Oscuridad luminosa, libro del artista
que incluye sus obras de un lustro
Asume Juan Carlos del Valle el compromiso de reivindicar
la técnica del dibujo
MONICA MATEOS-VEGA
La pintura es un oficio que se debe aprender sin dejar
de lado el dibujo, de lo contrario, ''es como hacer un edificio sin cimientos",
afirma Juan Carlos del Valle, quien a sus 25 años considera una
responsabilidad reivindicar el quehacer dibujístico, a la manera
en que lo hacían grandes pintores como Diego de Velázquez
o El Greco.
No obstante, para el joven artista fue difícil
encontrar un maestro que compartiera sus inquietudes y conceptos, hasta
que conoció a Demetrio Llorden, acuarelista andaluz. Una muestra
de los dibujos que realizó bajo su tutela, entre 1997 y 2002, se
incluyen en el libro Oscuridad luminosa.
El reto de dibujar espaldas femeninas
''En el mundo, la tradición del dibujo está
hecha de lado, porque para los artistas que se quieren sentir modernos,
o estar a la moda, o estar en el mercado, les es más fácil
dar tres pinceladas y decir que es genial. Ahora, a todo se le llama arte,
y no", señaló Del Valle.
Explicó que no tiene prisa por llegar a ningún
lado, pues ''pintar no es estar en una carrera de caballos, hay que tener
dominado el dibujo y seguir experimentando en él, ya después
vendrá el color. Lo que presento en Oscuridad luminosa son
cinco años de estudio, de dibujar, de tratar de dominar el oficio
y las temáticas tradicionales, muy a la antigua usanza".
En particular, al dibujar desnudos, Del Valle gusta de
plasmar espaldas femeninas. ''Mi maestro decía que esa parte del
cuerpo es de las más difíciles de hacer, por eso dibujarlas
representa un reto, porque es una superficie tersa, en la que no están
tan marcadas las formas o los músculos. Claro, ahora el reto se
ha convertido en gusto".
De esta manera, concluye el pintor, se pretende revalorar
el dibujo ''para seguir trabajando, pero siempre en la misma técnica.
Es una necedad mía: resituar el dibujo, para que se entienda que
quien no lo sabe hacer, no pinta".
El libro Oscuridad luminosa, de Juan Carlos del
Valle, se presentó ayer en la sala Manuel M. Ponce del Palacio de
Bellas Artes.