Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 19 de septiembre de 2002
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Mundo

En marcha, amplio plan desestabilizador de la oposición

Los medios venezolanos, otra vez punta de lanza contra Chávez

Políticos, blanco constante de denuncias apócrifas

STELLA CALLONI ENVIADA

Caracas, 18 de septiembre. A poco más de seis meses del golpe militar del 11 de abril, la sociedad venezolana sigue siendo víctima del encrespamiento de una oposición desesperada por el fracaso y la urgencia de retomar el poder perdido electoralmente en 1998. Pero quiere que eso suceda "ya". No hay disposición al diálogo y la guerra mediática continúa como en el mejor momento del golpe.

Una serie de denuncias, que toman vuelo sin confirmación alguna, ocupa la primera plana de los periódicos -la mayoría conforman las redes de poderosos multimedios-, y se recurren a maniobras burdas como la acción cívico militar de abril. Este debe de ser el único país donde un gobierno al que la oposición califica de "dictadura" recurre a medios alternativos para dar a conocer su propia información.

"Sin líderes evidentes, con un discurso empobrecido ideológicamente y desestructurada, la oposición política sólo parece sobrevivir gracias al dinamismo desesperado que le imprime la red de prensa en su guerra sin cuartel contra el gobierno", sostiene Pablo, joven de la nueva Federación Bolivariana de Estudiantes.

En estos momentos y -como consideran los estudiantes- después del fracaso opositor en la convocatoria para un trancazo (cierre de calles y vías de acceso a la ciudad) el pasado 11 de septiembre, ahora todos los periódicos se han hecho eco de la denuncia realizada por un supuesto chofer del diputado Juan Barreto, del Movimiento Quinta República, sobre que éste le había pedido armas el día del golpe, y responsabilizan además a militares constitucionalistas de "entrenar paramilitares", además de un supuesto Plan Escorpión. Aunque su discurso es contradictorio, la prensa local tomó esto como nueva bandera para golpear a figuras populares del gobierno.

Al diputado Barreto nadie le conoció un chofer y además acaba de demostrar que el personaje que dijo serlo es el mismo que lo atacó hace tiempo y era buscado por esa acción. Incluso mostró el retrato hablado que se había confeccionado al momento de la denuncia. "La misma persona que intentó asesinarme aparece año y medio después para acusarme. Yo no tengo chofer y he presentado todas las pruebas al fiscal Isaías Rodríguez para desbaratar esta acción burda y miserable", declaró Barreto, a quien durante el golpe del 11 de abril La Jornada entrevistó continuamente por teléfono desde el exterior.

Barreto muestra las portadas de los principales periódicos locales y en todas ellas aparece ya la acusación sobre él y otras personas, como si la denuncia hubiera sido investigada y probada.

La campaña de medios aterroriza a muchos políticos y crea sensación de impotencia entre los jóvenes que defienden el proceso. "Llega un momento en que muchos no se atreven a hablar por temor a esa prensa que acecha día a día para ver si descubre algo nuevo en la intensa campaña. Hay gente que tiene terror", expresa una joven trabajadora.

En abril, durante el golpe, el presidente Hugo Chávez, al que le fueron cortadas las transmisiones y comunicaciones -incluso las de vía telefónica a partir de ciertas horas de la madrugada- habló de golpe mediático, y en estos días ha mencionado incluso el "terrorismo" que puede ejercer la manipulación informativa.

Pero en tanto la oposición desarrolla otra serie de maniobras desestabilizadoras y un reciente documento muestra su peligrosa estrategia, el Equipo Técnico Asesor de la Coordinadora Democrática (CD) que agrupa a los dos partidos tradicionales COPEI y Acción Democrática, así como a otros pequeños movimientos, la Confederación de Trabajadores de Venezuela, que está junto a los grandes empresarios, y otros en un arco increíble que llega a sectores del escindido Movimiento al Socialismo y hasta el ultraizquierdista Bandera Roja dice las cosas con meridiana claridad. Al analizar la situación del país se considera que la agenda de hacer aparecer a Chávez sin respaldo "se viene alcanzando progresivamente".

La CD añade en un documento que "en términos mediáticos hemos consolidado nuestras posiciones en amplias capas de la opinión pública, contando con el apoyo de los medios comprometidos y aplicando las estrategias recomendadas: desgobierno, corrupción, pobreza, desempleo, inflación, IVA, IDB, aumento del precio de la gasolina, represión y violencia. En este aspecto (de los medios) se viene demostrando alto nivel de coordinación: sin embargo, lo sucedido en Maracay el 29 de agosto debe ser una llamada de alerta, ya que hay críticas para Globovisión en el sentido de que dio cobertura a la concentración chavista a través de TS V, del Grupo Sindoni".

Esto muestra cómo sólo la cobertura de un acto oficial merece el señalamiento crítico para el "transgresor". Más adelante el documento estima que aunque el gobierno se adelantó y denunció el golpe económico adelantándose al desarrollo del plan en el ámbito financiero, "no tiene capacidad de controlar el impacto de nuestras acciones en lo referente al lío de la venta de bonos, la fuga de divisas, la obstrucción de créditos, la desinformación en torno a las cuentas fiscales".

En este mismo esquema reconocen que "hay que denotar el éxito de nuestras operaciones en el BCV (Banco Central de Venezuela), particularmente con la operación de las cifras sobre la caída del PIB, igualmente el impacto sicológico de la información sobre la ejecución presupuestaria de este año, donde se señala el agotamiento del gasto 90 por ciento en este periodo. A ello hay que agregarle el papel que viene cumpliendo el equipo en el área administrativa, cuya coordinación efectiva puede conducir a paralizar órdenes de pago, retardar los desembolsos en el nivel central".

Pero es muy directo el párrafo en el que este equipo de la CD sostiene que " sigue siendo decisivo retrasar las transferencias de divisas de PDVSA (Petróleos de Venezuela) al gobierno; las dilaciones y obstrucciones al BCV y de la Tesorería. Si nos empleamos a fondo el gobierno no tendrá cómo pagar nóminas, cancelar deudas y obligaciones inaplazables".

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