La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aseguró ayer que la presencia de las fuerzas armadas en diferentes puntos de la República da tranquilidad y esperanza a la ciudadanía, que se siente atemorizada por las manifestaciones de violencia, de las cuales muchos han sido víctimas.

En el Día de la Marina, la CEM lamentó la muerte de soldados y marinos en un periodo de crisis en el cual el crimen organizado lacera impunemente a la nación, a causa de organizaciones delictivas que han ampliado sus redes violentando la paz.

En un pronunciamiento conjunto, la Secretaría de la CEM y la Dimensión Pastoral de las Fuerzas Armadas señalaron que soldados y marinos están llamados a la santidad desde su vocación, porque ejecutan un trabajo extensivo en defensa del país, y porque su vocación militar les exige un alto grado de responsabilidad.

Resaltaron que el papa Francisco ha pedido a los miembros de las fuerzas armadas que sean instrumentos de reconciliación, sembradores de paz y constructores de puentes, para que con su colaboración sea posible contribuir a un orden fundado sobre la verdad, la justicia, el amor y la libertad.