Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 28 de junio de 2002
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Espectáculos

Leonardo García Tsao

El sueño imposible

En su corta carrera, Christopher Nolan se ha especializado en darle un giro a las expectativas. Si el término remake evoca el recurso hollywoodense más común para echar a perder buenas ideas, el cineasta británico le ha dado otro sentido a Insomnia, la película noruega del debutante Erik Skoldbjaerg (de 1997, y nunca estrenada en México).

Titulada igualmente Insomnia (que la distribuidora mexicana no se ha molestado en traducir por el simple equivalente castellano insomnio), el tercer largometraje de Nolan -y primera gran producción en Hollywood- parte de un argumento muy similar al del original: el veterano policía Will Dormer (Al Pacino) y su compañero Hap Eckhart (Martin Donovan) viajan de Los Angeles al pueblo de Nightmute, Alaska, para ayudar en la investigación del asesinato de una adolescente. Cuando se tiende una trampa al posible asesino, éste logra escapar en la niebla. En la confusión, Dormer dispara y mata a Hap, quien la noche anterior le confesó cómo había sido obligado a colaborar en una investigación de Asuntos Internos, empeñada en revelar los métodos poco ortodoxos del primero. Por ello, Dormer trata de ocultar su culpabilidad y hacer parecer que fue el asesino prófugo quien disparó contra su colega; eso se vuelve un factor fundamental en su incapacidad para conciliar el sueño durante las iluminadas noches (su apellido es, claro, un juego de palabras sobre su principal carencia).

El cambio más interesante sobre la premisa original ha sido convertir al asesino en un alter ego del policía. El personaje del escritor Walter Finch (Robin Williams) confiesa haber matado accidentalmente a la chica, pero ha atestiguado el asesinato de Eckhart. Así se establece entre ellos un asedio sicológico, un toma y daca de culpas sobre quién debe pagar su crimen.

En ese sentido, Dormer desciende directamente del corrupto policía Quinlan, el memorable antihéroe noir de Sombras del mal (Orson Welles, 1958), pues él también ha concluido que los fines justifican los medios, y entonces plantar evidencias incriminantes para condenar a los sospechosos se ha vuelto parte de su metodología. Si el filme noir se desarrolla entre las sombras y la penumbra nocturna como parte esencial de su atmósfera, Insomnia ensaya lo contrario, una especie de film blanc, pues el sol nunca se pone en el verano nórdico de Alaska. La perenne luz diurna no sólo desorienta al protagonista, sino se vuelve un signo físico de la principal causa de su insomnio: la mala conciencia. Así como la sangre empapa el tejido de una tela -el leit motiv visual de la película-, la luz se filtra a través de la deseada oscuridad como un elemento acusador.

Al mismo tiempo, la historia aprovecha bien el personaje femenino de Ellie Burr (Hilary Swank), una policía novata cuya admiración por el veterano fuereño se transforma en una suspicacia incitada por él mismo. A diferencia de la investigadora antagonista de la cinta noruega, Burr representa la posibilidad de redención de Dormer. Sus consejos no sólo pretenden educarla sino, hasta el final, conservar su honestidad policíaca.

Aunque Nolan ha hecho un thriller bastante más convencional que su anterior Amnesia, un prodigio de construcción narrativa, sí confirma su capacidad para hacer que el entorno refleje el estado emocional de sus personajes. En sustitución de la habitual urbe, el bello pero agreste paisaje de montañas nevadas crea un efecto paradójico de encierro; no es gratuito que una de las contadas secuencias de acción sea una persecución sobre troncos flotantes, culminante en una sensación de ahogo.

Por otro lado, el realizador revela una capacidad insólita para extraer actuaciones controladas. En varios papeles recientes, Pacino había mostrado su recuperada sutileza; aquí ejerce un visible desgaste físico para expresar el desaliento moral de Dormer. Pero el verdadero milagro es ver a un Robin Williams despojado de sus irritantes tics de payaso ternuriento; su interpretación de Finch es un acabado estudio de lo que sucede cuando un pobre diablo se siente acorralado.

Con Amnesia e Insomnia, Nolan promete ser esa rareza: un cineasta de género de ligas mayores. (ƑCómo se llamará su siguiente esfuerzo? ƑDislexia?)

 

INSOMNIA

D: Christopher Nolan/ G: Hillary Seitz, basado en el argumento de la película Insomnia, escrito por Nikolaj Frobenius y Erik Skjoldbjaerg/ F. en C: Wally Pfister/ M: David Julián/ Ed: Dody Dorn/ I: Al Pacino, Robin Williams, Hilary Swank, Maura Tierney, Martin Donovan/ P: Alcon Entertainment, Section Eight Ltd., Witt/Thomas Productions. EU, 2002.

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