VENTANAS
Eduardo Galeano
El albatros
VIVE EN EL VIENTO. Vuela siempre, volando duerme.
El viento no lo cansa ni lo gasta. A los sesenta años,
sigue dando vueltas y más vueltas alrededor del mundo.
El viento le anuncia de dónde vendrá la
tempestad y le dice dónde está la costa. Él nunca
se pierde, ni olvida el lugar donde nació; pero la tierra no es
lo suyo, ni la mar tampoco. Sus patas cortas caminan mal, y flotando se
aburre.
Cuando el viento lo abandona, espera. A veces el viento
demora, pero siempre vuelve: lo busca, lo llama, y se lo lleva. Y él
se deja llevar, se deja volar, con sus alas enormes planeando en el aire.