Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 12 de noviembre de 2002
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Política
ASTILLERO

Julio Hernández López

Impunidades y releccionismo

Periodicazos, único castigo a crímenes de Estado

¿Continuidad presidencial?

CADA VEZ QUE el presidente de México viaja al extranjero parece ser afectado por una especie de suero de la verdad, que le hace decir lo que realmente piensa con tal de agradar o impactar a audiencias foráneas. Ayer, por ejemplo, confesó a la agencia Efe que "es muy probable que una buena parte de los responsables (de represiones políticas pasadas) no vayan a la cárcel, porque se han acabado los términos legales para el enjuiciamiento de esos crímenes". La chentada internacional (preparatoria de fracasos anunciados en esa materia justiciera) quiere decir que cuando se pueda castigar a alguien se podrá, y cuando no, pues no. Es decir, a "una buena parte" de esos criminales violadores de derechos humanos no se les hará nada en términos de castigo judicial, mas "para otros sí habrá cárcel, porque todavía estamos en tiempos jurídicos y legales para actuar". Pero no se crea entonces que la fiscalía de repartición de atole justiciero con el dedo, a cargo de Ignacio Carrillo Prieto, no servirá absolutamente para nada: "estamos procediendo a realizar la tarea del procurador", explicó quien en su campaña electoral prometió una y otra vez instalar una comisión de la verdad "para que la opinión pública enjuicie a estas personas una vez que se demuestre su culpabilidad, aunque no haya cárcel".

CHIDAS LAS MANIOBRAS presidenciales: ofrecer como candidato lo que como Presidente no ha sabido cumplir y luego, en una catafixia embotada, poner a trabajar a fiscalías y procuradores para que nos digan que determinadas personas aparecieron como culpables de desapariciones, torturas y asesinatos pero que no se las puede castigar más que poniéndolas frente al paredón de la opinión pública. Crímenes de Estado castigables a periodicazos o metralla mediática electrónica. Dos de octubre no se olvida, pero tampoco se castiga. Muerto Halconso se acabó la rabia del 10 de junio. Acosta Chaparro, Quirós y demás presuntos culpables de matar guerrilleros, sancionados con paseos en avioncitos de la muerte hechos de papel periódico. Nassar Haro, torturado con las plumas reporteriles convertidas en picanas con tinta. Luis Echeverría, condenado a escuchar permanentemente a la señora opinión pública recitándole discursos vestidos de guayabera.

LAS VERAS TRANSFORMACIONES de-clarativas del Presidente mexicano también alcanzaron ayer a los legisladores, con los que debe lidiar por el resto del año a fin de sacar adelante el presupuesto federal del ejercicio venidero. Tal vez los vea tan apacibles que creyó necesario aplicarles algunas banderillas verbales, para que se desamodorren: "Hoy por hoy -asentó en la universidad de Oxford- muchos de esos congresistas responden más a sus propios intereses o a los intereses de sus partidos, y no a los intereses de la gente". Por ello, el Presidente, que tiene como su santo político de cabecera a Francisco I. Madero, opinó que sería "extremadamente conveniente" que hubiera relección, de tal manera que los legisladores se sientan más comprometidos con sus votantes, con sus circunscripciones electorales. Como puede entender hasta un columnista astillado, ese tipo de declaraciones enturbian y complican la relación del Presidente con el Congreso en momentos altamente sensibles, y hace pensar a más de un quisquilloso en una estrategia gradual de sensibilización y apertura sobre el tema, que podría pasar de las posibilidades de continuidad de diputados y senadores a la del propio Presidente de la República (viejo sueño salinista que todo bello durmiente de Los Pinos, obsesionado con las encuestas de opinión y los índices de popularidad, siempre mantiene bajo la almohada).

LOS CARACOLEOS RELECCIONISTAS del presidente de México se dan en momentos en que el panismo enfrenta serias amenazas de un priísmo en vías de una recuperación que parecería más adjudicable a las fallas blanquiazules que a méritos propios del tricolor. En Hidalgo, por ejemplo, el erario hizo ganar al PRI en los dos principales municipios, Pachuca (donde el candidato del Revolucionario Institucional fue quien había sido secretario particular del gobernador Manuel Angel Núñez Soto) y Tulancingo. Pero allí, como en el estado de México, donde habrá elecciones locales el año entrante, el PAN ha sufrido terribles desgastes debido al deplorable ejercicio del poder que ha hecho y a la muy mala selección de candidatos (en Hidalgo, por ejemplo, quien fue aspirante del PAN a gobernador, el cantante Francisco Javier, ha sido acusado de delitos mayores, y no se diga en la entidad gobernada por Arturo Montiel, donde las hojas de servicios de muchos alcaldes eran en realidad recuentos mafiosos).

TAMPOCO PUEDE HABER cálculos optimistas en las dos entidades en que este domingo los militantes panistas eligieron candidato a gobernador. En Nuevo León ha quedado un excéntrico empresario, Mauricio Fernández Garza, miembro de la familia regiomontana más poderosa, la Garza Sada. No era el favorito del gobernador Fernando Canales Clariond, y además tendrá enfrente al priísta que sea electo este domingo próximo (muy probablemente J. Natividad González Parás) y que podría tener una gran fuerza derivada del cansancio ciudadano del estilo panista de gobernar, según lo han expresado distintas encuestas de opinión. Ignacio Loyola tampoco pudo imponer a su gallo en Querétaro (aunque el citado mandatario más bien prefiere a los pericos, uno de ellos erigido en su consejero principal) y como candidato oficial quedó Francisco Garrido Patrón, ex presidente del municipio de la capital, cuyo virtual anonimato en el escenario político nacional contrasta con el muy conocido nombre (para bien y para mal) de su adversario, Fernando Ortiz Arana, el priísta al que Ernesto Zedillo nunca perdonó haber pretendido ser el candidato sucesor de Luis Donaldo Colosio, y al que todo hace suponer que fue condenado a perder hace seis años la misma plaza queretana.

LECCIONES Y RELECCIONES, castigos e impunidades, mientras el presidente Fox sigue viajando.

Fax: 56 05 20 99 [email protected]

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