Venta de drogas al menudeo, entre ellas, dice

Suficientes pruebas contra sospechosos de matar a funcionarios de SSP: Bátiz

ANGEL BOLAÑOS SANCHEZ

Aun cuando no se ha establecido el móvil del homicidio de Guillermo Robles Liceaga y Martín Guerrero Rojas, mandos de la Secretaría de Seguridad Pública que dirigían el Grupo Roble, el procurador general de Justicia del Distrito Federal, Bernardo Bátiz Vázquez, aseguró que la dependencia encontró suficientes elementos para consignar al agente judicial de la Procuraduría General de la República y a los dos ex agentes judiciales capitalinos detenidos.

El funcionario señaló que la investigación continúa abierta y se realizan diligencias muy importantes: "Tenemos informes de que estaba trabajando en cuestiones relacionadas con la venta de droga al menudeo, había participado en un operativo muy importante en el Pedregal de Santo Domingo (delegación Coyoacán), donde se detuvo a 20 personas con motivo precisamente de la venta de enervantes y robo de vehículos".

No obstante indicó que se van a considerar otras posibilidades "pero de eso sí no quisiera yo adelantar".

Bátiz explicó que hubiese sido una irresponsabilidad no poner a disposición del juez a los sospechosos del doble homicidio, Jesús Samuel Barrón Rosales, Jorge Sánchez López y el agente en activo de la PGR Ricardo Guerrero Ugalde, quienes fueron remitidos al Reclusorio Oriente el pasado viernes.

"Se nos estaba venciendo el término (de 48 horas), teníamos que concluir la averiguación y decidimos que el juez resolviera, teníamos los elementos y ahora corresponde al juez determinar si es suficiente el número de pruebas que aportamos, creemos que sí, por eso lo hicimos."

Explicó que los detenidos no quisieron declarar nada, "no han explicado qué estaban haciendo", e incluso el efectivo de la PGR que resultó positivo en la prueba de absorción atómica con la que se comprobó que había disparado un arma de fuego incurrió en contradicciones al explicar las razones por las que tenía residuos de pólvora en las manos.

"Mencionó que había disparado en un rancho, en la casa de una persona, luego dijo que en Balbuena, entonces ha habido ahí alguna variación, pero tendrá que acreditarlo en todo caso. Además dice que lo hizo desde el domingo, y a pesar de muchos disparos que hubiera hecho, 200 dice él, los residuos de pólvora no se conservan después de baños, aseos, lavados de mano, manipulación de cosas."

Incluso comentó que los peritos aseguran que las siguientes 12 horas de que se comete un crimen por disparo de arma de fuego son claves para realizar la prueba de Harris o de rodizonato de sodio a los sospechosos, porque es muy difícil que se preserven los rastros de pólvora y en este caso, habían pasado más de 24 horas después de su presunta práctica de tiro.

Explicó además que el mismo sujeto, Guerrero Ugalde, fue identificado plenamente y sin dudar por uno de los dos policías que acompañaban a Robles Liceaga y Guerrero Rojas y resultaron lesionados en el atentado, pues afirma que venía en el vehículo asomándose con un arma.