No se siente ídolo. Algo, que no entiende qué es, no termina de convencer en su carrera. Saúl Canelo Álvarez, campeón mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB), lo asume sin sobresaltos, como si entendiera que convivirá siempre con la crítica. Un viento en contra que no sabe de dónde viene, pero que, cuando lo piensa mejor, atribuye a la cultura.

Desde que le vengo ganando a todos he escuchado que me convertiría en un ídolo, pero todavía no lo soy, comenta.

Seguramente, aunque siga ganando, van a poner pretextos y voy a tener que ganarle a otro, y después a otro más, explica.

El jalisciense no se reconoce un ídolo, pero en Estados Unidos alcanzó casi un millón de compras de pago por evento en su pelea contra el boricua Miguel Cotto. También enfrentó al mejor libra por libra, Floyd Mayweather, con quien perdió el título superwélter del CMB, y noqueó de manera brutal a James Kirkland antes de recuperar el campeonato, ahora en peso mediano, ante Cotto en noviembre. Parece que no es suficiente, según su percepción.

No sé por qué minimizan mi carrera y mis rivales, repara Canelo. Creo que me valoran más en otros lados que en mi país. Es nuestra cultura y eso es lo peor que podemos tener. En vez de apoyar a nuestros deportistas estamos buscando pretextos.

A pesar de que intuye escepticismo en México, no se siente malquerido, porque la mayoría de la afición lo apoya. Igual que en varias ciudades de Estados Unidos, donde ha peleado con la entrega total de los aficionados.

Pese a las críticas a su carrera, Saúl Canelo Álvarez no se siente malquerido por los aficionados, porque la mayoría lo apoyaFoto Notimex

Yo estoy orgulloso de lo que he logrado y quiero más, dice el campeón pelirrojo. Al final me reconocen mundialmente, ataja.

El CMB también lo reconoce por el triunfo contundente ante Cotto y en una conferencia en el museo Soumaya le entregó ayer el cinturón de diamante, premio que, señala Mauricio Sulaimán, presidente del organismo, se creó para conmemorar pocas peleas que involucran a la élite del boxeo.

Álvarez recuerda que hace años, cuando presentaron el proyecto, comentó al vuelo que algún día lo ganaría y alguien le dijo que ni en sueños lo conseguiría. Este logro no es por una pelea, presume. Pero la pelea con Cotto me metió a la historia del boxeo.

El horizonte del Canelo tiene ahora una dura prueba con el campeón interino Gennady Golovkin, a quien debe enfrentar por orden del CMB, probablemente en septiembre. Pero antes harán un combate voluntario en mayo.

La rivalidad está creciendo y seguramente pronto habrá una pelea entre nosotros, acepta. Se está haciendo mucho morbo y hay que dar a la gente lo que quiere. Que crezca la rivalidad me beneficia, porque así crece la expectativa y se hacen posibles las grandes peleas que la gente quiere ver.