rumbo al puente fronterizo de Colombia, Nuevo León.

La droga cultivada en Jalisco pasa por Zacatecas rumbo a San Luis Potosí y llega hasta Nuevo Laredo.

Sin embargo, el Ejército Mexicano ve limitada su actuación por falta de elementos, por la orden de no perseguir a narcotraficantes cuando se internen al río Bravo y no dispararles, y por la falta de equipo suficiente. JESUS ARANDA