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Germán Larrea ataca, una vez más // Agresión a mineros en Sombrerete

E

l tóxico barón de la minería calculó mal, siempre en la creencia de que el régimen neoliberal sería eterno, que la maquinaria política repetiría el numerito del fraude y que su candidato presidencial, José Antonio Meade, se instalaría en Los Pinos. Y bajo esa premisa públicamente agendó el golpe para mayo de 2019. Pero todo le resultó al revés. El régimen se fue al caño, la maquinaria reventó y de todas el cándido José Antonio Meade perdió todas. Por ello, el tóxico Germán Larrea se vio obligado a adelantar el calendario, utilizar a su favor –una vez más– el aparato represivo del Estado y aprovechar los últimos días de complicidad e impunidad garantizada por el presidente amigo (Enrique Peña Nieto, como lo hicieron sus predecesores) para hacer otra de sus tropelías.

De Zacatecas llegó la noticia: El gobernador Alejandro Tello anunció a los habitantes de la cabecera municipal de Sombrerete la reapertura de la mina San Martín, propiedad de Germán Larrea, que hace tres semanas fue recuperada mediante una incursión policiaca y militar en esa localidad limítrofe con el estado de Durango. El 21 de agosto pasado, más de 150 policías estatales y municipales con equipos antimotines, acompañados por elementos del Ejército mexicano, recobraron el yacimiento (La Jornada, Alfredo Valadez).

La mina San Martín está legalmente en huelga desde el 30 de julio de 2007, de tal suerte que el golpe asestado por Larrea y sus cómplices gubernamentales resulta totalmente violatorio de la ley. El contrato colectivo pertenece al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgicos y Similares de la República Mexicana, que dirige Napoleón Gómez Urrutia, quien en mayo de 2017 denunció que Larrea y funcionarios de la Secretaría del Trabajo están operando de forma conjunta un fuerte golpe contra los trabajadores en huelga de la mina San Martín, similar al de Cananea, Sonora.

Once años de huelga en la mina San Martín y Larrea nunca movió un dedo para destrabar el conflicto y sentarse a negociar con el sindicato, el cual, dicho sea de paso, siempre manifestó su disposición para solucionar el desencuentro. Pero el tóxico empresario simplemente se dedicó a amenazar, siempre bajo el cobijo del gobierno en turno.

Un año atrás, el sindicato minero denunció que hemos demandado al gobierno federal y a las autoridades laborales que sienten a negociar a las partes para resolver las huelgas de Sombrerete, Taxco y Cananea (las tres estallaron el 30 de julio de 2007); sin embargo, lejos de incidir para que se alcance un acuerdo, han operado en favor de Grupo México, el mismo que ahora reabrió la mina San Martín con el apoyo de policías y soldados y utilizando para ello a sindicatos a modo.

Ante el nuevo golpe de Larrea, el sindicato nacional de mineros, con Gómez Urrutia a la cabeza, advirtió que no pedimos ayuda de las autoridades, sino el cumplimiento de la ley y denunció que el tóxico empresario, la Junta Federal y el gobernador de Zacatecas, Alejandro Tello, pretenden ilegalmente dar por concluida la huelga de San Martín, mientras al amparo del sindicato minero el juzgado 7 le concede la suspensión definitiva.

Sobre esto último explicó que la juez Verónica Ávalos concedió la suspensión definitiva para que la autoridad responsable (la Junta de Conciliación) mantenga las cosas en el estado que guardan, hasta en tanto se le comunique la ejecutoria que se emita en el juicio de amparo, reconociendo y protegiendo el derecho de huelga de los trabajadores, es decir, los efectos de la suspensión se reducen a impedir que se den por terminadas las relaciones de trabajo existentes con aquellos trabajadores que decidan mantener el estado de huelga.

Las rebanadas del pastel

Cada día que transcurre se hacen más chiquitos los grandes ahorros presupuestales en la Cámara de Diputados y el Senado. Al ritmo que llevan, tales economías no representarán ni un centavo.

Twitter: @cafevega