Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 2 de octubre de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  CineGuía
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  Fotos del Día
  Librería   
  La Jornada de Oriente
  La Jornada Morelos
  Correo Electrónico
  Búsquedas
  >

Mundo

Nueva resolución contra Bagdad, condición de EU para que viajen inspectores de la ONU

Alienta Washington a los iraquíes a que asesinen a Saddam Hussein

Acuerdo demócrata-republicano en el Senado para autorizar el uso condicionado de la fuerza

Una guerra contra Irak costaría unos 9 mil millones de dólares por mes: oficina del Congreso

AFP Y DPA

Washington, 1Ɔ de octubre. Estados Unidos alentó hoy a los iraquíes a hacer todo lo posible para lograr un cambio de régimen, incluyendo el asesinato de Saddam Hussein, al tiempo que consideró que los inspectores de armas de la Organización de Naciones Unidas (ONU) no pueden partir hacia Irak, pese al acuerdo logrado, sin que haya antes una nueva y "enérgica" resolución del Consejo de Seguridad.

Los inspectores de armas "no pueden simplemente retornar en virtud de antiguos términos de referencia y del antiguo régimen de inspecciones", declaró el secretario de Estado estadunidense, Colin Powell, y agregó que Washington debe continuar trabajando en una "nueva resolución dura, fuerte" so-bre el desarme iraquí, que estipule "las consecuencias" a las cuales Bagdad se podría enfrentar en caso de desobediencia.

Un alto funcionario estadunidense que solicitó el anonimato había advertido esta mañana que "actuaremos en el asunto de manera de impedir" el retorno de los inspectores de la ONU.

El presidente George W. Bush también reafirmó la necesidad de una nueva resolución de Naciones Unidas "para que no volvamos a caer en la misma trampa", rechazando la posibilidad sugerida por Francia de hacerlo en dos etapas.

"Saddam Hussein es una amenaza para el mundo, para Israel y para Estados Unidos", consideró el mandatario estadunidense, que realizó sus declaraciones luego de que los senadores Joe Biden y Dick Lu-gar, demócrata y republicano, respectivamente, anunciaron un proyecto conjunto que autoriza a Bush a hacer uso de la fuerza -bajo de-terminadas condiciones- para de-sarmar a Irak, pero que omite lo que la Casa Blanca considera otros motivos para la acción.

"No quiero una resolución que me ate las manos", dijo el mandatario, quien desechó comentarios realizados la víspera por altos funcionarios estadunidenses, incluido Powell, quienes sugirieron que Washington podría dejar de lado su oposición a la aprobación de más de una resolución por parte de la ONU, como propone París.

"No aceptaremos algo débil (...) Vamos a trabajar con los miembros del Consejo de Seguridad para po-ner un poco de calcio allí", dijo.

Reticencias por triplicado

Entre los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad, Francia, Rusia y China son reticentes a la aprobación de una sola resolución que incluya el uso de la fuerza, como quieren Estados Unidos y su aliado, Gran Bretaña.art10-134541-pih

En este sentido, el ministro británico de Relaciones Exteriores, Jack Straw, afirmó que el acuerdo al que llegaron Irak y la ONU este día "no es una alternativa" a una nueva resolución, cuyo texto po-dría ser presentado este miércoles al órgano ejecutivo del organismo internacional.

Bush advirtió nuevamente que si la ONU no adopta esta resolución, Estados Unidos usará la fuerza pa-ra derrocar al líder iraquí.

Preguntado sobre la preocupación que existe de que una acción militar dañe a la economía estadunidense, respondió: "Somos suficientemente fuertes para enfrentar los desafíos".

Agregó el gobernante que "también reconozco que la acción militar no es la primera opción. Desarmar a este hombre lo es porque representa una verdadera amenaza para Estados Unidos".

Una guerra contra Irak costaría de 6 mil millones a 9 mil millones de dólares por mes a Estados Unidos, según reveló durante la víspera la Oficina de Presupuesto del Congreso, organismo independiente de contabilidad pública.

