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Cómplices, su obra más reciente, es una novela río a cinco voces

Los autores necesitan acercarse a los jóvenes, pide Benito Taibo
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de diciembre de 2015, p. 6

Los escritores mexicanos deben acercarse a los jóvenes, quienes leen lo que les interesa y con lo que se identifican, afirma el autor y promotor de la literatura Benito Taibo a propósito de su más reciente libro, Cómplices: esta vez, la aventura es leer.

Señala que en la actualidad “se está leyendo mucho más que nunca y, en gran medida, se debe a los booktubers y a los bloggers, estos chicos que con total desparpajo se ponen frente a una cámara y dicen ‘yo leí este libro y me gustó por esto, tú decide lo que quieres’.

“El booktube cumple una función a escalas que a veces ni nos imaginamos. Y está chidísimo, me parece maravilloso. Y que los jóvenes lean lo que se les antoje, que nadie les diga qué deben leer”, asegura en charla con La Jornada.

Otra lanza por el libro y la lectura

Para Benito Taibo la lectura es uno de los goces más baratos y más gratificantes, en muchos sentidos. El libro tiene tantas lecturas como lectores, por tanto, no homogeniza, sino al contrario. No hay nada más peligroso, desde mi punto de vista, que un lector, y por eso no quieren que leamos. Las sociedades patriarcales, verticales, poco democráticas, no quieren tener lectores porque un lector se convierte en un ser libre.

En torno a su libro, publicado por el sello Planeta, el autor lo describe como una novela río con cinco voces que se van juntando. Tiene que ver con la demostración de que el libro es una tabla de salvación. En este caso el pequeño giro tiene que ver con los lectores más que con los libros: descubrir que detrás de un libro hay un lector, no es sólo el escritor que lo escribió. Un libro no existe sin este triángulo virtuoso que es escritor-libro-lector.

Al respecto, explica: “Intenté picar la curiosidad a ese que se acerca a leerlo para decir, ¿qué son Cómplices?, ¿de dónde salen?, ¿por qué somos como somos?, ¿por qué nos hacemos como nos hacemos?, ¿por qué los libros nos ayudan a transformarnos, no sólo qué vemos, sino nuestra capacidad para transformar nuestro entorno?

Foto
Benito Taibo con un ejemplar de su libroFoto María Luisa Severiano

Otra vez rompo una lanza por el libro y la lectura como tarea civilizatoria, como necesidad última de encontrar en él ese bálsamo para las heridas que nos ha dejado este tiempo terrible. Y que nos sigue dejando. Veo en el libro la salvación. Es una de las patas de la mesa en la cual podremos sentarnos a vivir en democracia plena. Las otras dos son justicia social y educación.

En torno a la Encuesta Nacional de Lectura y Escritura 2015 (La Jornada, 10/10/15), opina que “las primeras estadísticas sostenían que leíamos 1.8 libros por año, y yo decía que eso no era posible; lo veía en las ferias del libro, en los lugares donde hacía conferencias de promoción de la lectura.

Veo cómo funcionan las librerías en este país. Se han cerrado pocas. Al revés: se han abierto un montón, incluso los grandes almacenes están adaptándose y poniendo librerías dentro de sus tiendas. Esto corresponde a una lógica de mercado; hay alguien que los compra. Mi segunda visión es que los compran para leerlos.

Destaca que los escritores mexicanos tienen que acercarse a los jóvenes. Igual que yo me acerqué. Los oí, los escuché y nos hicimos amigos. Un escritor no es más que un lector que dio el salto al vacío. Soy un lector y por eso tengo esta empatía con los otros lectores.

Recuerda que hasta los años 80, “nadie nos enseñó que se podía leer por placer, que en el libro se encontraba no solamente el conocimiento, que es una de sus funciones principales, sino la posibilidad de sentir en la nariz el olor de la pólvora en el campo de batalla o en las verijas las ganas de tener a tu lado a madame Bovary, lanzando perfumes de jazmín.

Siempre se vio al libro como ese objeto de transmisión del conocimiento y no de emociones. Esto ha cambiado enormemente. Hoy vivimos otro mundo donde ya no sólo buscamos lectores, sino usuarios plenos de cultura escrita, concluye.