Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 3 de septiembre de 2002
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Política
ENTREVISTA

GERMAN MARTINEZ CAZARES, SECRETARIO DE ESTUDIOS DEL CEN PANISTA

La extrema derecha no tendrá cabida en el PAN

LA POLITICA DE LOS APELLIDOS HARIA QUE NOS GOBERNARA UN PAYASO

El funcionario del blanquiazul destaca la importancia de evitar que al gobierno ''llegue un candidato ciudadano sin ideas, que desprecie la política y a los partidos''

JUAN MANUEL VENEGAS

Una contribución, entre otras, quiere hacer Acción Nacional al país: poner un freno a las tentaciones totalitarias y evitar que al gobierno ''llegue un candidato ciudadano sin ideas, que desprecie la política y a los partidos... porque si la política la dejamos sólo en apellidos, al marketing y a la televisión, estaremos condenando a México a que lo gobierne un ocurrente, un chistoso, un gracioso o ¡un payaso!''

Para ello, explica en entrevista el secretario de Estudios del CEN del PAN, Germán Martínez Cázares, los panistas están en la tarea de revisar y proyectar sus principios de doctrina, nuevo documento de partido que en la convención nacional del próximo 14 y 15 de septiembre ubicará al blanquiazul en el ''centro ideológico'' y en la perspectiva del ''ejercicio democrático del poder'' y ''la responsabilidad social''.

Advierte que aquella posibilidad es un ''peligro real'' para el país, para la política y para el propio PAN, y sugiere: ''Veámonos en los espejos de otros países'' donde se impusieron las ''tentaciones totalitarias'' y los gobernantes ''que despreciaron a la política y a los partidos''.

Habla de las expresiones de la derecha intolerante y grupos extremistas vinculados al partido: ''Se les rechazará, se les condenará y se les expulsará'', advierte, pues ''no podemos ser de derecha en un país con más de 50 millones de pobres''.

De los tratos y pactos que se hacen desde Los Pinos con los priístas Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, y la inclusión en el gobierno de personajes como Jorge G. Castañeda, ajenos (y antes hasta contrarios) a la doctrina panista, reconoce que a su partido le faltan votos para pelear esas posiciones, pero en caso de obtenerlos, no duda: ''Su salida podría ser una consecuencia natural''.

También director de la Fundación Rafael Preciado Hernández, Martínez Cázares pertenece a la línea de panistas apegados a la doctrina y principios históricos del blanquiazul y es, junto con Felipe Calderón, uno de los herederos del bagaje del extinto Carlos Castillo Peraza con posiciones relevantes en la directiva de Acción Nacional.

A partir de los preceptos castillistas es que empieza la entrevista con La Jornada.

-Castillo Peraza hablaba de una victoria cultural para reforzar la victoria en las urnas. ¿Cómo ubicar este reproyección de los principios doctrinarios frente a un gobierno dominado por personajes no necesariamente panistas ni empapados de esos principios?

-Esa victoria cultural está ganada, en parte, porque los mexicanos ya contamos con el acceso democrático al poder. No es un logro exclusivo del PAN, pero sí hay que reconocer que nuestra terquedad democrática, manifiesta en años, contribuyó en mucho a desterrar la trampa electoral. Esa parte está ganada. Pero queda pendiente otra tarea y de eso se trata nuestra revisión y proyección de principios: vamos por la victoria cultural de la responsabilidad social, en la que seamos más de la sociedad y más responsables en la pluralidad, porque si ya tenemos el acceso democrático al poder, ahora lo que falta es el ejercicio democrático del poder.

-Eso quedará planteado en sus principios y plataforma, ¿pero cómo armonizarlo con un gobierno que, en nombre, es del PAN, pero que ejercen funcionarios que no pertenecen al partido y hasta lo desconocen?

-El ejercicio democrático del poder implica que nos reconozcamos distintos y que, como distintos y diferentes, tengamos un horizonte por el cual queremos que transite el país. La política sirve para eso: para que los diferentes busquen un espacio común y si nos ponemos de acuerdo de eso, los apellidos que gobiernen no importan. Por eso le estamos apostando a las ideas y a la doctrina, a contribuir a un rumbo nacional, antes de pensar en las personas que ejercen los cargos públicos. Si esas personas que ahora ejercen esos cargos comparten el rumbo de Acción Nacional, aunque no tengan credencial son bienvenidos.

