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Grabados de Ángel Solano entremezclan el imaginario mexicano con la obra de Rimbaud

Se presentaron ayer en los Talleres de Arte Contemporáneo AC

 
Periódico La Jornada
Domingo 18 de noviembre de 2018, p. 3

Los grabados que integran la carpeta Las fiestas de otoño: exvotos para Arthur Rimbaud, del artista mexicano Ángel Solano (Tultepec, 1982) se presentaron en la Bienal Internacional de Poesía des Ailleurs, en Francia, en el contexto del estreno del documental Poste restante: à travers l'amour de Rimbaud, realizado por Nathalie Diot y Raphaël Audaire.

El filme recolecta las voces de diversas personas que han tenido relación con la obra del poeta, que han escrito, dejado objetos o visitado su tumba para plasmar la permanencia del legado del escritor.

En la película se incluye el testimonio de Solano, quien luego de recorrer la tierra natal de Rimbaud, (Charleville, en el norte francés), realizó la colección gráfica que donará al museo dedicado al autor de Una temporada en el infierno (1873).

Conocí la poesía de Arthur Rimbaud (1854-1891) al final de mi adolescencia, sin embargo, el mensaje de su obra me llegó tiempo después, explica el artista en entrevista con La Jornada.

Añade que en el trabajo poético de Rimbaud encontró “relación con mi forma de pensar y asumir el arte, con los deseos de transformar, cuestionar lo que veo en mi contexto y hablar de lo que otros no quieren hablar como bandera para seguir creando.

“La poesía de Arthur es un referente del poder que el arte tiene, de su capacidad mística y enérgica para restructurar la historia. Pienso en Rimbaud como un ser extremadamente sensible que logró ser vidente, y asumo esa postura desde mi aprendizaje cotidiano.

“En las imágenes de su obra he visualizado imaginarios que se relacionan con las ideas populares mexicanas, con los excesos, con el ruido, la intensidad de vivir y la muerte como un anhelo constante.

La serie de grabados, en linóleo, que he creado son un homenaje a su memoria, entrelazan iconografías medievales con ideas que retomo de su poesía y elementos del imaginario popular mexicano, las calaveras.

La serie de ocho grabados Las fiestas de otoño: exvotos para Arthur Rimbaud, se nos aparece como un acto más de devoción y de homenaje hacia el poeta, un punto de conexión entre Francia y México, escribe Fanny Martínez, crítica de arte.

Solano recupera en su obra el retrato fotográfico más famoso de Rimbaud, el cual contribuyó a la elaboración de un verdadero mito en torno a su persona. Su figura juvenil emerge de entre los rayos de luz, en contraste con la proliferación de calaveras anónimas que van cayendo en el olvido, agrega la especialista.

Foto
▲ Sobre estas líneas, tres de los ocho grabados que integran la carpeta Las fiestas de otoño: exvotos para Arthur Rimbaud. Esta obra gráfica también se exhibió en la Bienal Internacional de Poesía des Ailleurs, en Francia.Foto cortesía del artista Ángel Solano

Los grabados incluyen el relato de Solano cuando visitó por vez primera el Museo Rimbaud que se encuentra en Charleville.

Este es un fragmento de ese texto: “El recorrido inició en la parte alta, en lo que fue el granero, una habitación por momentos azul, donde se escuchaban fragmentos de su poesía, en diversos idiomas, mientras la humedad y las maderas reacomodadas eran el cobijo para la soledad que se percibía.

“Una energía extraña se podía sentir en ese espacio, susurros que el viento acomodaba por las ventilas de ese antiguo molino y que por momentos manifestaban risas infantiles o gritos desesperados. Tener tan de cerca los objetos-reliquias pertenecientes al poeta, reafirmaban el sentido espiritual de mi viaje y de mi existencia.

En contacto con el espíritu del poeta

“Encontré respuestas en medio de libros, un ejemplar de la primera edición de Une Saison en Enfer publicada en 1873, fotografías tomadas por el propio Arthur en Harar y manuscritos como la carta que escribió a Georges Izambard el 2 de noviembre de 1870, a la edad de 16 años, después de escapar por primera ocasión a París.

Advertí pensamientos aglomerándose dentro de mi mente e imágenes pertenecientes a diversas etapas de mi vida, el cuerpo de mi abuela ataviado con ropajes que simulaban el atuendo de la Virgen de Guadalupe, telas de satén o algo que parecía serlo, envolviendo su cadáver en colores azules-verdes, la muerte de mi tía por un tumor cerebral, la enfermedad de mi madre, el abandono de mi padre y mi decisión de ser pintor. Era cómo si los objetos vibraran con las partes más profundas de mi conciencia y el espíritu del poeta se comunicara con el mío. Contuve mi deseo de llorar ante la gran cantidad de información que mis ojos estaban recibiendo.

La proyección del documental ocurrió un día después de celebrarse el 164 aniversario del nacimiento de Rimbaud, que se conmemora cada 20 de octubre.

La carpeta de grabados de Ángel Solano se presentaron en Ciudad de México ayer, 17 de noviembre, en los Talleres de Arte Contemporáneo AC, (Miguel Hidalgo 14, Centro de Tlalpan).