Al ser interrogado sobre estos cálculos, el portavoz de la Casa Blanca, Ari Fleischer, contestó a los reporteros: "El costo de un pa-saje de ida es mucho más barato que el costo de una bala que los iraquíes utilicen".

"Todo cambio de régimen es bienvenido, cualquiera que sea la forma", añadió, para quien "hay muchas opciones que el presidente espera que el pueblo iraquí utilice para deshacerse de esta amenaza".

A pesar de que se le dieron varias oportunidades para aclarar estos comentarios, Fleischer se negó a desmentir su llamado a asesinar a Hussein, e insistió en que Bush apoya cualquier táctica que traiga "un cambio de régimen".

Sin embargo, afirmó que la orden presidencial de 1976, que prohíbe a Washington y a sus fuerzas armadas participar en el asesinato de dirigentes extranjeros, "continúa aún vigente".

Un alto funcionario que se acercó luego a los periodistas, quien habló bajo condición de anonimato, enfatizó que esa orden presidencial continúa vigente, pero sostuvo que si las fuerzas estadunidenses matan a Hussein para que no desarrolle armas de destrucción masiva no sería un asesinato, porque "en tiempos de guerra los objetivos de comando y control son objetivos legítimos".

Los comentarios de Fleischer surgen cuando la campaña estadunidense contra Irak tomó incluso un giro personal, luego que Bush describiera el jueves a Saddam Hussein como "el tipo que trató de matar a mi papá", en referencia al ex presidente George Bush, quien inició la Guerra del Golfo en 1991.

Bush padre incluso expresó en televisión este mes: "Odio a Saddam Hussein (...) no tengo nada sino odio por él en mi corazón".

El tema Irak, por otro lado, ha tensado las relaciones con Alemania, que se opone a alinearse automáticamente con Washington, que ha respondido acusando al gobierno de ese país europeo de "envenenar" las relaciones.

Este día, el asesor del Pentágono Richard Perle pidió la renuncia del canciller federal alemán Gerhard Schroeder para que mejoren las re-laciones germano-estadunidenses.

"Lo mejor sería que renunciara", opinó el asesor del secretario de Defensa, Donald Rumsfeld, en declaraciones que publicará el miércoles el diario alemán Handelsblatt. "Pero evidentemente no lo hará", agregó.

Perle subrayó que Berlín habría perdido "por una generación" sus aspiraciones de obtener una plaza de miembro permanente del Consejo de Seguridad. No obstante, aclaró que expresaba su punto de vista personal.

Blair defiende la línea dura

En tanto, el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Joschka Fischer, desestimó la importancia del informe presentado por Londres sobre las presuntas armas de destrucción masiva de Bagdad.

El primer ministro británico, To-ny Blair, divulgó un documento la semana pasada donde sostiene que Irak podría desplegar armas químicas y biológicas, y que estaría en condiciones de desarrollar una bomba nuclear si consiguiera los materiales, Sin embargo, no proporcionó pruebas.

Blair defendió hoy la línea "du-ra" que comparten Londres y Washington en la cuestión de Irak. "Gran Bretaña no es el 51 estado estadunidense. Pero creo en esta alianza y lucharé duro para que perdure", dijo en el congreso de su Partido Laborista.

"Cuando se trata de dictadores, estar preparado para la guerra es a veces la única posibilidad para la paz", añadió el primer ministro.

En este contexto, el papel desempeñado por Estados Unidos en el desarrollo del arsenal de Irak en la década de los años 80, que ahora busca eliminar, sigue siendo debatido, al conocerse algunos archivos del gobierno al respecto.

Estos documentos muestran que desde 1985 a 1989 materiales patogénicos y tóxicos fueron exportados legalmente a Irak, en momentos en que ese país se enfrentaba al régimen de Teherán.

"Muy probablemente hayamos creado el monstruo que tratamos de eliminar", dijo recientemente el senador demócrata Robert Byrd.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año