La mayoría son inmigrantes indocumentados; sus amos, gente ''acomodada'': ONG

AFP

Madrid, 9 de diciembre. Unos 250 mil inmigrantes indocumentados trabajan en condiciones de ''esclavitud'' en España, denunció este lunes en Madrid la Coalición Española contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación (Cecra) en vísperas del Día Internacional de los Derechos Humanos.

De los 30 millones de inmigrantes indocumentados que trabajan de ''esclavos modernos'' en el mundo, 3.5 millones están en Europa y 250 mil en territorio español, aseguró en rueda de prensa el portavoz del organismo, Carlos Ferreyra.

Precisó que en su gran mayoría los inmigrantes sin papeles trabajan en el servicio doméstico, la prostitución, la agricultura, la industria textil y otros trabajos manuales. En el primer rubro son en su mayoría latinoamericanos.

''Sus dueños son casi siempre personas acomodadas económica y culturalmente", aseguró un comunicado del grupo no gubernamental.

La entidad consideró que las autoridades deben actuar "de manera apropiada" contra el tráfico ilegal de personas y el contrabando, que son ''la fuente de la presencia de 'esclavos modernos' en suelo español''.

Ferreyra explicó que para sensibilizar a la sociedad española, la entidad lanzó su programa titulado Conoce al racismo y dijo que ''seguramente, en algún momento, todos nos hemos cruzado en la calle con un esclavo".

El vocero de la Cecra explicó que ''en España la lucha contra el racismo no sólo tiene que ver con la inmigración'', sino que ésta abarca también a los ciudadanos españoles negros o de origen indoamericano, asiático y sus hijos, aquellos de otras religiones o etnias y las comunidades gitanas o emigrantes que volvieron a la península con sus familas mestizas.

''Más de tres millones de ciudadanos españoles de todas las edades se ven privados de su plena ciudadanía por la existencia de un fuerte racismo institucional", denunció.

España está ''sensiblemente atrasada'' en la aplicación de directivas de la Unión Europea (UE) en la materia, señaló Ferreyra, quien pidió al gobierno español que asuma un plan de acción ''serio para acabar con el fuerte racismo institucional'' vigente.

Constata el atraso de España respecto de otros países europeos en el cumplimiento de directivas sobre igualdad racial e igualdad racial en el empleo. En los hechos ''la sociedad española no está preparada adecuadamente'', expuso el activista.

En principio, tales normativas deberán entrar en vigencia en julio de 2003 y enero de 2004.

La Cecra distinguió el lunes con el premio Luchadores por los Derechos Humanos a la Asociación Argentina de Salud Pública; al sacerdote español Jesús Ortega, que luchó contra las violaciones de los derechos humanos de la población indígena en el norte argentino, y a la sudanesa Mende Nazer, esclavizada desde su infancia y liberada en Europa.

La Asociación Argentina de Salud Pública fue censurada en 1995 por el gobierno del entonces presidente Carlos Menem (1989-99) ''por sus denuncias sobre la muerte de niños y ancianos argentinos por desnutrición y falta de medicamentos'', precisó esa organización.

La Cecra es una de las organizadoras de la Cumbre Internacional contra el Racismo que se celebrará del 14 al 17 de mayo de 2003 en Madrid. Ahí se abordarán, entre otros temas, la aplicación de la legislación europea, la igualdad en el empleo, la educación, la salud, la justicia y el sistema penal, además de la seguridad y la lucha contra el tráfico de personas.