-¿Valía la pena meterse en este debate doctrinario cuando tienen un gobierno que no ha podido asentarse ni afianzar su propuesta de cambio?

-Este ejercicio de reflexión ideológica va más allá de la coyuntura electoral o de la época de gobierno. Y no lo hacíamos desde 1965. No estamos haciendo un ejercicio de reflexión para responder al 2003 (los comicios federales más cercanos) o para responder a esta época de gobierno. Queremos afianzarnos en la confianza ciudadana, pero también contribuir en el rumbo del país, más allá del gobierno de Vicente Fox.

-¿Por dónde va la propuesta?

-Vamos a reafirmar nuestro humanismo político, que no es poca cosa, es esta época en la que parece que triunfa el mercado y en la que parece que triunfa el capital. Queremos reafirmar nuestra convicción de que el hombre, su desarrollo, debe estar en el centro de las políticas públicas. Eso por un lado; por el otro, buscamos reivindicar la política, porque también estamos en una época en que se le ha desprestigiado. Por eso vamos a hacer énfasis en el ejercicio democrático del poder y vamos a llevar al partido hacia la responsabilidad social, dando prioridad a los que menos tienen y a los que las oportunidades de desarrollo nunca han llegado. Buscaremos también ser un partido que abra espacios a una sociedad participativa y que ayude, por tanto, a la consolidación de una democracia participativa.

''Creo que el PAN ha perdido su rumbo y en la convención nacional lo vamos a recordar: vamos en busca del centro ideológico; vamos a rechazar todas las intolerancias y todos los extremos; vamos a presentar un documento, por lo tanto, tolerante y de mucho respeto a la pluralidad. Y dejaremos claro nuestro rechazo a la globalización, porque aunque estamos conscientes del intercambio entre las naciones, no estamos de acuerdo en que las fronteras se derriben sólo para el capital y el mercado, sino también para ampliar los horizontes de la democracia, del respeto a los derechos humanos y de la justicia... y otro tema que incluiremos y que no lo habíamos tocado a nivel de principios, es el medio ambiente y el desarrollo sostenible.''

-Asegura un rechazo a la intolerancia. ¿Qué va a pasar con los grupos de derecha y manifestaciones de intolerancia que se identifican con el PAN y con el gobierno de Fox?

-Vamos a rechazarlos, ¡no tendrán cabida en el partido! ¡Bajo ninguna circunstancia!

-¿Ya no van a tener cabida grupos como...?

-Nunca la han tenido ni deben tenerla.

-Castillo Peraza y José Angel Conchello los denunciaban...

-No deben tenerla. Con toda claridad lo digo: deben ser rechazados categóricamente por el PAN... y por eso debemos tener claro el rumbo para rechazar, frenar y denunciar a los que no creen en la pluralidad y no respetan las diferencias, a los extremistas tanto de izquierda como de derecha...

-Pero al PAN le tocan, en todo caso, los grupos de derecha identificados con el partido y lidiar con expresiones como las del secretario del Trabajo, Carlos Abascal...

-Pues no van a tener cabida ni respaldo en el partido esas expresiones... éste debe ser un partido de la responsabilidad social y no de las buenas costumbres. Ahí va a estar la diferencia y el cerco, el freno a los intolerantes.

-Y volviendo al tema de los apellidos, dice que no importa quiénes estén en el gobierno, pero en el caso del PAN resulta que es visto como un instituto que se sostiene por el poder e influencia de sus apellidos...

-No, el PAN ha trascendido a los apellidos porque le ha apostado a las ideas y a su contribución a definir un rumbo de país. Y nunca le vamos a apostar a los apellidos, porque tenemos muy bien identificado un nuevo peligro para México y una amenaza para la política y para el PAN mismo: que llegue un candidato sin ideas, que desprecie la política, que desprecie a los partidos y que después en el gobierno haga lo que se le dé la gana y que convoque a que los mexicanos le firmemos un cheque en blanco... ¡veámonos en el espejo de las tentaciones totalitarias que ha habido en otros países! Perú, Venezuela o los intentos de LePen en Francia. Por eso la importancia de apostarle a las ideas, porque si dejamos que la política sea sólo de apellidos, marketing y televisión, estaremos condenando a México a que lo gobierne un ocurrente, un gracioso, un chistoso o ¡un payaso!

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