Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 30 de abril de 2002
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Economía
MEXICO, SA

Carlos Fernández-Vega

INMERSO EN UN NUEVO escándalo en julio de 1996, un sudoroso y cinematográfico José Madariaga Lomelín, a la sazón presidente de la Asociación de Banqueros de México, aseguraba: "Me siento en medio de la guerra de las galaxias".

NO ERA PARA MENOS. Raúl Salinas de Gortari, detenido el 28 de febrero de 1995, compareció ante el Ministerio Público mexicano y la fiscal general de Suiza, Carla del Ponte, a quienes declaró, entre otras cosas, que algunos empresarios "habían sido sus socios en distintos negocios lícitos, que nada tienen que ver con el financiamiento ilegal del tráfico de estupefacientes, ni tampoco con el lavado de dinero". Uno de esos empresarios fue José Madariaga Lomelín y el negocio Mexicana de Autobuses Sociedad Anónima (MASA), en el que también participó Abraham Zabludovsky Nerubay.

AMIGO DE LOS AMIGOS, el primero de marzo de 1995, un día después de la captura y encarcelamiento del hermano incómodo, el todavía dueño de Mercantil Probursa declaró a la prensa que la aprehensión de Raúl Salinas de Gortari demostraba que en México "hay voluntad de ejercer la justicia sin distingos y de forma expedita". Casi un año y medio después, Madariaga Lomelín fue citado por la autoridad judicial para declarar en torno a su relación empresarial con el, en ese entonces, inquilino de Almoloya, y aseguró que "el negocio fue totalmente limpio, acorde con las leyes mexicanas y el estado de derecho... Fui accionista de MASA, pero no socio de Raúl Salinas de Gortari... No hay nada que ocultar".

SIN EMBARGO, TODO indicaba que no había sido el único negocio y sí había algo qué ocultar. "Las investigaciones de la PGR, lo mismo cuando detuvo y encarceló a Raúl que cuando se le descubrieron las cuentas en bancos suizos, dejaron en claro que RSG tenía una estrecha relación financiera con Madariaga: inversiones millonarias en la casa de bolsa Probursa y cuantiosos depósitos en el banco del mismo nombre (ambos presididos por el propio Madariaga). Enrique Salas Ferrer, ex secretario particular de RSG, en declaración ministerial, reveló que a finales de 1991, año en que el Multibanco Mercantil de México (después Mercantil Probursa) fue adjudicado al grupo de Madariaga, ese banco expidió una tarjeta de crédito a Raúl, pero con el nombre de Juan Guillermo Gómez Gutiérrez, el alias que usaba para muchos de sus negocios, entre ellos, por ejemplo, la compra de la hoy célebre hacienda Las Mendocinas, ubicada en Puebla, pero sobre todo las millonarias transferencias de dólares al exterior. Dijo también que con la tarjeta de Probursa, Raúl pagaba cuentas de hoteles y restaurantes, sobre todo cuando iba acompañado de mujeres. La relación de Madariaga con los hermanos Salinas de Gortari, empero, no se reduce al trato con Raúl. Un primo de ellos, Carlos Iñigo de Gortari, fue funcionario de Probursa -director de Nuevos Negocios- y de él se valió Madariaga para salir adelante en muchos de los pleitos legales que le sobrevinieron a raíz del crack bursátil de 1987. Probursa fue una de las intermediarias que más demandas por fraude acumuló." (Proceso, número 1027, Carlos Acosta).

 MEXICANA DE AUTOBUSES, empresa paraestatal hasta octubre de 1988, fue "desincorporada" por el gobierno de Miguel de la Madrid a Samuel Wigisser Karpyl, y luego vendida a los tres socios que después se "desconocieron". En su momento, la versión difundida sobre la asociación de Raúl Salinas de Gortari con Madariaga y Zabludovsky en la empresa MASA indicaba que de noviembre de 1989 a enero de 1993, el hermano incómodo y el ahora vicepresidente primero del Grupo Financiero BBVA-Bancomer participaron en el consorcio, para luego vender sus respectivos acciones (el 40 y 20 por ciento del total, en cada caso) en 36 millones de dólares.

 LA VERSION NO COINCIDIO, sin embargo, con la información que en ese entonces certificó el Registro Público de la Propiedad (antec. registral F.M. 124538), en el sentido de que la empresa MASA se inscribió oficialmente en ese organismo el 31 de enero de 1990, fecha en la que los socios y los porcentajes de participación eran los siguientes: Abraham Zabludovsky Nerubay (73 por ciento); Jorge Zabludovsky Nerubay (8); Gerardo Ciuk Díaz (16); Perla Ciuk Díaz (1) y Abraham E. Ciuk D. (2). Al mismo tiempo, el propio Gerardo Ciuk Díaz aparecía como administrador único y Marcos Berkman Margols como comisario de la empresa registrada el 31 de enero de 1990.

 AL MISMO TIEMPO, DOS elementos adicionales no coincidían con la versión oficial y la información certificada por el Registro Público de la Propiedad: El capital ?según este último? ascendió a 750 millones de viejos pesos (750 mil pesos nuevos), y el objeto de la empresa era el de la "adquisición de toda clase de acciones, sociedades, partes y participaciones en otras sociedades". Nada relacionado con la fabricación de autobuses. La información aportada por uno de los socios señalaba que el contrato de compra-venta de las acciones de MASA al Grupo Wigisser (adquiridas por medio de la empresa Enlehe, SA) sumó 18 mil 519 millones 444 mil 263 viejos pesos, de tal suerte que no resultaría redituable el haber pagado tanto dinero por un consorcio que, en apariencia, tendría un limitadísimo capital de 750 millones de viejos pesos. Esta operación, de acuerdo con la declaración ministerial de Raúl Salinas de Gortari, fue financiada, íntegramente, por la casa de bolsa Probursa.

LOS ESCANDALOS FINANCIEROS de Madariaga Lomelín no se limitan al de la empresa referida, mucho menos a los que ahora surgen con el BBVA. Hay todo un historial detrás de este personaje. De hecho, la casa de bolsa Probursa ocupó las principales posiciones en lo que a número de demandas legales se refiere, después del crack bursátil de 1987. A pesar de ello, se le permitió adquirir Multibanco Mercantil de México, después Mercantil Probursa, hoy BBVA-Bancomer. Hay que sumar el affaire (1992) de los ajustabonos que devino en pérdidas masivas ?alrededor de 65 mil millones de pesos? para la institución y que pretendieron cargar a su clientela. En 1994, la sanción (junto con la impuesta a los grupos financieros Banamex, Bursátil Mexicano, Prime y Serfin) por coordinar posturas en las subastas de Cetes y presionar para obtener mayores rendimientos y la especulación con Tesobonos, que el gobierno zedillista terminó pagándolos en dólares y no en pesos, como se estableció en un principio. No fue la única, pero en este renglón Probursa, con Madariaga a la cabeza, incremento 45 por ciento su tenencia de este tipo de valores a unas cuantas semanas de los errores de diciembre, con los subsecuentes beneficios.

 UNA HISTORIA INTERESANTE que parece haber librado. Hoy sólo le corresponde el escándalo BBV-Probursa-Bancomer.

Las rebanadas del pastel:


EN 1994, EL PAN acusó a los dueños de las casas de bolsa, especialmente a uno, de "presionar a sus empleados para que voten a favor del candidato del PRI Ernesto Zedillo". ¿Quién era ese personaje especial, según los blanquiazules? Su nombre empieza con José y acaba con Madariaga Lomelín.

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