Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 2 de febrero de 2003
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Política

EL CAMPO ANTE EL TLCAN

Productores exigen diálogo con los poderes Ejecutivo y Legislativo; el miércoles, fecha límite

Lanzan ultimátum a Fox para que "demuestre interés por el agro"

"La megamarcha debería ser un llamado de atención de que el sector requiere propuestas de fondo"

ANGELES CRUZ

El presidente Vicente Fox Quesada está ante la última oportunidad para demostrar que realmente tiene interés por resolver los problemas del campo mexicano y convocar a un diálogo en el que las organizaciones sociales y los poderes Ejecutivo y Legislativo sienten la bases de un nuevo acuerdo nacional en materia agropecuaria, afirmaron El campo no aguanta más, El Barzón y el Congreso Agrario Permanente (CAP).

La marcha campesina que tuvo lugar el viernes pasado y reunió a 100 mil personas, la mayoría de ellos hombres y mujeres de zonas rurales, debiera ser un llamado de atención fuerte y firme al gobierno federal de que el campo requiere propuestas de fondo y no sólo declaraciones con temor o demagogia, concluyeron los líderes de las agrupaciones.

Durante una reunión en la que hicieron un balance de la movilización que concluyó en el Zócalo capitalino, resaltaron que la marcha rebasó por completo sus expectativas no sólo por su número, sino porque fue un acto independiente, construido desde abajo, sin ninguna vinculación con el Estado o partido político alguno, pero sobre todo porque aglutinó en una sola voz el "enojo y la decisión de la gente por hacer cosas, porque no aguantan más".

Por eso, las organizaciones sociales reiteraron su decisión de no acudir al diálogo por una política de Estado para el campo, al que convocó la administración foxista, a menos que previamente el Ejecutivo convoque a los productores, a los legisladores y a los gobernadores de los estados a participar en una "cumbre" en la que todos ellos salgan como convocantes y organizadores de dicho diálogo.

No tienen ningún sentido los diálogos falsos o seminarios que sólo conducen a elaborar un libro sobre las tragedias del campo, afirmó Alfonso Ramírez Cuéllar, dirigente de El Barzón, al tiempo que reiteró la disposición de los campesinos a encontrar puntos de consenso. Para ello, apuntó, el secretario de Gobernación juega un papel fundamental.

También, resaltó el líder barzonista, tendrá que involucrarse a las universidades públicas y privadas, con algunas de las cuales ya hay acercamientos, entre ellas las universidades Autónoma de Chapingo y la Autónoma Metropolitana Xochimilco. Por lo pronto, las asociaciones campesinas comenzarán un intenso trabajo de difusión en todo el país con el fin de unificar a los distintos sectores productivos en los estados, los congresos y los gobernadores.

Los productores establecieron el 5 de febrero como fecha límite para que se realice el encuentro con los poderes Ejecutivo y Legislativo, apenas un día antes de que inicien las mesas de trabajo a las que el pasado 26 de enero convocó el gobierno. Esta es la última oportunidad para que el presidente Fox enfrente los grandes reclamos sociales y proponga soluciones de fondo por la vía del diálogo y la concertación, indicó Víctor Suárez, de la Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo.

El mandatario puede, en esta ocasión, afirmarse como Presidente del cambio o confirmarse como gobierno de continuidad y autoritarismo, al servicio de una elite política y económica vinculada a los intereses estadunidenses, dijo.

Alentados por la respuesta a su convocatoria para la marcha nacional, los líderes de El Barzón, el CAP y El campo no aguanta más también destacaron la alianza estratégica que se logró construir con el movimiento obrero, en particular la Unión Nacional de Trabajadores y el Frente Sindical Mexicano. Además, la participación de diversos sectores sociales en la megamarcha es reflejo del gran consenso que tiene la lucha de los campesinos, indicaron.

Sin embargo, nada rebasa el coraje de la gente del campo que llegó a la gran ciudad con limitados recursos económicos. Muchos contingentes venían sin comer y se regresaron igual, pero estuvieron en el Distrito Federal con la decidida convicción de exigir respuestas y rechazar que se les considere el sector desechable de la economía nacional, señaló Suárez.

Comentó que por falta de capacidad económica mucha gente se quedó en sus lugares de origen. De haber podido asistir, la marcha habría sido tres veces más numerosa. Ahora "esperamos que del lado del gobierno federal haya la capacidad, la inteligencia y el valor de entender el mensaje de la población rural".

Los productores agropecuarios tienen una gran propuesta para instaurar una nueva política hacia el campo y establecer un acuerdo entre el Estado, la sociedad urbana y la sociedad rural. La marcha no es un grito desesperado ni de petición, es un llamado para que se les escuche. Es el momento de que el Presidente responda, concluyó.

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