Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Miércoles 13 de marzo de 2002
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Sociedad y Justicia

Habitantes de Villa Guerrero instalaron ductos sin permiso, acusan los de Tlanixco

Disputa por agua amenaza desencadenar violencia entre ejidatarios y floricultores

En 2000 la CNA otorgó dos concesiones al ejido mexiquense y después las canceló

ROSA ROJAS ENVIADA

San Pedro Tlanixco, Municipio de Tenango del Valle, Mex. La batalla por el agua que nace en los manantiales de esta comunidad matlazinca amenaza con hacer llegar la sangre al río.

Los 12 mil habitantes de Tlanixco, campesinos y jornaleros, con la Constitución y el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo en la mano, pero también con movilizaciones, luchan para evitar que los grandes floricultores que tienen sus viveros en Villa Guerrero y unos 12 mil habitantes de ese municipio sigan llevándose toda el agua de sus manantiales, amparados en una "ilegal" concesión que les otorgó la Comisión Nacional del Agua (CNA).

Incluso, a causa de ese problema los tlanixqueños bloquearon durante tres días la autopista a Ixtapan de la Sal el año pasado, y varios de sus dirigentes, entre ellos el comisariado ejidal Rey Pérez Martínez, así como Benito Alvarez Zetina, Leoncio Ayala y Pedro Sánchez Berriazábal tienen acusaciones penales ante la Procuraduría General de la República (PGR) por "despojo de agua", que presentó la Asociación de Usuarios del Río Texcaltenco, y por "terrorismo" (expediente PGR/TOL/017/2002).

Los de Villa Guerrero, que se quedaron sin agua después de que el 6 de diciembre "alguien" rompió los ductos que salen de los manantiales -acción por la cual responsabilizan a los ejidatarios de Tlanixco-, amenazaron con "echar balazos" para defender "la legalidad con la cual tenemos derecho al agua". "Correrá sangre en el río Tintojo" ante la "apatía e insensibilidad de autoridades" del gobierno del estado de México frente al problema, declararon vecinos de ese municipio al periódico Realidades, de Ixtapan de la Sal, el pasado 9 de febrero.

De tubos y convenios

Los ejidatarios niegan haber roto los tubos. "Nosotros pensamos que ellos mismos (los de Villa Guerrero) lo hicieron porque ahora metieron un tubo de metal de mayor diámetro que el que tenían. La comunidad nunca les dio permiso para hacer las obras de captación ni para meter sus tubos ni para volverse a conectar", señalaron en asamblea unos treinta indígenas encabezados por el comisariado ejidal y los ejidatarios Benito Alvarez Zetina y Sabino Zetina Fuentes.

Los indígenas se quejaron de que al volver a conectar los tubos los habitantes de Villa Guerrero, se violó el amparo y la suspensión que les concedió el juez de distrito de Toluca, interpuesto el 21 de noviembre de 2001, para evitar la privación de sus tierras y aguas por la "ilegal intervención" de la CNA y otras autoridades federales al haber otorgado títulos de concesión a terceros sobre sus aguas ejidales, así como por haber autorizado la realización de obras de captación y aprovechamiento del líquido sin autorización del ejido.

Afirmaron que existe tensión en la comunidad porque "a cualquier hora anda gente de Villa Guerrero recorriendo el pueblo y esto lo vemos como una provocación". Señalaron que si bien ellos solicitaron el apoyo de la policía estatal para evitar que los villaguerrerenses se metan en sus tierras, ahora los policías no los dejan pasar a sus manantiales y algunos ejidatarios han sido extorsionados por agentes que "les piden hasta 200 pesos cuando van a traer leña" y ya empezaron a hacer rondines en el pueblo, "lo que sentimos como un hostigamiento".

Arrebatándose la palabra, afirmaron que ellos han estado abiertos al diálogo y a la negociación: "aunque el agua es nuestra, no queremos dejarlos sin nada a ellos; nosotros hemos pedido que se lleven sólo 50 por ciento del líquido y que nos paguen servicios ambientales, porque el agua nace en nuestro bosque. Si nosotros no cuidáramos el bosque no habría agua".

Explicaron que por los servicios ambietlanix2ntales ellos han solicitado que villaguerrerenses y floricultores -en su mayoría extranjeros, dijeron- costeen la instalación y el mantenimiento de un equipo de bombeo para subir el agua a las rancherías del ejido y así satisfacer el consumo humano y los proyectos de desarrollo de los propios indígenas.

Sin embargo, "los de la Asociación de Floricultores, que usan las aguas del río Arroyo Grande -ellos dicen que se llama Texcaltenco- para sus cultivos de exportación, y los de Villa Guerrero, que usan las aguas del manantial Donde revienta el agua -que ellos llaman río Tintojo- para consumo humano, afirman que nosotros no tenemos ningún derecho, que podemos pedir lo que queramos y que lo único que nos van a dar es la cárcel", señalaron los ejidatarios.

