Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 1 de octubre de 2002
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Mundo
EU insiste en una resolución "más enérgica" del Consejo de Seguridad contra el país árabe

Los iraquíes "están cooperando", dicen inspectores tras una reunión en Viena

Rusia y Francia, con poder de veto en la instancia de la ONU, rechazan la propuesta de Bush

AFP, REUTERS, DPA Y PL

Viena, 30 de septiembre. Los inspectores de armas de la Organización de Naciones Unidas sostuvieron hoy la primera de una serie conversaciones con funcionarios iraquíes para ultimar los detalles del regreso a Irak, mientras Estados Unidos insistió en que quiere una nueva resolución del Consejo de Seguridad de la ONU contra el país árabe.

Sin embargo, Rusia y Francia, dos de los cinco países con poder de veto en la instancia ejecutiva de la ONU, rechazaron la propuesta de resolución presentada por Washington, mientras que Moscú, además, criticó a la aviación aliada por sus recientes ataques contra Irak.

El jefe de la Comisión de la ONU para la Verificación, Inspección y Vigilancia (Unmovic), Hans Blix, encabezó el equipo de inspectores de armas en las conversaciones realizadas en Viena. Antes del inicio de las mismas, Blix fue consultado sobre si habría limitaciones en los sitios abiertos a los expertos: "No, que yo sepa", respondió, y añadió que espera que los palacios de Saddam Hussein estén abiertos a la Unmovic, que se retiró de Irak hace cuatro años.

A su llegada a la sede de la ONU en Viena, los miembros de la delegación iraquí, encabezada por el asesor militar de Hussein, Amir al Saadi, rehusaron hacer comentarios.

Al término del encuentro, que se desarrolló a puertas cerradas y sobre el cual los inspectores informarán el jueves al Consejo de Seguridad, Blix manifestó que los iraquíes "están cooperando en las conversaciones, tal como estaba previsto".

Una fuente del grupo de inspectores declaró a CNN que muy posiblemente en octubre podrían volver a Irak.

La solución es un cambio de régimen, reiteran en Washington

Sin embargo, lo que el gobierno de George W. Bush busca es un cambio de régimen. En ese sentido, el subsecretario de Defensa estadunidense, Douglas Feith, sostuvo que el regreso de los inspectores a Bagdad no era una "panacea" para evitar un conflicto. "La solución es que Irak acabe con esas armas", añadió, en alusión al presunto arsenal biológico que Washington y Londres aseguran está en poder de Bagdad, aunque no han presentado pruebas.

Por su parte, el vocero de la Casa Blanca, Ari Fleischer, reiteró hoy la posición de Washington de buscar una nueva resolución del Consejo de Seguridad, la cual "debe declarar que Irak viola resoluciones de la ONU", y "debe establecer claramente lo que pasará si Irak no las respeta".

Sobre las converaciones en Viena entre Blix y representantes iraquíes, Fleischer declaró: "no creo que vayan a apartar al presidente de su objetivo de exigir a Naciones Unidas que apruebe una serie de resoluciones más enérgicas".

El proyecto de resolución de Estados Unidos y su aliado británico, según fuentes diplomáticas, daría a Bagdad siete días para aceptar la resolución y declarar todas las armas de destrucción masiva en su poder, y 30 días para abrir los lugares de inspección señalados (incluyendo mezquitas) antes de que empleen "todos los medios necesarios" para obligar a que se cumpla lo dispuesto.

La intención era presentar el texto el jueves, pero "puede adelantarse al miércoles", mencionó un diplomático.

Responsables estadunidenses que pidieron el anonimato aclararon, sin embargo, que Washington podría aceptar presentar dos resoluciones sobre Irak para evitar el veto francés.

Francia ha propuesto dos resoluciones: una para establecer las obligaciones de Bagdad y otra para fijar las consecuencias en caso de que no se respete la primera.

Por su lado, el ministro francés de Relaciones Exteriores, Dominique de Villepin, dijo al diario francés Le Monde que "no queremos dar carta blanca para una acción militar. Es por eso que no podemos aceptar una resolución autorizando en este monento el recurso de la fuerza sin que (el tema) vuelva al Consejo de Seguridad".

Francia "no es indulgente con Irak, pero cualquier acción destinada a un cambio de régimen iría en contra de las reglas del derecho internacional y abriría una puerta para que las cosas se salgan de las manos", opinó.

En este contexto, el secretario general de la ONU, Kofi Annan, confió en que sea presentada una resolución "aceptable", que necesita de nueve votos en favor y ningún veto de los miembros permanentes. De los 10 rotativos, Siria se ha declarado en contra de una nueva resolución, mientras que si extraoficialmente otros han manifestado reservas, "valoran sus relaciones con Estados Unidos por encima de todo", aseguró una fuente diplomática.

Por su lado, el presidente ruso, Vladimir Putin, se declaró favorable a un "regreso rápido de los inspectores de la ONU" a Irak, y a lograr "una solución política definitiva en el contexto del Consejo de Seguridad", mientras la cancillería rusa manifestó "consternación" por los ataques aéreos lanzados el fin de semana por Estados Unidos y Gran Bretaña sobre Irak.

Según datos ofrecidos por el Pentágono, los aviones estadunidenses y británicos que patrullan las zonas de exclusión aérea en el norte y el sur de Irak (que no están contempladas en ninguna resolución de la ONU) han lanzado 67 ataques desde que hace dos semanas Bagdad ofreció a los inspectores de la ONU que regresen al país.

La postura rusa provocó el enojo del subsecretario de Defensa Feith, quien consideró que la crítica de Moscú "no tiene fundamento", y argumentó además que "tenemos el derecho de efectuar esas misiones".

En tanto, el primer ministro británico, Tony Blair, tuvo que enfrentar hoy numerosas voces disonantes en el seno de su Partido Laborista, en el congreso de esa formación que se lleva a cabo en Blackpool.

Finalmente Blair ganó una votación sobre el tema de Irak, aunque por pequeño margen. Una moción del ala izquierdista del partido, según la cual debía descartarse una guerra, fue rechazada esta noche por 60 por ciento de los delegados. No obstante, los asistentes al Congreso se mostraron partidarios de un ataque militar como "último recurso" y en el contexto "de los derechos humanos".

La ministra de Desarrollo, Clare Shorte, único miembro del gabinete que se ha manifestado en contra de la guerra, dijo hoy que "podemos oír los tambores de guerra. Nadie debería alegrarse por ello". Agregó que el gobierno de Blair debe hacer lo posible por "reforzar la autoridad de Naciones Unidas".

Otras voces disonantes son, en Estados Unidos, las de los congresitas demócratas Jim McDermott, David Bonior y Mike Thompson, quien tras concluir una visita de cuatro días para evaluar la situación humanitaria en Irak reiteraron que no debe considerarse acción militar alguna hasta que Blix haya rendido su informe.

La guerra costaría 9 mil mdd por mes

Los planes militares para una guerra, que según analistas del Congreso costaría entre 6 mil millones y 9 mil millones de dólares por mes, continúan. En este sentido, el diario Washington Post sostuvo que la inteligencia estadunidense cree que Hussein ya otorgó autoridad a sus comandantes para utilizar armas químicas y biológicas en caso de una invasión.

En tanto, el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz, viajó hoy a Turquía para recabar apoyo contra una eventual invasión, en el mismo día en que una delegación estadunidense informaba al gobierno de Ankara sobre la propuesta de resolución contra Irak que busca imponer en la ONU.

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