Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 10 de diciembre de 2002
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Economía

MEXICO SA

Carlos Fernández-Vega

El silencioso reconocimiento del fracaso de la administración Bush

La poco grata trayectoria del candidato al Departamento del Tesoro

RAPIDO ACTUO EL gobierno del presidente Marlboro tras la "renuncia" de Paul O'Neill, el viernes pasado, a la secretaría estadunidense del Tesoro, una dimisión que conlleva el silencioso reconocimiento del fracaso total de la política económica de la administración Bush.

AYER, EL PROPIO Bush dio a conocer el nombramiento de John Snow como su candidato para ocupar la hasta ahora vacante titularidad de la secretaría del Tesoro, calificándolo de "excelente empresario y experto en política económica... será un consejero clave en la economía y en la agenda para el crecimiento económico de mi administración basada en la creación de nuevos empleos y un más amplio comercio internacional". La propuesta tiene que ser aceptada por el Senado estadunidense.

SNOW ERA EL presidente y director ejecutivo de la empresa de carga ferroviaria CSX, consorcio con poco más de 45 mil empleados, con inversión francesa, británica y estadunidense, que a lo largo del presente año ha mostrado una poco grata trayectoria en el mercado bursátil de Estados Unidos.

SI EL FUTURO inmediato de la economía estadunidense, motor del mundo, se asemeja a los resultados bursátiles obtenidos por el consorcio CSX, todo indica que el panorama no será del todo grato. De enero a noviembre de 2002, el precio de las acciones de la empresa referida ha caído en alrededor de 27 por ciento y hasta el momento no existe elemento alguno que permitiera sustentar, aun con una buena dosis de optimismo, un pronóstico de mejoría en ese renglón.

AL CONTRARIO DE LO que tradicionalmente sucede en este tipo de eventos, la candidatura de Snow a la Secretaría del Tesoro, una de las posiciones estratégicas en el dorado mundo del neoliberalismo y la globalización, no provocó mayores reacciones en el centro financiero del planeta.

DE HECHO, AYER Wall Street cerró con una fuerte baja por el efecto que produjo en el mercado la solicitud de bancarrota presentada oficialmente por la aerolínea United Airlines, así como por el recorte en la recomendación para las acciones de la trasnacional International Business Machines Corp., mejor conocida como IBM. De igual manera, por "el nerviosismo mostrado por los inversionistas con la situación de tensión de Estados Unidos con Irak, cuyo informe de armas analiza Naciones Unidas", de acuerdo con un despacho de Reuters.

ASI QUE CON LA candidatura de Snow, presentada y adornada por el mismísimo George W. Bush, nada: ni frío, ni calor, como dirían los clásicos. "No hay buenas noticias en el mercado", de acuerdo con los analistas de Morgan Stanley, ni siquiera la relativa a que el vacío en la Secretaría del Tesoro está por cubrirse, toda vez que "el asunto de Irak no está cerca de resolverse; hay más incertidumbre y no hay un catalizador positivo; los inversionistas están en una actitud de demuéstrame que vale en cuanto a la economía y a las ganancias empresariales".

EN EL AMBIENTE político de Washington, los demócratas recibieron con escepticismo la candidatura de John Snow como secretario del Tesoro de Estados Unidos y rechazaron que el problema en la conducción de la economía del país radique en los nombres, señala un despacho de Notimex. "El plan es el problema y no creo que la administración del presidente Bush esté preparada para reconocerlo este año... la pregunta ahora es si podrá convertir esa falla en éxito y no lo podrá hacer a menos que haga algo más que un reacomodo de cargos; tiene que formular una nueva política", indicó el líder de la todavía mayoría demócrata en el Senado, Tom Daschle.

SIN EMBARGO, SI de ocultar fracasos e intentar apagar fuegos se trata, qué mejor ejemplo que el ofrecido ayer por el ex presidente Carlos Salinas de Gortari, quien, también en Washington, encabezó lo que bien podría calificarse de "presentación oral" de su libro México, el difícil paso a la modernidad, es decir, "todo caminaba de maravilla hasta que me obligaron a dejar el puesto".

DE ACUERDO CON la versión del popular ex mandatario, México y su circunstancia serían totalmente distintos a los actuales siempre y cuando él siguiera ocupando la oficina principal de Los Pinos: el primer mundo ya nos resultaría pequeño para los resultados que el hijo predilecto de Agua-leguas nos hubiera ofrecido.

ENTRE LAS PERLAS aportadas ayer por Carlos Salinas durante el acto conmemorativo de la primera década de la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), en el que acompañó a George Bush padre y a Brian Mulroney, ex primer ministro de Canadá, se cuentan: "intenté incluir el tema migratorio en la agenda del TLCAN, pero el entonces presidente Bush me respondió en 1990 que el Congreso jamás aprobaría al acuerdo comercial si incluía ese tema en la agenda; me sugirió que abriera la exploración y explotación petrolera a los inversionistas extranjeros, pero me negué a abrir el petróleo... Sabía que esa negativa no ayudaba a abrir la puerta al tema migratorio. Ahora las condiciones han cambiado... El petróleo ya no forma parte de las negociaciones del TLCAN y en el nuevo contexto es acertada la posición del presidente Fox de insistir en un acuerdo migratorio".

SOBRE LA PRECARIA situación en el campo mexicano, Salinas criticó la falta de apoyo gubernamental y aseguró que la preocupación por la inminente apertura del campo en el marco del TLCAN "es válida... a partir de 1995 (léase Zedillo), el gobierno permitió la importación de alimentos sin aranceles y por encima de las cuotas fijadas por el TLCAN... No ha sido correcto recortar los subsidios otorgados a los campesinos a 500 millones de dólares hoy, una cuarta parte de su nivel en 1995".

PARA SALINAS DE Gortari, sólo el TLCAN salvó al país de los "errores de diciembre", porque, dijo, este acuerdo le cambió el perfil exportador al país, casi cuadruplicando su comercio exterior. Dichos "errores" -de los que obviamente no reconoció paternidad alguna- provocaron una dramática devaluación, que fue causada por inversionistas mexicanos, actuando con base en información confidencial proporcionada por el propio gobierno, lo que "es inaceptable".

DESPUES DE SUS declaraciones, como sucede en estos casos, Salinas se quedó tan tranquilo.

Las rebanadas del pastel:

QUIEN NO ESTA nada tranquilo es el Banco de México, toda vez que ayer informó que la inflación en noviembre pasado avanzó 0.81 por ciento, presionada, principalmente, por el aumento en el precio del servicio eléctrico.

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