Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Jueves 20 de junio de 2002
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Deportes

Las pequeñas naciones futbolísticas intentan dar golpe de Estado

Cuatro inesperados en cuartos de final

Alemania, Inglaterra y Brasil buscarán mantener la lógica en la Copa

AFP Y REUTERS

Seul, 19 de junio. Tal como pinta el Mundial 2002 no es descartable que el 30 de junio en Yokohama, en el partido final, se reúnan dos equipos con escaso pedigrí futbolístico, como si se tratara de un torneo de tenis en el que muchas veces el vencedor sale de la fase previa de las clasificaciones.

"Ya no hay favoritos. Todos los partidos están al 50 por ciento para cada uno", afirmó el alemán Rudi Voeller. El brasileño Luiz Felipe Scolari lo secunda: "Ya no basta tener un nombre para ganar un partido".

Y es que nunca un Mundial había sido tan raro en cuanto a resultados. Pero las sorpresas podrían convertirse en un terremoto cuando el viernes y sábado la Copa entre en sus etapas decisivas.

El partido inaugural fue un aviso de lo que iba a suceder. Francia, el campeón reciente, cayó 1-0 ante el debutante Senegal y se fue sin anotar gol.

A Argentina le había ocurrido algo parecido en Italia 90, al perder 1-0 ante Camerún en el juego de apertura, pero al final llegaría a la final ante Alemania. En esa época el futbol era relativamente cuerdo y se respetaba a los que llevaban historial.

Italia, que normalmente trastabillea en la primera fase para luego hacer un gran Mundial, también se dio cuenta ante Corea del Sur de que las reglas han cambiado: ya no se respeta a nadie.

Los azzurri clasificaron gracias a un gol en los últimos minutos de Alessandro del Piero ante México. Algo similar les había ocurrido en España 82 y luego fueron campeones, y también en Estados Unidos 94, cuando perdieron la final en penales ante Brasil.

Lo que no se imaginaban los hombres de Trapattoni es que el orden mundial está cambiando y las pequeñas naciones futbolísticas quieren dar golpe de Estado.

Junto a Francia en la primera fase habían caído Argentina y Portugal, éste semifinalista en la última Eurocopa.

La sinrazón de este Mundial es tal que incluso España, acostumbrada a decepcionar en pasadas citas, se encuentra clasificada.

Entre un tropezón y otro nos hemos plantado en unos cuartos de final con cuatro inesperados visitantes: Estados Unidos, ausente del futbol de alto nivel desde su semifinal en 1930; Corea del Sur, cinco mundiales sin lograr una sola victoria; Senegal, primera participación; y Turquía, que no jugaba en una Copa desde 1954.

Para mantener el orden y que la Copa del Mundo no se convierta en un torneo de tenis están Alemania, Inglaterra y Brasil, que entre los tres suman ocho títulos mundiales, aunque uno de los dos últimos no llegará a semifinales, pues se enfrentan entre sí.

Los presidentes de Estados Unidos y Senegal, George Bush y Abdoulaye Wade, se reunieron en Washington y expresaron sus votos para que los dos países lleguen a la final.

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