Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Lunes 4 de marzo de 2002
  Primera y Contraportada
  Editorial
  Opinión
  Correo Ilustrado
  Política
  Economía
  Cultura
  Espectáculos
  Estados
  Capital
  Mundo
  Sociedad y Justicia
  Deportes
  Lunes en la Ciencia
  Suplementos
  Perfiles
  Fotografía
  Cartones
  La Jornada de Oriente
  Correo Electrónico
  Busquedas
  >

Política

Esquema con un siglo de atraso en comparación con el aplicado en países europeos

Impulsará el gobierno un sistema de cajas de ahorro y crédito popular para el campo

Banrural será el eje rector de la nueva financiera También participan FIRA y Focir

MATILDE PEREZ U.

Con un siglo de atraso en comparación con Europa, el gobierno federal impulsará un sistema de cajas de ahorro y crédito popular similar a los vigentes en Francia, España, Holanda y Alemania; el Banco Nacional de Crédito Rural (Banrural) será el eje rector de esa ''nueva financiera rural'', como la definió el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), Javier Usabiaga Arroyo. Con ello, las autoridades pretenden solucionar el problema de financiamiento para 30 millones de mexicanos que habitan en las zonas rurales.

''México ya no puede seguir con el mismo marco de financiamiento, que tiene más de 20 años de antigüedad, tiene que aplicar esquemas diferentes para garantizar los flujos de capital. Las experiencias internacionales muestran que los sistemas financieros rurales más exitosos son los que se hacen basados en los productores; los gobiernos de Estados Unidos y Canadá ahora respaldan ese tipo de instrumentos'', explicó el subsecretario de Fomento a los Agronegocios, Juan Carlos Cortés García.

Por ello, la nueva estructura financiera estatal para el campo tiene como base hacer más eficientes los gastos de las instituciones. Banrural, como banca de segundo piso, será el ente coordinador de las cajas de ahorro y de crédito popular; Fideicomisos Integrados en Relación con la Agricultura (FIRA) recibirá los esquemas de subsidio y fondeará los esquemas de la banca de segundo piso; el Fondo de Capitalización de las Industrias Rurales (Focir) fungirá como el bando de inversión; además se buscarán alianzas estratégicas a nivel internacional para hacer llegar capital de riesgo para la producción de grandes cosechas. La intención, precisó Cortés García, es crear un ''esquema de fondeo a las grandes cosechas para dar liquidez a los productores y ventajas productivas''.

Azúcar, punto de referencia

El esquema de financiamiento rural estará acompañado por un mercado de físicos a cargo de Nacional Financiera (Nafin), que estará listo en junio. Los productos que servirán de punto de referencia serán por ejemplo el azúcar y otros distintos a los internacionales, con cotizaciones domésticas; por ello la elaboración del sistema de coberturas es complejo.

Agregó que una experiencia que ya sirve al gobierno es el sistema de reportes que se utilizó con el apoyo del Banco Nacional de Comercio Exterior para la comercialización del azúcar. El reto es que los productores hagan suyos los esquemas; eso será fundamental para que el financiamiento resuelva los problemas y terminar con el sistema anterior, en que por cada 100 pesos entre 60 y 80 eran utilizados para la administración.

El sistema financiero rural propuesto será -afirmó- eficiente y sólido; permitirá a los productores contar con los instrumentos que requieren para acceder a los flujos de capital y financiamiento, así como operar los instrumentos de administración de riesgos para reducir la vulnerabilidad frente a situaciones externas.

En la última década -a partir del cambio al artículo 27 constitucional y la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)- el campo mexicano vivió una crisis de la que aún no puede recuperarse. Banrural redujo su cobertura de créditos y, por tanto, la superficie de 7 millones de hectáreas con créditos de esa institución bajó a menos de un millón de hectáreas; su índice de capitalización -según informes recientes de la institución- ha sido de apenas 3 por ciento, casi 2 puntos debajo de los requeridos por las autoridades financieras. Por ello, una de las principales recomendaciones es que la institución promueva proyectos agropecuarios con niveles de rentabilidad adecuados y que tengan suficientes garantías.

Otra situación que afecta las finanzas de Banrural es la cartera vencida, que de diciembre de 2000 a julio de 2001 aumentó 656 millones de pesos, 18 por ciento más que en el periodo anterior. Los bajos precios de los productos agrícolas básicos -arroz, maíz, frijol, entre otros-, la baja producción acuícola y pesquera y los problemas de mercado y comercialización repercutieron en el banco.

