Directora General: Carmen Lira Saade
México D.F. Sábado 19 de enero de 2002
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Espectáculos
09an1esp Ť Se presentan hoy, mañana, el 22 y el 23 de enero en el foro de Reforma

Riverdance conjuntó la noche del jueves baile, música e historia en el Auditorio Nacional

Ť En dos horas la compañía irlandesa presenta coreografías perfectas en sincronía y diacronía

Ť Van de los ritmos celtas a los sonidos flamencos, pasando por las notas rusas y el tap de EU

ARTURO CRUZ BARCENAS

El pasado jueves, la compañía irlandesa Riverdance ofreció la primera de sus presentaciones en el Auditorio Nacional; durante dos horas los bailarines hicieron gala de su arte, conjunción de luz, sonido y movimiento, todo con la pretensión de realizar coreografías perfectas en sincronía y diacronía. Pocos espectáculos en el mundo logran reunir con intensidad baile, música e historia, como ellos.

RIVER-02El programa que ahora presentan en México es similar al de hace dos años, pero ahora agregan un número denominado Rare, aunado a que el vestuario es más colorido. En un principio el grupo estuvo integrado por irlandeses, pero ahora hay rusos, ingleses, australianos y canadienses.

Esencia

En un principio fue el sonido. El hombre creó el primer instrumento al chocar las manos. La palmada produjo el sonido, el tambor en potencia. Suenan los violines y el bailarín Michael Patrick Gallagher coordina sus desplazamientos al compás del instrumento antiguo. Tara Barry mueve sus piernas torneadas, evidencia objetiva de que la moda no siempre es buena consejera. Nada de cuerpos famélicos. Es notable la hermosura de las bailarinas irlandesaws y anglosajonas. Bailan gráciles, sensuales. La mayoría de los integrantes de Riverdance bailan desde sus primeros años de vida; en muchos casos por tradición. Lo profesional es un decir, un eufemismo, pues el baile es su vida. Son maestros en el arte del movimiento.

Se escuchan los tambores, las gaitas y los cánticos irlandeses que hacen recordar a U2 en Rattle and hum. Es la tradición de las montañas, del fluir del río, de la Luna reflejada en el mar, en la pleamar. La Luna llena está rodeada de estrellas; el astro por momentos es ígneo.

El público ha llevado sus binoculares para comprobar si es cierto que Riverdance ejecuta las coreografías sin errores. Cada pueblo tiene sus colores, así como su idiosincrasia. El irlandés va del frío al helado. Rojos intensos, morados policromáticos. Por eso el blanco es más níveo. Es difícil contar el elenco, pero se informa que son 80 en escena.

Es imposible no emocionarse y algunos sueltan aplausos cual chispazos. Lo que se mueve está vivo y enreda en sus sueños al respetable; la danza es el medio para expresar las emociones humanas, el arte que no se define con palabras.

Ir y venir

El irlandés ha emigrado por siempre, pero hay un sentimiento de nación que no niega influencias y similitudes de diversas culturas. Sale la española Rosa Manzano y surge la simbiosis del celta y el flamenco, combinados en el llamado step dance, cuyo principal atractivo es el ritmo marcado con los pies. El coreógrafo Bill Whelan incorporó aspectos y matices de los ritmos rusos y el tap estadunidense.

La estructura del montaje glorifica a la raza irlandesa y recrea paisajes de viejas leyendas célticas. Sus protagonistas tienen el corazón joven y pletórico de optimismo; nunca sucumben al peso del hastío. Los torsos estáticos reflejan el orgullo.

El concepto de Riverdance surgió como una espectacular demostración de sólo siete minutos durante el concurso de Eurovisión en la primavera de 1994. Adquirió la forma de una puesta en escena musical y su estreno fue en 1995, en el Pony Theatre de Dublín. En Estados Unidos se presentó por primera vez en 1996, en el Radio City Music Hall de Nueva York. Lo han visto más de diez millones de personas.

Hace días la compañia donó 71 mil dólares a las víctimas de los ataques en Estados Unidos, en septiembre pasado. "En estos momentos de extrema dificultad es importante que quienes sufren sepan que el resto del mundo no los ha olvidado. Pensamos que nuestra contribución aliviará un poco el sufrimiento", expresó el productor Moya Doherty.

Es ahora la oportunidad para verlo. Hoy y mañana, y el 22 y 23 de enero próximos, en el Auditorio Nacional.

Números Anteriores (Disponibles desde el 29 de marzo de 1996)
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