Los lunes al sol se llevó cinco
estatuillas, entre ellas la de mejor película, director y actor
La ceremonia de los Goya se convirtió en una
gran proclama contra la guerra
Venció la película uruguaya El último
tren a El crimen del padre Amaro, de Carlos Carrera
El filme de Diego Arzuaga obtuvo el premio a la cinta
extranjera más destacada de habla hispana
ARMANDO G. TEJEDA CORRESPONSAL
Madrid, 2 de febrero. La ceremonia de la decimoséptima
edición de los Premios Goya se convirtió en una proclama
en favor, en primer lugar, del cine español, que vive una crisis
lacerante ante el dominio del mercado por parte de la industria de Hollywood;
pero también en una firme proclama en contra de la guerra en Irak.
Los lunes al sol, del cineasta Fernando León de Aranoa, se
alzó como la gran triunfadora, al obtener cinco de sus ocho postulaciones,
mientras que El crimen del padre Amaro, del mexicano Carlos Carrera,
no obtuvo el premio a la mejor película extranjera en lengua hispana.
La entrega de los Premios Goya no permaneció ajena
a dos situaciones lejanas en teoría del séptimo arte, pero
que preocupan a creadores y productores: la inminente escalada bélica
contra Irak, a la que se opusieron en reiteradas ocasiones, con mensajes
de viva voz y con pequeñas pancartas que la mayoría de los
galardonados enseñaron en sus ropas, y a la crisis ecológica
y socioeconómica que sufre el norte de España a raíz
del hundimiento del buque petrolero Prestige. Con sátira
e ingenio, estos desastres compartieron el protagonismo con las películas
que premió la Academia.
No hay que temer a la cultura, sino a la guerra: Marisa
Paredes
Antes
de la entrega de los premios, la presidenta de la Academia, la actriz Marisa
Paredes, se refirió a los principales obstáculos que sufre
el cine español para salir de la crisis que le ha llevado a perder
el año pasado más de 8 millones de espectadores y a reducir
su cuota de mercado. Pero antes, la propia Paredes criticó la sinrazón
de la guerra, al sostener ante la ministra de Educación y Cultura,
Pilar del Castillo, que "no hay que tener miedo a la cultura, ni al entretenimiento
ni a la libertad de expresión. Ni mucho menos a la sátira,
al humor, hay que tener miedo a la ignorancia y al dogmatismo. Hay que
tener miedo a la guerra".
En relación con los malos datos del cine español,
la presidenta de la Academia señaló:
"No voy a hablar de la crisis. Estamos para brindar por
el cine español y por lo mucho que interesa aquí y fuera
de aquí. Estamos para decir que en nuestro cine hay talento, creatividad,
exigencia, ilusión... Dinero, no, hay mucho menos, pero eso quizá
lo vamos a arreglar con el acuerdo de todos.
"Somos autocríticos y en nuestra cinematografía,
como en todas las del mundo, hay películas buenas y malas, aciertos
y errores de taquilla, pero lo más importante es que también
hay milagros y grandes éxitos a pesar de tantas producciones de
Hollywood acaparando salas de cine, fechas de estreno, minutos de publicidad
directa o indirecta en televisión, en portadas de revistas, en artículos
de prensa. El buen cine, sea de donde sea, nos gusta, sólo necesitamos
convivencia, no invasión. Necesitamos aire libre para expresarnos",
sentenció Paredes.
Los lunes al sol
Este año, además de la guerra en Irak y
del desastre en Galicia, el drama del desempleo en este mundo globalizado
se hizo presente con contundencia, al erigirse Los lunes al sol
como la mejor película, y su director, Fernando León de Aranoa,
en el mejor director. Además, Javier Bardem consiguió el
Goya al mejor actor por su interpretación en este filme, mientras
que la interpretación de Luis Tosar fue elegida como la mejor en
el apartado de masculina de reparto y José Angel Egido como mejor
actor revelación.
La película de León de Aranoa, también
autor de Barrio y del documental Caminantes -basado en la
marcha zapatista a la ciudad de México en 2001, al ser él
mismo un firme defensor de la causa indígena mexicana- se impuso
a la otra película que aspiraba a más galardones, Hable
con ella, de Pedro Almodóvar, que sólo obtuvo un Goya,
el de mejor música. León de Aranoa señaló,
tras recibir el Goya al mejor director, que lo primero es "decir no a la
guerra, y le dedico el premio a las personas que salen reflejadas en la
película, que tienen que luchar contra la miseria, la desesperanza
y la marginalidad, y para que nunca pierdan la esperanza".
El crimen del padre Amaro, del mexicano Carlos
Carrera, perdió su postulación a mejor película extranjera
de habla hispana frente a la uruguaya El último tren, de
Diego Arzuaga.
Mercedes Sampietro fue elegida mejor actriz, por su interpretación
en Lugares comunes, de Adolfo Aristarain, cinta que llevó
a Geraldine Chaplin a obtener el premio a la mejor interpretación
femenina de reparto, y a Dolores González Flores, Lolita,
a ganar el de mejor actriz revelación. El mejor guión fue
el la película La ciudad sin límites, escrito por
Enrique Braso e Ignacio del Moral, mientras que la mejor fotografía
fue para José Luis Alcaine, por su trabajo en El caballero Don
Quijote.