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Ť Zalmay Khalilzad negoció en 1997 con
el talibán, acusa el diario británico
Fue empleado de la petrolera Unocal el enviado especial
de EU a Afganistán: The Independent
Ť Al igual que Bush, Cheney y Condoleezza Rice, tiene
profundos nexos con la trasnacional
DE LA REDACCION
El flamante enviado especial de Estados Unidos en Kabul,
Zalmay Khalilzad, trabajó, no hace mucho, para la compañía
petrolera estadunidense Unocal, buscando concesiones para la construcción
de importantes gasoductos en su natal Afganistán.
En un reportaje publicado en el diario británico
The Independent, Kim Sengupbta y Andrew Gumbel reseñan el
historial de este político, que al igual que el presidente George
W. Bush, el vicepresidente Dick Cheney y la asesora de seguridad del mandatario,
Condoleezza Rice, tiene profundos nexos con la industria petrolera estadunidense.
El
diario señala que en una de sus primeras conferencias de prensa,
en su posición de enviado estadunidense en Afganistán, Khalilzad
condenó la protección que el régimen talibán
brindó a terroristas antiestadunidenses, y reiteró la postura
de Washington de que la campaña militar continuará hasta
que hayan sido erradicados del territorio afganos la red Al Qaeda y su
líder, el millonario saudita Osama Bin Laden.
Pero en 1997, cuando Khalizlad fungía como asesor
de la multinacional petrolera Unocal, tuvo estrechas negociaciones con
altos funcionarios talibanes con el fin de que se permitiera a la compañía
construir un oleoducto que, según un reporte que él mismo
redactó, contribuiría a explotar las reservas naturales de
la región y convertiría a Afganistán en el segundo
productor de petróleo de la zona del golfo Pérsico.
Aunque para entonces el talibán ya había
cometido la mayor parte de las violaciones a los derechos humanos que caracterizaron
al régimen, Khalilzad, dice The Independent, trató
de convencer al gobierno del en-tonces presidente estadunidense, Bill Clinton,
de suavizar su postura hacia Kabul. Ese mismo año la secretaria
de Estado, Madeleine Albright, ya había denunciado los "despreciables"
abusos de los talibanes.
Sin embargo, en misiva al gobierno de Estados Unidos el
nuevo enviado estadunidense hizo un exhorto por escrito: "Debemos estar
dispuestos a ofrecer reconocimiento y asistencia humanitaria, y promover
una reconstrucción económica. Debemos volver a involucrarnos"
en Afganistán.
Negocios y política
Con dicho "involucramiento" Unocal pretendía construir
un gasoducto que comunicaría la ex república soviética
de Turkmenistán con Pakistán, atravesando Afganistán,
y que posiblemente se extendería hasta India. La empresa competía
por esta concesión con la compañía argentina Bridas.
Unocal tenía todo para ganar esta guerra, pero
los atentados con bomba contra las embajadas estadunidenses en Kenia y
Tanzania hicieron que Washington declarara abiertamente a Bin Laden y a
los talibanes como sus enemigos, lo que volvió impracticable el
proyecto de la petrolera.
Entonces Khalilzad cambió su postura hacia Afganistán
y fue de los primeros en sugerir dar apoyo a la Alianza del Norte, opuesta
al talibán, y entablar contacto con ellos a través del rey
afgano en el exilio Zahir Shah. El diario señala que desde entonces
buena parte de la credibilidad de Khalilzad recae en que nació en
Mazar-e-Sharif y creció en Kabul, antes de emigrar a Líbano
y después a Estados Unidos.
Esa credibilidad, al parecer, le ha servido en cualquier
postura que adopte. En 1980, dice The Independent, fue uno de los
principales cabilderos en exigir que el gobierno de Ronald Reagan dotara
de misiles y otros armamentos a los grupos mujaidines.
"Si estuviera en la industria y no en el gobierno, ya
lo habrían sacado desde hace mucho", comentó Anatol Lieven,
analista de la fundación Carnegie para la Paz Internacional. En
este sentido, The Independent señala que su actitud cambiante
y el hecho de que "acierta tantas veces como se equivoca" es la razón
por la que ha sido sugerido para ser representante de Estados Unidos en
el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas, cargo
que no requiere aprobación del Senado.