Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 30 de abril de 2002
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Sociedad y Justicia

Arturo Alcalde Justiniani

Día del Trabajo

La marcha del primero de mayo es algo más que una manifestación pública de contingentes obreros expresando sus demandas. Es también el día en que varias generaciones de hombres y mujeres tienen la oportunidad de verse, incluso de coordinarse en esta lenta pero fundamental tarea hacia un mejor mundo del trabajo. Es un termómetro social de cómo los trabajadores ven a su gobierno y cuáles conflictos ocupan el ambiente laboral.

En este Día del Trabajo estará presente el signo de la inconformidad. Ha sido un año malo para la economía, el empleo y el salario, y en aquellos aspectos en los que el gobierno pudo dar pasos para acreditar sus compromisos fue superado por la parálisis. Con la vieja excusa de mantener la paz social se ha dejado intacto el modelo de control y sumisión que agobia a trabajadores y pequeños empresarios. Las mismas prácticas de contratismo de protección patronal. Los mismos despojos por parte de líderes corruptos que se apropian de membretes con la complicidad empresarial. Los mismos circuitos de influencia, siempre evitando que trabajadores y trabajadoras se organicen con autonomía y libertad.

El tema de la reforma laboral ocupará lugar esencial en la movilización. Lamentablemente, los métodos de negociación hacia un proyecto de ley no han favorecido la transparencia necesaria para evitar la confusión. El riesgo de centrarse sólo en la protesta es ahogar las propuestas de cambio. Oponerse a cualquier reforma puede llevarnos, por razones distintas, a coincidir con el interés del viejo sindicalismo, cuya actitud claramente conservadora busca preservar los vigentes.

La alternativa es ampliar la participación en la negociación, transparentar las propuestas integrales, incluidas las del propio gobierno, y transitar hacia una auténtica modernización sustentada en la libertad y democracia sindicales, que significa registro libre de sindicatos, autonomía gremial efectiva y voto libre y secreto para la elección de dirigentes, contratación colectiva legítima como espacio idóneo para la productividad y la mejora salarial, y una justicia laboral imparcial y eficaz que supere los vicios que privan en las juntas de Conciliación y Arbitraje.

La protesta por la ilegal declaración de "huelga improcedente" de los trabajadores de Euzkadi estará presente en varios contingentes. Esta resolución, dictada por la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, no sólo agravió al millar de llanteros afectados, sino a la sociedad en su conjunto. De generalizarse el criterio de que un paro patronal ilegal previo es excusa para nulificar una huelga en defensa del contrato colectivo, significaría la muerte de este derecho constitucional.

Los pilotos de Aviacsa, víctimas de un empresario sin límites, recogerán sin duda múltiples muestras de solidaridad. Su lucha, a pesar del tiempo, despidos y actos de violencia, se ha vuelto emblemática de un conflicto que rebasa fronteras laborales para convertirse en una clara violación a los derechos humanos. ƑCuánto tiempo necesitarán esperar para que se reconozca el triunfo de su recuento? Si ha sido posible tanta impunidad y lentitud, a pesar del apoyo de un gremio tan fuerte y prestigiado como Aspa, Ƒqué pueden esperar sindicatos y grupos con menos recursos?

Acompañarán la marcha futbolistas profesionales que aún reclaman el registro de su sindicato nacional, ilegalmente negado por retorcidas interpretaciones, generando también un grave precedente contra el derecho de asociación. A su lado marcharán con igual dignidad los trabajadores de limpieza de la Central de Abastos, después del reciente triunfo en su recuento. Estarán presentes muchos hombres y mujeres, con otras luchas y reclamos, aprovechando este espacio popular para convocar a la solidaridad.

Por la mañana, con la frialdad acostumbrada, en una concentración sin movimiento, el Zócalo será cubierto por los contingentes del sindicalismo tradicional. Más tarde ocuparán las calles quienes voluntariamente han decidido expresarse sin temor a descuentos o represalias de sus líderes. También este sindicalismo exhibirá sus limitaciones ante las dificultades para marchar unitariamente y compartir propuestas. Más tarde un sector reducido de una y otra expresión sindical asistirán a Los Pinos, previa invitación confirmada.

La marcha del Primero de Mayo es buen momento para reflexionar en la urgencia de cambios para lograr un modelo laboral cimentado en la libertad y en la responsabilidad colectivas. Finalmente todos somos trabajadores.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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