Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Domingo 16 de junio de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Fotos del Día
  Librería de La Jornada
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política

Habitantes de Nueva Patria dicen que volverán a sembrar en el predio Tulipán

Resistencia zapatista a los ataques de la Orcao

El pasado miércoles indígenas de Sibacá destrozaron dos hectáreas de cultivo

HERMANN BELLINGHAUSEN ENVIADO

Municipio Autonomo Primero de Enero, chis., 15 de junio. Las siembras fueron arrancadas o trozadas durante el ataque a machete limpio que les vinieron a hacer a los autónomos de Patria Nueva sus hermanos indígenas de Sibacá, afiliados a la Organización Regional de Cafeticultores de Ocosingo (Orcao). La disputa es ahora por el predio Tulipán, en el que han laborado juntos durante cuatro años.

"Antes lo trabajábamos juntos los de Orcao y zapatistas. Eramos los mismos, pues. Pero ellos se salieron de la resistencia y ahora quieren todas las tierras que recuperamos juntos", explica uno de los campesinos afectados, mientras recorre la parcela de Tulipán. Dos hectáreas de cultivos derrumbados se pudren en el suelo.

"Nuestro pensamiento es que no vamos a dejar esta tierra, pase lo que pase. ƑPor qué esperaron para atacar cuando ya estaba creciendo la milpa?", declara, y se pregunta, tratando de entender esa violencia. "Nosotros ya mejoramos las tierras, las hemos arado siempre bien".

Las tierras del que fuera el rancho Tulipán, unos cuantos kilómetros al norte de la ciudad de Ocosingo, dejaron de servir como potrero para las vacas ociosas del patrón para convertirse en parcelas trabajadas por los indígenas. Pero aún ahora que éstos las recuperaron, son motivo de conflicto y dolor para quienes las trabajan.

"Este miércoles 12 arrancaron el maíz y el frijol, machetearon los 400 árboles de plátano, se llevaron el elote fresco, la yuca que estaba buena, el chayote y la calabaza", enumera mientras caminamos sobre la tierra blanda y removida. Grandes matas de maíz yacen, pudriéndose, junto a otras que apenas ganan altura y verdor.

"Los hermanos de Orcao arrancaron los maíces de los zapatistas, no los suyos, que los vinieron a sembrar después de nosotros, en medio de la milpa nuestra", agrega para justificar la presencia de una "segunda milpa" que sobrevive entre al destrozo.

Al otro lado del río, que sirve de límite al predio, el hombre señala una milpa y un platanar en esplendor: "Así se veía nuestro campo hace unos días", dice. "Y siempre me da lástima ver que se desperdició todo lo que tenía trabajado". A nuestros pies yacen los troncos y hojas de plátano que se transforman rápidamente en bagazo, partidos en multitud de fragmentos, al igual que las pencas de fruta tierna, inservible. (Un criminólogo concluiría: con un machetazo bastaba; más de cuatro tajos revelan que el platanicidio fue pasional).

"Vinieron 40 personas de Sibacá, aprovecharon que no estábamos para defender. Los mismos que el 24 de mayo quemaron y machetearon el tractor del municipio autónomo, golpearon a una compañera y cortaron de machete a un compañero. Estaban trabajando nuestros compañeros, los pararon y metieron el fuego."

El hombre no deja de reprochar al reportero no haber acudido antes, para ver los estropicios cuando acababan de ocurrir y la milpa y el platanal no se habían podrido. "El que organiza los ataques es el tunhel de Sibacá, y los dirigentes de Orcao apoyan ese movimiento contra de los autónomos".

Luego de un breve arrebato de nostalgia ("aquí echamos nuestro pozolito para trabajar", comentó al cruzar una arboleda junto al río) señala todo el maíz que ya no hay, y anuncia: "Si vienen a chingar otra vez nuestras cosechas no lo vamos a permitir. Este lunes vamos a sembrar aquí de nuevo".

De regreso al nuevo centro de población, Primero de Enero, el hombre que ha guiado al reportero comenta sorpresivamente: "Antes todos éramos Orcao. Orcao era la máscara del EZLN, pues. Pero nosotros no firmamos con el gobierno ningún compromiso de no recuperar las tierras de los ranchos, mientras que esos compañeros sí firmaron, y solicitaron titulación para salirse de la resistencia".

Los campesinos que nos acompañan durante el recorrido sólo han hablado en tzeltal, pero de pronto un muchacho de entre ellos comenta, a la vista de una vacas pastando en el rancho vecino: "Los de Orcao usan el ganado para expulsar. Será para eso que se los reparte el gobierno".

La Orcao también hace acusaciones

El dirigente de la Orcao, José Pérez Gómez, divulgó ayer un comunicado de su organización en el que se acusa a los pobladores de Moisés Gandhi, en el municipio autónomo Ernesto Che Guevara, de amenazar con invadir unos lotes cuya propiedad reclama la organización de cafetaleros de Ocosingo.

Se trata de Campo Vírgen Abasolo, Cuxuljá, Progreso, San Luis y Sacrificio la Esperanza, en tierras próximas al río Vírgen, al oeste de Ocosingo. Hace ocho años, apunta la Orcao, "varias familias comenzaron a trabajar estos predios, y hace dos años comenzaron a edificar viviendas sin que las base, del EZLN reclamaran".

A partir del mes pasado, dice el comunicado orcaísta, "los zapatistas llegaron a amenazar con destruir las casas". Enseguida acusa de "incapacidad política" a los autónomos de Moisés Gandhi, por "no querer dialogar sobre el problema de tierras". No obstante, desde hace más de un año los zapatistas han reclamado derechos comunes sobre dichas tierras.

A la vez que la Orcao arrasa nuevamente un predio de los zapatistas, los señala como "culpables de cualquier enfrentamiento que se suscite". O sea, la Orcao destruye la milpa de Tulipán (como antes arruinó el mural de la tienda autónoma de Cuxuljá), derriba límites en Pomalá, amenaza a los habitantes de Javier López-Chamizal, expulsa a los zapatistas de Ucumiljá y Ja'ten'chib (Ocosingo), los echa a tiros de sus casas en San Pedro Buena Vista (Sitalá), y sin embargo se dice amenazada.

Desde que son parte del gobierno estatal de Pablo Salazar Mendiguchía, los orcaístas han decidido disputar prácticamente todos los terrenos que recuperaron junto con los rebeldes después de 1994, pero afirman "que existe el rumor" de que este fin de semana los zapatistas "podrían cumplir sus sentencias de desalojo".

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año