La depreciación del peso, por temor de
inversionistas al retraso de las reformas: Banamex
Presiones devaluatorias para que sea privatizado el
sector energético
El gobierno y empresarios locales y extranjeros se aliaron
para que el Congreso modifique las leyes que garantizan la rectoría
del Estado en las industrias eléctrica y petrolera: Di Costanzo
ROBERTO GONZALEZ AMADOR Y ANTONIO CASTELLANOS
El Grupo Financiero Banamex, el más importante
del país, aseguró que la reciente depreciación del
peso fue determinada principalmente por un aumento en la demanda de divisas
de parte de empresas e intermediarios financieros. Aseguró que el
debilitamiento en el valor de la moneda guarda también relación
con "el temor" de los inversionistas "de que no se presente en los meses
siguientes un avance en las reformas estructurales que requiere el país",
relacionadas con cambios legales en la industria eléctrica, de telecomunicaciones
y en la legislación laboral.
"El gobierno y los empresarios locales y extranjeros ya
se aliaron para presionar con una devaluación al Congreso a fin
de lograr que se modifiquen las leyes que garantizan la rectoría
del Estado en las industrias eléctrica y petrolera", aseguró
Mario di Costanzo, asesor económico del Partido de la Revolución
Democrática en el Senado. Sólo así se explica que
la reciente evolución del tipo de cambio sea relacionada con el
aparente retraso en las llamadas "reformas estructurales", afirmó.
Di Costanzo, quien en la legislatura pasada fue secretario
técnico de la comisión formada en la Cámara de Diputados
para investigar el rescate bancario, consideró que el Congreso no
debe ceder a presiones de los empresarios nacionales y extranjeros para
abrir a la inversión privada la industria eléctrica o la
explotación de petróleo.
"La apertura en el sector energético nacional es
un asunto muy delicado. Hasta ahora sus promotores no han explicado claramente
que, si llegara a privatizarse, el Estado dejaría de recibir cuantiosos
recursos por el cobro de impuestos y derechos, que constituyen la columna
vertebral del gasto público". La actividad petrolera provee al gobierno
federal de 33 por ciento de sus ingresos fiscales, en tanto que la eléctrica
aporta otro 6 por ciento.
Ahora, dijo Di Costanzo, el país ya sufre una pesada
carga por las transferencias de dinero para el pago de la deuda externa,
que son financiadas en gran parte por los recursos que aporta la renta
petrolera y eléctrica. "La deuda externa es impagable, como ha quedado
ya demostrado. El interés de los grandes centros financieros es
hacerse del capital de países como México. En el caso de
Estados Unidos, por ejemplo, los pagos que recibe por los créditos
otorgados a otros países sirven para financiar sus déficits
fiscales", añadió.
De esta forma, Banamex se convirtió en el primer
grupo financiero en relacionar el retraso del Poder Legislativo en autorizar
las reformas planteadas por el gobierno, como la eléctrica, que
cuenta con el apoyo del empresariado nacional y organismos e inversionistas
extranjeros, y un efecto concreto en las variables financieras internas,
como el tipo de cambio.
No hay motivos de alarma
Para otros analistas, como los grupos BBVA Bancomer e
Invex, no existen condiciones económicas o financieras que anticipen
una devaluación abrupta del peso, por lo que consideraron que "no
hay razón para la alarma" por los recientes movimientos en el mercado
cambiario.
El viernes anterior, la cotización para operaciones
al mayoreo, las más representativas del mercado de divisas, finalizó
en 9.46 pesos por dólar, de acuerdo con el Banco de México,
en lo que constituyó el menor valor del peso en seis meses. En la
última semana, la moneda nacional se depreció 13 centavos
y acumuló en el año una devaluación de 3.27 por ciento.
En un reporte divulgado ayer, Banamex atribuyó
el debilitamiento del peso a "operaciones asociadas al ajuste de las posiciones
en divisas por empresas e intermediarios financieros, en un ambiente de
bajas tasas de interés y la inquietud de que si persiste la depreciación
de la moneda pudiera haber presiones inflacionarias futuras".
Demanda de dólares
Banamex también indicó que el aumento en
la demanda de divisas por parte de empresas e intermediarios financieros
está asociada con "el temor" que provoca entre los inversionistas
que continúe el retraso en "las reformas estructurales que requiere
el país".
BBVA Bancomer planteó una posición más
optimista. El segundo grupo financiero del país dijo este sábado
que la moneda nacional mantendrá una posición de fortaleza
frente al dólar, aun con el ajuste reciente, "dado que sigue existiendo
una clara línea en la disciplina fiscal y la política monetaria",
que apuntalarán el valor del peso.
Planteó que en la semana que inicia la cotización
para operaciones de mayoreo se mantendrá en un rango de entre 9.40
a 9.50 pesos por dólar, que sería inferior al nivel máximo
alcanzado la semana anterior, de 9.55 pesos por unidad de la divisa estadunidense.
El Grupo Financiero Invex consideró ayer que "no
hay razón para alarmarse" por el ajuste que experimentó la
moneda nacional en las últimas jornadas.
Invex dijo que "comprar dólares a los actuales
niveles, con el fin de buscar una ganancia de corto plazo, como la que
ya se presentó, parece arriesgado". Estableció que los inversionistas
que "quisieran especular todavía más" al adquirir dólares
"correrían riesgo de pérdidas" ante el previsible aumento
en las tasas de interés esta semana, que volverá más
atractiva la inversión en instrumentos denominados en pesos.