JAZZ

Antonio Malacara

Los músicos de José

HACE SEIS AÑOS, cuatro amigos que recién salían de la adolescencia se vieron en la imperiosa necesidad de extender su cuatitud a los terrenos del arte. Integran entonces un grupo musical y deciden darse a conocer como Los músicos de José. Desde entonces, la música funk fue el eje sobre el que tejieron los diferentes decires y haceres que cada quien traía consigo, pues los cuatro han sido siempre compositores y arreglistas.

ALDO MAX RODRIGUEZ, que por aquel entonces ya estudiaba en la Escuela Superior de Música, se hizo cargo del piano, el sax alto y el clarinete; Paul Spalla tomó el bajo eléctrico; David López Boyer hizo lo impropio con la guitarra y el tres cubano; mientras que Miguel Haller Sesma, quien empezara en la música desde los cinco años, se sentó ante la batería y las percusiones.

ƑPOR QUE ENTONCES Los músicos de José? Pues porque resulta que había un quinto amigo, José Rojas, que merodeaba entre el estar y no estar en el grupo (fue hasta cuatro años después que se integró formalmente); así que, ejerciendo la sana costumbre de la sátira y el pitorreo, el cuarteto se bautizó como Los Músicos de José e inició una larga e intermitente serie de conciertos por diferentes estados de la República y el DF, resaltando la apertura que hicieran a un concierto de Steven Brown y su Nine Rain.

DECIAMOS QUE, DESDE el principio, el funk fue el núcleo central de su producción, pero dada su clara proclividad hacia las fusiones y la improvisación, los chavales fueron prontamente identificados como un excelente grupo de funk jazz. No obstante, su propuesta es toda una paleta de amplísimas posibilidades. En sus composiciones nos presentan un sin fin de imágenes melódicas que van engarzando con pulcritud y potencia en las bases rítmicas del funk jazz, pero también en el rock que nos evoca a Frank Zappa (Hot Rats) y hasta en el mambo y la rumba.

ES PREOCUPANTE QUE Los músicos de José no esté totalmente integrado al circuito jazzístico nacional, y que después de seis años no cuenten con disco alguno, pues el profesionalismo y la riqueza de su sonido le otorgan una sobrada justificación. Su discurso musical dista mucho de la monotonía lineal (salud por los pleonasmos) que caracteriza a algunos exponentes del sonido funky; cada uno de sus temas llegan impregnados de imaginación, de giros y rompimientos que los revitalizan a cada instante.

HOY, EL GRUPO se ha transformando en banda, pues cinco nuevos músicos se integraron al proyecto. Jorge Whaley se encarga de las percusiones africanas y latinas, Michel Acosta entró en el segundo saxofón, César está en la flauta, mientras que Elías Zacarías y el famoso José Rojas le dan a las trompetas. Si con cuatro integrantes y un solo aliento Los músicos de José obtenía resultado tan poderoso, imaginémonos ahora los resultados con nueve elementos.

BIEN, PUES LOS músicos de José se presentan el día de hoy, a las 19 horas, en la Casa de la Cultura de Tlalpan, como parte culminante del evento Un día del niño por el niño de la calle. En este concierto estrenarán dos obras, dos variaciones a temas académicos adaptados y filtrados por los esquemas del funk, se trata de Pedro y el lobo, de Prokofiev, y dos fragmentos de un Cuarteto de cuerdas y del Concierto para piano y trompeta, de Shostakovich. Claro, además de los lúdicos temas de la banda, como Los iguanos, La conversión y Mambo jazz.