Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 3 de septiembre de 2002
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Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

Banderazo a la campaña de 2003

Beatriz Paredes, como muñeco de ventrílocuo
En un mes, a lo más, Fox romperá la concordia

LO PRIMERO QUE debe preguntarse cualquier ciudadano atento a lo que pasó en San Lázaro este domingo es por qué todo mundo le bajó a la metralla política. Luego habría que organizar apuestas respecto a cuánto durará esta tardía luna de miel, quién la habrá de romper y a quién o a quiénes se culpará (viendo las elecciones de 2003) de la rotura anunciada de este romance bajo sospecha.

EL VIRTUAL CESE del fuego habido en la sesión dominical del Congreso de la Unión proviene de los acuerdos secretos de colaboración que se han trazado entre Los Pinos, el PAN y el segmento priísta que encabezan Roberto Madrazo y Elba Esther Gordillo, y, por otro lado, de la esperanzada ingenuidad perredista que cree posible romper ese bipartidismo inducido e incorporarse plenamente a una discusión triangular equitativa.

LOS PRIMEROS ACUERDOS lograron que el PRD fuera marginado de la presidencia de la mesa directiva de la Cámara de Diputados y del derecho a responder al multicitado informe. Beatriz Paredes cumplió así con un papel de muñeco de ventrílocuo a un discurso que, de otra manera, habría sido pronunciado en primera persona por Felipe Calderón Hinojosa. Tales acuerdos en lo oscurito llevaron al PRI a proponer como su gladiador oratorio a un personaje secundario, César Camacho, ex gobernador interino del estado de México y actual senador que, aun si hubiera lanzado fuego, no habría incendiado pradera alguna. Un mensajero, pues, a la altura de los arreglos pacificadores. Igual sucedió con el PAN, que envió a la tribuna al senador Jorge Zermeño, el ex presidente municipal de Torreón que es subcoordinador de la bancada senatorial blanquiazul y que ejerció las flexiones de espalda ante el gobierno foxista con la misma disciplina que lo hicieron en el pasado los priístas respecto de sus presidentes de la República.

A PESAR DE ESOS acuerdos buscadores de que no hubiera tos en el ejido presidencial, dos priístas dieron la nota discordante. Uno de ellos, José Murat, quien mantiene un viejo enfrentamiento con Beatriz Paredes y ya días antes había denunciado el "maridaje" entre su partido, el Revolucionario Institucional, y el PAN, y había calificado de "cochupo" las maniobras con las que se buscaba evitar la llegada del PRD a la directiva y a la tribuna de San Lázaro. Aliado de Roberto Madrazo, Murat ha aprovechado los nuevos tiempos políticos para irse colocando en una posición más cercana a movimientos sociales cargados a la izquierda (la disidencia magisterial y el zapatismo civil oaxaqueños, por ejemplo) y con frecuencia sus lances y desplantes son entendidos en la ortodoxia política como presiones y amagos e incluso como actos preparatorios de una eventual salida del partido tricolor. A Elba Esther Gordillo, por su parte, la ha asaltado la vocación solidaria con el PRD en un momento oportunísimo, pues aparte de ajustar cuentas con Beatriz Paredes (con quien mantiene una rivalidad añeja y nada encubierta), la salida que hizo de San Lázaro antes que comenzara la respuesta diputadil al citado informe, acompañada de los diputados pertenecientes al sindicato magisterial que ella mangonea, le ayuda a disipar un poco el escándalo que en su contra detonó su mentor hoy olvidado, el profesor Carlos Jonguitud Barrios, y además le permite advertir, a quienes desde "su casa" partidista la maltratan, que podría buscar y encontrar nuevos caminos partidistas, propios o en alianza.

TAN EFIMEROS Y PRECARIOS son, pues, los acuerdos habidos entre los tres principales partidos en sí, y de éstos con el Presidente de la República, que poca esperanza sensata se habría de tener en que prosperen las frases mediáticamente destacadas de Vicente Fox con las que convoca a tiempos de concordia y entendimiento políticos. No debe olvidarse que esa propuesta de presuntas reconciliaciones ha nacido muerta, pues no descansa en la búsqueda de puntos de encuentro que pudieran dar paso a propuestas conjuntas, sino en la pretensión de que los partidos opositores a su gobierno aprueben y apoyen los planes que él, el Presidente, considera a su leal saber y entender que son los mejores para la nación.

EN ESE NAUFRAGIO todavía no entendido, es posible que el PRD resulte a fin de cuentas el partido más dañado en este proceso de falsas convergencias, pues a pesar de las evidencias de que desde Los Pinos se tramó un golpe excluyente de máxima fuerza en su contra, ahora se ha avenido también a dar cuerpo a las pretensiones pacificadoras, escenificando una protesta light contra la villana favorita de San Lázaro, pero cuidando con esmero que el pétalo de esa inconformidad no fuese a tocar la piel sensible de Los Pinos supuestamente reformulados.

EL RESULTADO DE las maniobras distensionadoras es claro. Visual y auditivamente fue un informe censurado por la manipulación de las cámaras y micrófonos del gobierno federal que dice promover transparencias y libertades. Las críticas partidistas fueron amortiguadas mediante acuerdos de presuntas aperturas y cogobiernos. Los dirigentes de los partidos opositores al PAN pelean entre sí porque no entienden ni calibran los acuerdos en curso. ƑCuánto pueden durar estas concordias recientes? Poco, cree este tecleador que se acaba de enterar de que Santaclós no existe; tal vez un par de semanas o un mes, en cuanto las promesas de fraternidad sean sometidas al ácido de la realidad. ƑQuién habrá de romperlas? El Presidente, aunque, y allí puede estar una clave esencial, culpando a los partidos de oposición de impedirle cumplir con las ofertas de terciopelo hechas en el segundo Informe.

DE HECHO, LA campaña de 2003 recibió este domingo en San Lázaro el banderazo presidencial de arranque y, rumbo a ella, al PAN y al foxismo nada les convendrá tanto como exhibir, con toda la fuerza mediática que sea necesaria, a los partidos opositores como culpables de que una promesa foxista más no pudiese ser cumplida. Entre más humilde, apacible, apagado y propositivo hubiese sido el Presidente a la hora de tender la mano a sus opositores, más fuerte habría de ser la reacción ofendida de los electores que vieran una vez más cómo los malos de la película le impiden al bueno salvar a la muchacha (la Patria en este caso). Y, de allí, a votar por el PAN para que el Presidente tenga una Cámara de Diputados a su favor.

Fax: 55 45 04 73 [email protected]

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