La esposa e hijo del alcalde, dos investigadoras extranjeras y estudiantes, los detenidos

Retienen habitantes de Atenco a nueve personas

Tras varias horas de tensión fueron liberadas; María Pastené busca dividirnos, dicen

JAVIER SALINAS CESAREO CORRESPONSAL

San Salvador Atenco, Mex., 5 de junio. Una vez más, los pobladores de San Salvador Atenco demostraron su enojo por la construcción del aeropuerto en sus tierras. Hoy nueve personas, entre ellas la esposa y el hijo del presidente municipal priísta, Margarito Yánez, además de dos investigadoras, una de Canadá y otra de Perú, fueron retenidos por los campesinos en resistencia en la comunidad de Acuexcomac.

La esposa del alcalde María Pastené, junto con tres trabajadores del DIF municipal, fue sometida luego de que habían repartido despensas a la población y fotografiado a los miembros de la resistencia. El automóvil en el que viajaban fue semidestruido por los habitantes.

Mientras, dos investigadoras y dos estudiantes fueron sorprendidos realizando un video y una investigación de los impactos ecológicos y culturales que traerá la construcción del nuevo aeropuerto en los ejidos, pero sin permiso de los campesinos.

Por la mañana, los labriegos en plantón partieron en caravana a la fábrica Starhorse, de origen coreano, que se localiza en la comunidad de la Pastoría. Ahí protestaron por las malas condiciones laborales en las que se tiene a más de 300 trabajadoras, la mayoría vecinas de Atenco y Texcoco.

Denunciaron que no se les ha dado su reparto de utilidades, se les obliga a laborar 14 horas sin interrupción, no se les respeta su hora de comida y se les restringe ir a realizar sus necesidades fisiológicas.

Paralelamente, en la comunidad de Acuexcomac, las investigadoras Reyna Guduz, de la Universidad de Treemm, de Canadá, Gloria Crusado, de Perú, así como los estudiantes de la Universidad del Valle de Texcoco, Roldán Monroy Granados y Geovani González Rico, fueron sometidos por los campesinos y habitantes, cuando realizaban un video y una investigación.

Las extranjeras y estudiantes estuvieron retenidos en las oficinas del comisariado ejidal. Los campesinos les reclamaron el porqué no les habían pedido permiso para entrar a sus parcelas.

Los retenidos explicaron que se trataba de una investigación y la realización de un video "en favor de la lucha campesina", para difundir la conservación cultural y ambiental de la zona, principalmente entre los jóvenes de las escuelas de la región. Tras advertirles que no volvieran a entrar a sus tierras sin permiso, los campesinos permitieron su salida.

Después los campesinos se percataron de que en la esquina de la explanada de Acuexcomac, a bordo de una camioneta Plymouth, sin placas, se encontraban María Pastené, esposa del alcalde, así como sus empleados del DIF municipal, María Félix Yáñez, Elsa Cuevas Vera y Evodio Yánez Cortés, quienes tomaban fotografías a los integrantes del movimiento.

Cientos de labriegos se abalanzaron sobre el vehículo, que pretendió darse a la fuga, pero sólo pudo avanzar medio cuadra. Los labriegos arremetieron contra la camioneta, le rompieron dos vidrios, le poncharon las llantas y estuvieron a punto de volcarla.

La esposa del alcalde y los empleados del ayuntamiento fueron sometidos y presentados ante la multitud. Minutos más tarde también fue sometido Edgar Yánez, hijo del alcalde. Varios conatos de violencia se registraron, ante el enojo de los labriegos, quienes reclamaban en todo momento la actitud de los familiares y empleados del ayuntamiento, pues aseguran que en las semanas recientes se han dedicado a distribuir despensas, dinero y materiales entre los pobladores, "para desintegrar el movimiento de resistencia contra la construcción del nuevo aeropuerto".

Los labriegos responsabilizaron a María Pastené y al alcalde Margarito Yánez de estar alentando la violencia, principalmente en la colonia Francisco I. Madero, en donde opera un grupo armado de vecinos que busca obligar a los campesinos a dejar el movimiento.

Varias horas de tensión se vivieron. Los retenidos fueron conducidos hacia la carretera Texcoco-Lechería, donde se les permitió retirarse.