Para el gobierno federal, entre los modelos pilotos -con algunas variantes-atenco_parcela_ak7 que serán aplicados a partir del segundo semestre de este año entre los productores mejor organizados está el de los integrantes de la Unión Nacional de Cañeros, de la Confederación Nacional de Productores Rurales, quienes en 1997, con un capital semilla de 70 millones de pesos, crearon el Fideicomiso de Fomento Organizativo, Inversión y Contingencia.

La experiencia de los cañeros será utilizada dentro del nuevo esquema de financiamiento federal para el agro, el cual incluirá -según explicó el director de FIRA, Francisco Meré Palafox- programas de asistencia técnica y capacitación. ''FIRA está dispuesto a respaldar experiencias similares a la de los cañeros; por cada peso que pongan los productores organizados en sus fondos de garantía, la institución les prestará tres para que tengan acceso a un financiamiento rápido y seguro.''

Ante los cuestionamientos de algunas organizaciones de productores en torno a la aplicación de modelos de cooperativas rurales europeas -Rabo Bank, Holanda; Crédit Agricole, Francia; Raiffaissen, Alemania-, sin tomar en cuenta las experiencias ya existentes en el país, las autoridades afirman que habrá ajustes y que los modelos locales no se menospreciarán.

Sin embargo, algunas organizaciones especializadas en financiamiento de los agricultores preguntan: Ƒqué hará el gobierno para que una tercera parte de los 30 millones de habitantes de las zonas rurales puedan acceder a servicios financieros de ahorro, crédito, seguro, remesas y medios de pago? A la fecha, la banca social rural otorga servicios de crédito y ahorro a cerca de 500 mil socios y de seguro a 150 mil productores, pero existen 4 millones de unidades de producción agrícolas, ganaderas, forestales y piscícolas con diversas necesidades de financiamiento.

Isabel Cruz Hernández, directora general de la Asociación Mexicana de Uniones de Crédito del Sector Social (AMUCSS), advirtió que las bancas centralizadas ya no funcionan; eso corresponde al pasado, cuando el Estado era intervencionista y director de la economía; gastó mucho dinero en procesos intermedios de burocracia y nunca tuvo la capacidad de llegar a los más pobres. El gobierno actual mantiene una posición centralizada y cerrada a la discusión del modelo o modelos de ahorro y financiamiento que pretende implantar en el campo.

Para Cruz Hernández -con más de una década de experiencia en la búsqueda de modelos de crédito para los productores de ingresos medios y pobres-, gobierno y agricultores deben pensar en la creación de nuevas alternativas que sean sólidas por sí mismas, que tengan el apoyo del Estado, pero a la vez sean privadas. ''Hay que pensar en bancas semipúblicas, donde haya una fuerte intervención de los agentes rurales, pero sin una visión populista y voluntarista. El planteamiento del gobierno federal no reconoce la diversidad de esas miles de pequeñas instituciones financieras rurales, de las cuales menos de 500 podrían entrar al esquema propuesto por las autoridades.''

Necesarios, espacios de diálogo

Hay que crear mecanismos de interlocución, espacios de diálogo y participación para que la reforma no sea -una vez más- elaborada por una elite, destacó la directora de AMUCSS. ''En Oaxaca, Guerrero, Chiapas, Puebla, las Huastecas y muchas otras zonas inmensamente pobres, necesitan muchas instituciones microfinancieras. No hay una solución única, tampoco se trata de borrón y cuenta nueva.''

No desestima los sistemas de ahorro y crédito europeos, pero -explica- ''se construyeron a lo largo de décadas. Crédit Agricole requirió de 25 años para poner las bases de su sistema actual y empezó creando cajas locales, apoyando a los campesinos para que se organizaran a través de las cajas de ahorro que fueron apoyadas por la Caja Nacional de Crédito Agrícola con créditos a mediano y largo plazos y mantuvo la exclusividad de canalización de subsidios al campo. La consolidación de ese sistema tardó 50 años.

Rabo Bank nació a fines de 1890, también tardó medio siglo en afianzarse; su sistema está basado en 700 bancos locales articulados por un banco nacional; el Raiffaissen tiene 200 años de historia; las primeras cajas de ahorro nacieron en 1800 y a mediados de ese siglo surgieron los bancos. Hoy son parte de dos sistemas que durante el proceso de fortalecimiento tuvieron apoyos ininterrumpidos, un marco legal y políticas específicas. ''La historia de esos sistemas europeos está basada en los capitales humanos y financieros, con fuerte respaldo gubernamental.''

Finalmente advirtió: ''Si la mayoría de la población rural sigue sin acceder a los créditos, no habrá modificaciones a la tendencia de empobrecimiento y polarización social''.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
Día Mes Año