Río de Janeiro.

La nadadora afroestadunidense Simone Manuel carga un peso sobre los hombros cada vez que se coloca en el cubo de salida de la piscina, pero la medalla de oro que ganó el jueves podría ayudar a levantarlo.

Al hacer historia como la primera nadadora negra en ganar un título olímpico en una prueba individual para Estados Unidos, Manuel se refirió a su deseo de que haya cambios en las cuestiones raciales.

Esta medalla no es sólo para mí, es para algunos de los afroestadunidenses que vinieron antes que yo y que han sido inspiraciones y mentores para mí, dijo tras un empate en la final de los 100 metros estilo libre que otorgó dos oros. La otra presea fue para la canadiense Penny Oleksiak, de 16 años.

Creo que significa mucho, especialmente por lo que está sucediendo en el mundo en cuestiones de brutalidad policial, añadió, sin entrar en detalles. Creo que esta victoria de cierta forma ayuda a llevar esperanza y cambio a algunos de los temas que están ocurriendo, agregó.

Manuel tiene 20 años y es originaria de Houston. Asiste a la Universidad de Stanford y es una de las dos mujeres negras en clasificar para el equipo olímpico de natación de Estados Unidos; la otra es Lia Neal, quien ganó la presea de bronce en los relevos 4x100 libres en Río.

Al llegar a la carrera intenté quitarme el peso de la comunidad negra de mis hombros, que es algo con lo que cargo sólo por estar en esta posición. Espero que eso realmente se vaya. Estoy muy feliz de ser inspiración para otros y con suerte diversificar el deporte, expresó.

“Pero al mismo tiempo, quisiera que algún día sea más ‘nosotros’ y no ‘Simone, la nadadora negra’, porque el título ‘nadadora negra’ lo hace ver como si no pudiera ganar una medalla de oro, como si no pudiera batir récords”, comentó.

Trabajo igual de duro que el resto, amo este deporte y quiero ganar como todo mundo.