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Entre otros personajes, Aarón Delgadillo retrata a los Infanzón

Vivir para gozarla, libro de tradición familiar sonera
Foto
La agrupación El Son Tropical Bohío en imagen de 1947. Carlos Infanzón aparece en la fila superior, al centroFoto tomada del libro
 
Periódico La Jornada
Jueves 13 de octubre de 2016, p. a10

Percusionista que se ha desempeñado dentro del género afroantillano y el jazz, a Aarón Delgadillo Jiménez (CDMX, 1972) también le gusta escribir y difundir la música.

Pertenecer a un clan musical con arraigo en la delegación Azcapotzalco (en los barrios de El Arenal y San Francisco Xocotitla, en particular) le ha permitido concebir Vivir para gozarla, libro dedicado a los ires y venires de su familia. Es una edición privada escrita y producida por Delgadillo.

Su investigación se inició con la revelación de alguna fotografía, portada de disco, cartel de teatro o caricatura. Su curiosidad innata le hace expresar gusto por averiguar quiénes son los protagonistas de estos materiales y qué carrera hicieron.

Historias familiares

¿Qué, en particular, lo motivó a hacer el libro?

Tenía los testimonios. Mis familiares siempre contaban historias que quedaban sueltas, en el aire. Cuando tuve toda la información empecé a formalizarla al entrevistarlos directamente, con la finalidad de juntar el material en un libro.

Por fortuna, su tío Carlos Infanzón Calvo (CDMX, 1926), tresero –llegó a tocar una amplia gama de instrumentos–, cantante, fundador e integrante de grupos como el trío Alma Jarocha, Son Tropical Bohío, conjunto La Sensación Caney y Son del Son, entre otros, conserva un amplio archivo fotográfico que sirvió de base para ilustrar el volumen.

El entrevistado hace énfasis en una foto de 1962, de La Sensación Caney, en la que aparece el muy joven pianista Enrique Nery, que hacía las suplencias al músico oficial, Carlos Magaña.

Carlos Infanzón Calvo es el patriarca de la familia, quien, junto con su hermano René y luego sus cuñados Aarón, Artemio y Leonardo Delgadillo Sánchez, fundó una auténtica dinastía musical que pervive, cuyo miembro más destacado actualmente es el pianista Héctor Infanzón, hijo de don Carlos. Pero también está el grupo Soneros de Manyarube, liderado por Leo Delgadillo. Esta agrupación participó el pasado 9 de octubre en un encuentro de son cubano en el Foro Cultural Azcapotzalco.

Al parecer hay toda una tradición sonera en esta demarcación, gracias, claro, al empeño musical de don Carlos. También tocaron Tremendo Tumbao y La Nueva Nostalgia.

El libro de 125 páginas, profusamente ilustrado, contiene apartados como: La música tropical en la Ciudad de México en los años 40, La influencia de Arsenio Rodríguez –afamado tresero cubano admirado por don Carlos–, San Francisco Xocotitla en 1946, El amor en los tiempos del mambo, Aventura musical en Veracruz y La flauta y el cha-cha-chá, aparte de las reseñas de los músicos y las agrupaciones.

Como bien demuestran los capítulos dedicados a Aarón Delgadillo Sánchez (1930), el flautista y percusionista resultó igual de inquieto que don Carlos, ya que formó grupos como Tropical Brasil y Poder Latino. Aunque los miembros más veteranos de la dinastía pisaron foros de renombre, se puede decir que más bien se desempeñaron afuera o en paralelo al circuito sonero del centro de la ciudad de los años 40 y 50. Delgadillo Jiménez explica que “en el caso de mi papá, con Poder Antillano se dedicaron a hacer eventos”, en vez de trabajar en centros nocturnos o cabarets, aunque tocaban en el King Kong.

De allí el título del libro, ya que a todos los permeó una verdadera filosofía de vida. Dejaron la sensación que vivieron para gozarla.

Vivir para gozarla se presentará el viernes 14 a las 20 horas, aunque las puertas estarán abiertas desde las 17 horas en El Secreto de Sugar, Cedro 180, colonia Santa María la Ribera.