Explicaron que en 2000 la CNA otorgó a Tlanixco dos concesiones para utilizar el agua de los manantiales El Bellotal y Puente de Trozo. Entonces, Alejandro Isaac Basso, de la Asociación Civil de Usuarios del Río Texcaltenco (los floricultores), "metió un documento de inconformidad ante la CNA solicitándole la cancelación de nuestro título de concesión, porque él dice que esas aguas son del río Texcaltenco y eso no es cierto, ya demostramos que esas aguas no llegan al cauce de ese río. A partir de ahí, Tlanixco empieza a organizarse y se defiende con un documento legal".

"Despues viene la demanda, ante la Procuraduría General de la República, contra los representantes del Comité del Agua para presionar más a sus miembros. En julio de 2001, cuando los compañeros del Comité del Agua se presentan ante la PGR, la gente lo toma como agresión y se da la organización no sólo para que no los consignen sino para defender las aguas. El gobierno del estado se compromete a reunir a la CNA, los representantes de los usuarios de agua de Villa Guerrero y a los representantes de Tlanixco para llegar a un acuerdo, pero las otras partes no asistieron y por eso en asamblea se decidió bloquear la autopista.

"Bloqueamos la autopista de cuota Tenango-Ixtapan, en agosto de 2001, tres días, de manera permanente había en el plantón unas 600 personas y todo el pueblo se organizó para mantenerlo.

"Durante el bloqueo se negoció con la CNA y Gobernación del estado de México. El primer compromiso fue que la Comisión Nacional del Agua anularía el procedimiento de cancelación, que tenía vicios de origen. La CNA y el gobierno estatal se comprometieron a llamar a las demás partes pero no se llegó a una solución del problema de fondo. Hubo varias reuniones en septiembre.

"Después hubo nuevas reuniones el pasado 9 de enero y el 17 de febrero", pero el presidente municipal de Villa Guerrero, Rodolfo Martínez, perredista, "afirmó que ellos están en su derecho de seguir reclamando las aguas del río Tintojo, dijo que Tlanixco no tiene ningún derecho y que deberíamos estar agradecidos de que nos den trabajo".

Los ejidatarios consideraron que esa afirmación "es una burla total, porque aunque muchos hombres y mujeres de Tlanixco van a trabajar allá, pagan muy poco, 70 u 80 pesos por jornadas de hasta 10 horas, y la gente está en contacto constante con herbicidas y plaguicidas que pueden ocasionar malformaciones. Además, ya empezaron los despidos de la gente que participa en defensa de nuestra agua".

Tlanixco está localizado a hora y media de la ciudad de México, rumbo a Ixtapan de la Sal. Los manantiales en disputa están en tierras ejidales, de origen comunal, a los que se accede por un camino de terracería, cruzando la zona en la que siembran maíz, cebada, haba y zanahoria; ahora empezaron a construir pequeños viveros de claveles, y luego la parte boscosa, que ocupa unas mil 500 de las 3 mil 600 hectáreas con que cuentan los 500 ejidatarios.

Algunos de los honbres y mujeres más ancianos que acompañaron a esta enviada en dos camionetas, señalaron que antes se cultivaba trigo, pero después "el trigo ya no quiso" y se metió maíz. Explicaron que desde que hace 8 o 9 años los de Villa Guerrero hicieron obras de captación para llevarse el agua del manantial Donde revienta el agua, pero desde entonces se secaron los abrevaderos y ya no se ven pumas, venados ni otras especies de animales silvestres que solían habitar esos bosques.

Resguarda el orden la policía

Un grupo de la policía estatal, integrado por 15 elementos, resguarda el paraje Donde revienta el agua. El oficial Fabián Flores Baltazar informó que fueron enviados ahí desde hace un mes "para resguardar que no haya problemas de alteración del orden entre los pobladores de Tlanixco y los de Villa Guerrero".

Montaña abajo, donde nace el manantial, el agente Gaer Hernández informó que la gente de Villa Guerrero reconectó el tubo del agua el 28 de febrero. "Traían un permiso de Gobernación", indicó.

De regreso con el oficial Flores, se le cuestionó sobre ese asunto y acerca de lo que afirmaron los tlanixqueños de que se había violado su amparo con ese acto. El oficial explicó: "la reconexión la autorizó el coordinador municipal de la subsecretaría de Gobernación del estado de México, Alfredo Flores. Se les autorizó a llevarse cuatro litros por segundo a Villa Guerrero. No sabemos por qué, pero se autorizó".

Sobre las quejas de que algunos policías extorsionan a la gente que sube al monte por leña, el oficial dijo que ellos realizan relevos de 24 por 24 horas, "si nos dicen qué día fue y a qué hora, podemos saber quién estaba de responsable. Voy a dar parte a mi superioridad para que tome cartas en este asunto".

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