Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Martes 30 de abril de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política

ASTILLERO

Julio Hernández López

AL PASO QUE va, el Presidente se va a convertir en un acaparador de cargos públicos. Meses atrás, cuando decidió mandar a Adolfo Aguilar Zinser a la ONU, se constituyó personalmente en coordinador de Seguridad Nacional, para dirigir desde allí las aprehensiones de narcotraficantes que andaban tomando helados; ayer se designó a sí mismo secretario de Relaciones Exteriores (provisional, mientras el titular tiene humor o tiempo de retomar el mando) para atender a los jefes de las bancadas senatoriales que le fueron llevados a Los Pinochos por el jefe de jefes, Diego Fernández de Cevallos.

LA CONVERSION momentánea del Presidente en canciller le dio buenos resultados inmediatos. Luego que el anfitrión los hubo atendido durante mucho más tiempo que a Chabelo, las ropas patrióticamente desgarradas de algunos distinguidísimos senadores se convirtieron en vivos trajes de fiesta. Al sinaloense Enrique Jackson hasta se le suavizó la voz: n'ombre Ƒcuál problema? Ya hay que darle la vuelta a esa hoja, dijo carraspeantemente sedoso el priísta, que parecía estar de regreso a los alineamientos presidenciales tan añorados por la clase política tricolor. Todos formaditos (pero sin agarrarse de la mano), los cuatro coordinadores de fracciones partidistas en el Senado se presentaron ante la prensa sonrientes, contentísimos, a pesar de que, debido a una situación especial, los habían instruido de que nomás presentaran su numerito periodístico y se fueran a su isla legislativa o adonde quisieran. Cuando los reporteros intentaron pedir más información a los distinguidísimos representantes populares, la voz del jefe Diego marcó el alto: eso es todo, señores periodistas, gracias por su asistencia, dijo, y de inmediato se llevó a los alegres senadores, tal vez a comer cabrito a su lado (suponiendo que el barbado comandante; es decir, Diego, tuviera tres lados, pues tantos eran los adoradores de la natividad con botas que lo acompañaban: uno, Melchor, del PRI; otro, Gaspar, del PRD, y la tercera, Baltasarina, del Verde Ecologista. En San Lázaro, mientras tanto, los coordinadores de los diputados perredistas y priístas han resultado más rejegos, pues no quieren ir a presentar sus parabienes a Los Pinochos, sino que el Niño Dios vaya hasta ellos, al portal de la Candelaria de los Patos, o de perdis a un punto intermedio)

OTRO COLECCIONISTA de chambas, el proctólogo Ernesto Zedillo Ponce de León, se permitió ayer en Ginebra dar algunas recetillas al mundo sobre cómo combatir eficazmente la corrupción. El doctor Zedillo participó en un simposio de la Organización Mundial de Comercio (de cuya presidencia es asesor, y a la cual desde ahora se le considera posible aspirante, en lo que sería un doloroso golpe al ego de Carlos Salinas, quien creyó en 1994 que podría alcanzar tal cargo). Allí dijo que cuando llegó al poder en México encontró que "algunas de las fuentes de corrupción más escandalosas (...) tenían relación con el comercio exterior. Cada vez que había alguien que tenía el poder de conceder un permiso de importación o una licencia, había corrupción". Práctico, el gran globalifílico ni siquiera se entretuvo en meter a la cárcel a tanto pillo o en rescatar para el erario parte de lo saqueado: "Cuando comenzamos a liberalizar nuestra economía, con reglas que no discriminaron entre los actores, empezamos a ver una enorme, espectacular disminución de la corrupción". šOhhh (exclamación por cortesía neoliberal de esta columna, a la que no importa carecer de permisos de importación)!

ESPECTACULARES TAMBIEN son los enredos en los que anda el jefe del gobierno capitalino. La Asamblea Legislativa del Distrito Federal, por ejemplo, ha decidido entablar una controversia constitucional en su contra debido a que ha hecho malabarismos al por mayor para no imponer, con todo y multas, el seguro automovilístico que los diputados chilangos ordenaron (no sería extraño que la Suprema Corte de Justicia actuara con criterio de árbitro futbolístico que ya pitó un penal contra un equipo, en este caso el de Vicente Fox, en el asunto eléctrico, y ahora busque emparejar el marcador dictaminando contra el tabasqueño). En otro tema relacionado con la automovilización, la entrega de las placas ha sido un verdadero juego de ping-pong entre las autoridades capitalinas y el servicio de correo, con los ciudadanos motorizados como único perdedor real. Y, luego, la Comisión de Desarrollo Urbano de la antes mencionada Asamblea Legislativa recopila firmas contra la construcción del segundo piso vial, que le serán enviadas a Andrés Manuel. Mientras tanto, éste ha presentado una controversia constitucional contra el Senado porque aprobó una redacción sobre desaparición forzada de personas que pretende eximir de culpa a quienes hayan cometido tal delito antes de la entrada en vigor de la convención interamericana sobre la materia. Con mucha razón (más si en lugar de jefe de gobierno fuera líder partidista, legislador o activista no gubernamental), López Obrador trata de conseguir que se reconozca que tales responsabilidades no prescriben y que, por tanto, la tramposa redacción mexicana debe ser echada abajo. También puede el peje de gobierno anotar a su favor el hecho de que los banqueros se sienten a discutir sobre medidas de seguridad a su costo y no al de los fondos públicos.

SEPAN LOS AMABLES lectores (pasando al tema final de esta sección de avisos clasificados) que ayer se realizó una asamblea de accionistas comunes de La Jornada, en la que el presidente del consejo de administración, Carlos Fernández-Vega, y la directora del diario, Carmen Lira, presentaron sus informes de labores. La reunión fue en el séptimo piso del edificio marcado con el 1236 de la avenida Cuauhtémoc (cerca del Metro Zapata), que ha sido comprado por Desarrollo de Medios, la empresa que edita La Jornada, y al que en varios meses más habrán de trasladarse casi todas las actividades jornaleras que actualmente se desarrollan en diversos edificios, el principal de ellos el de Francisco Petrarca, en Polanco. Nunca había tenido La Jornada una sede central de su propiedad (la anterior, de Balderas 68, también era rentada), aunque ya antes, durante la misma gestión de Carmen Lira como directora, se había conocido otro éxito inmobiliario, con los talleres propios que se construyeron en Cuitláhuac 3353, en Azcapotzalco.

Y, NI MODO, con el pretexto del Día del Trabajo, hoy no se labora, así es que nos veremos aquí el próximo jueves.

Fax: 55 45 04 73 [email protected]

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año