La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) aseguró ayer que la presencia de las fuerzas armadas en diferentes puntos de la República da tranquilidad y esperanza a la ciudadanía, que se siente atemorizada por las manifestaciones de violencia, de las cuales muchos han sido víctimas.

Cinco policías y cuatro civiles fueron asesinados ayer en diferentes hechos en Guerrero y Jalisco, reportaron fuentes oficiales. Tres agentes municipales murieron a balazos y cuatro resultaron heridos al ser emboscados en las inmediaciones del municipio de Cualac, en la Montaña Alta de Guerrero, cuando se dirigían a pagar 3 millones de pesos del Programa Prospera. En tanto, los agentes José Lomelí Cruz García (estatal) y José Guadalupe Aparicio Castañeda (ministerial) murieron baleados en la colonia San Lucas de los Bravo, en Chilpancingo, y en Rincón de la Vía, del mismo municipio, hombres armados mataron a Marcelino N, de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado. Otra persona fue ejecutada en El Palmar, municipio de Zumpango de Neri. En otros hechos, cinco personas, incluidas dos mujeres, fueron asesinas en Jalisco. En Tamaulipas, la Secretaría de Seguridad reubicó a 15 reos federales de alta peligrosidad del penal de Ciudad Victoria a otras cárceles. En Guanajuato, agentes rescataron a una mujer extranjera que había sido secuestrada en San Miguel de Allende y arrestaron a una persona, informó el procurador Carlos Zamarripa.

El secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), Álvaro Vizcaíno, dijo ayer que no hay policías suficientes en el país y muchos de los que están activos no tienen la capacitación necesaria para trabajar.

Lázaro Cárdenas, Mich.