Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Viernes 28 de junio de 2002
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Cultura

Comenzaron las sesiones de la tercera Mesa Redonda del sitio arqueológico

Monte Albán: mujeres y hombres ejercieron el poder

ARTURO JIMENEZ ENVIADO

Oaxaca, Oax., 27 de junio. La participación de las mujeres al mismo nivel que los hombres en el poder, así como el ejercicio del mismo mediante una singular organización política y social basada en ciertas ''casas nobles" o familias de linaje, figuran entre los avances de las más recientes investigaciones sobre los misterios de la antigua cultura zapoteca, cuya metrópoli por excelencia fue Monte Albán.

Lo anterior se infiere de las primeras conferencias de la tercera Mesa Redonda de Monte Albán que este jueves comenzó en la capital oaxaqueña, sobre todo de los últimos trabajos de Marcus Winter y John Chance, investigadores adscritos al Centro INAH-Oaxaca y a la Universidad del Estado de Arizona, de manera respectiva.

''Debe destacarse la creatividad de los zapotecos, su capacidad para la innovación en todos los aspectos, no sólo en lo social y lo político", señala Winter en entrevista al comentar sus investigaciones.

''También en lo religioso, porque todos esos aspectos de los templos, de los dioses, del calendario, aparecen en Oaxaca entre los zapotecos como algo propio. Sobre todo cuando se inicia la vida en Monte Albán, donde ya hay tanta gente y deben inventarse formas de manejarla, organizarla y mantener la paz social por primera vez. Antes vivían en pequeñas aldeas y no había tanto problema."

Para ilustrar las singularidades de Monte Albán se pide a Winter que lo compare con Teotihuacán. En la primera ciudad, dice, el patrón de asentamiento se dividió en grandes conjuntos de departamentos o barrios, con 60 o cien personas en cada uno. Mientras con los zapotecos, dice, cada familia vivía en su casa, por separado.

''Entre los teotihuacanos no hay evidencias de quiénes eran los líderes y se habla de un tipo de organización colectiva, aunque no está claro. En Monte Albán sí está claro que algunos señores, en un tiempo dado, eran los jefes de las comunidades. Eso se observa en las piedras grabadas, las pinturas y sus tumbas."

Poderosas familias

Sobre las formas de organización política en Monte Albán, Winter explica que fueron diferentes de acuerdo con la época, desde los antecedentes y el comienzo, 500 años aC, hasta la declinación, 800 dC. Y aunque comparten rasgos, estas formas adquirieron modos singulares en las ciudades zapotecas contemporáneas de Monte Albán, casi siempre bajo su influencia.

Para ilustrar el tema Winter recurre a planteamientos hechos por John Chance, respecto de las ''casas nobles" de la época posclásica. ''Eran familias de la realeza en las que tanto hombres como mujeres te-nían mucha importancia y figuraban en ámbitos como la propiedad, la producción, el consumo y otras actividades. Y estas familias-élite administrativas, como las llamo, controlaban las sociedades."

Incluso, dice, hombres y mujeres aparecen en la iconografía. ''Tenían el juego de pelota, el mercado y el templo-patio-altar junto a sus casas para controlar las actividades de la comunidad, de los nobles de segundo y tercer rangos, así como de los comuneros."

Winter señala que en la etapa anterior, durante el periodo de conexión con Teotihuacán, a partir del 200 dC, al parecer las mujeres aún no figuraban en los papeles dirigentes de la organización política y social de Monte Albán. ''No aparecen en la iconografía y no sabemos con exactitud cómo estaban organizadas las familias."

Hombres guerreros

Se sabe, agrega Winter, de la existencia de grupos de hombres que luchaban entre sí por el control de Monte Albán, etapa que duró del 300 aC al 200 dC. ''Por eso vemos tanto los cráneos y su culto en los vestigios. Fueron guerreros que quemaban los cráneos de sus adversarios vencidos."

Winter y Chance comentaron que quizá la presencia teotihuacana en esta zona zapoteca cambió en algún modo su organización social. ''No se sabe aún por qué se estableció ese nexo. Hubo intercambios de aquí para allá y viceversa. Luego los teotihuacanos tomaron el poder en Monte Albán y causaron la fragmentación (del control político) en el valle de Oaxaca."

Las poblaciones, explica Winter, eran sencillas, como aldeas, pero hay evidencia de posibles jefes hombres de las familias. ''Pero el gran cambio en Oaxaca fue cuando algunas de estas comunidades se unieron y de alguna forma crean el centro urbano de Monte Albán (500 aC). Es la primera vez que hay vida urbana en Mesoamérica."

El auge de Monte Albán fue de 500 a 800 dC, después de que se fueron o expulsaron a los teotihuacanos. "Entonces estas familias o casas nobles florecen en esta ciudad como en muchísimos otros centros urbanos del valle de Oaxaca, como Macuilxóchitl, Mitla o Cerro de la Campana. Monte Albán sigue siendo especial aunque las otras poblaciones zapotecas también tienen poder."

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