Me gustaría poder representar el inconsciente, dice Woody Allen

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Buenos Aires, 15 de diciembre. El cineasta estadunidense Woody Allen afirmó a la prensa argentina que le gustaría representar el inconsciente de un ser humano y aseguró que sueña con encontrar un "verdadero mecenas" dispuesto a financiar sus ideas.

"Lo que a mí me gustaría sería poder representar el inconsciente de una persona y eso resulta muy complicado en el plano visual", señaló Allen en una entrevista publicada este sábado por el diario argentino Clarín.

"Las secuencias oníricas que diseñó (Salvador) Dalí para La casa del doctor Edwards, de Alfred Hitchcock, son muy artificiales. Me gusta mucho, en cambio, el sueño que filmó Buñuel en la película mexicana Los olvidados", agregó.

Allen aseguró que "querría actuar menos y dirigir más", insistió en la obsesión de oponer el instinto al intelecto y reconoció que para sus futuros proyectos necesita de un mecenas.

"Sueño con encontrar un verdadero mecenas pero, si bien mis exigencias son modestas, resultan difíciles de aceptar en términos de los esquemas financieros tradicionales, sobre todo porque yo pongo como condición una completa independencia", apuntó.

En su más reciente filme, La maldición del escorpión de Jade, el director interpreta a un agente de seguros envuelto en una situación extraña, pues "puede meterse en la mente de un ladrón, pero por culpa del escorpión, la del ladrón consigue ingresar en la suya".

El protagonista de la película era un policía, pero debió ser cambiado a un agente de seguros luego que los actores Tom Cruise y Tom Hanks desecharon interpretar ese papel por razones de tiempo.

"Yo no resulto creíble como policía ni como detective privado, pero como agente de seguros puedo pasar. La verdad es que querría actuar menos para poder dedicarme de lleno a la realización. Sin embargo, otra vez interpreto el papel principal", señaló.

La historia de La maldición del escorpión de Jade se sitúa en la década de los 40 porque "siempre quise hacer una película que tuviera el estilo de las que eran populares cuando yo era chico", apuntó.

"Hacer una película de época también resulta más oneroso, eso es un problema. El mismo guión costaría dos millones de dólares menos si la historia transcurriera en la actualidad y ese era el presupuesto del que disponía", dijo.

"Prefiero ajustarme el cinturón antes que hacer una película que no tengo ganas de hacer; mis películas tienen financiamiento desde que cuento con distribuidoras, en este caso Dreamworks, en Estados Unidos, y VCL para Europa", puntualizó.