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Inauguran exposición con imágenes de Dimitris Yeros

El buen humor y la personalidad de Gabo, en una serie fotográfica

El autor griego tuvo la fortuna de retratar al Nobel colombiano desde la confianza que da la camaradería, señala Elena Poniatowska

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El premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez (1927-2014) en su estudio y caminando por la calle con paraguas, captado por Dimitris Yeros, fotógrafo griego y amigo suyo. La muestra se puede visitar en la galería ubicada en Taine 212, PolancoFoto María Meléndrez Parada
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La escritora y periodista Elena Poniatowska al lado de Dimitris Yeros durante la inauguración de la muestra del fotógrafo griego en la Galería Pablo Goebel Fine Arts; a la derecha, YerosFoto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de diciembre de 2015, p. 5

El buen humor y la personalidad del escritor Gabriel García Márquez (1927-2014) se ven retratados en la serie de fotografías que en distintos momentos le tomó el fotógrafo griego Dimitris Yeros.

Al respecto, la noche del martes se inauguró una exposición en la Galería Pablo Goebel Fine Arts.

Como parte de esa muestra se presentó el libro, publicado por el sello Kerber, que reúne esas imágenes del autor de Cien años de soledad, a quien se ve en la sala y el jardín de su casa de la ciudad de México, en Colombia, en el escritorio de su estudio, sentado a la mesa en una terraza de un hotel, jugueteando con un pez de metal, con un paraguas al hombro caminando por la calle o viendo directamente a la cámara.

La escritora Elena Poniatowska fue invitada para la inauguración y presentación del libro.

Dimitris Yeros, expresó la colaboradora de La Jornada, “tuvo la fortuna de retratar a Gabriel García Márquez como pocos fotógrafos lo hicieron; es decir, con la confianza que da la camaradería de los amigos, aunque Dimitris y Gabo se conocieron en 2006, que es bastante reciente”.

De igual manera comentó que el fotógrafo griego logró establecer un lazo afectivo con el reconocido narrador colombiano y reflejar su cotidianidad.

“Serio, bromista, García Márquez posó para Dimitris con una sonrisa. Logró incluso una foto cuando el escritor, todavía en bata, es abrazado por Mercedes Barcha, la Gaba, como la llamamos sus amigos, al conocer que fue distinguido con el Premio Nobel de Literatura.”

Poniatowska relató que la primera reunión entre Yeros y García Márquez fue en 2006. “Dimitris llamó y Gabo le dio cita al día siguiente al mediodía. Esa reunión fue un encanto para el fotógrafo, porque Gabo fue amable y cálido, pero, como comparte el propio fotógrafo, cuando empezó a fotografiarlo en su jardín, Gabo se puso rígido como un soldado; entonces Yeros le dijo que se relajara y él respondió: ‘cómo puedo relajarme si me estás disparando con la cámara’”.

Después Dimitris lo fotografió en Cartagena, Colombia, cuando Gabo celebró sus 80 años y una tercera ocasión, de nuevo en México, de lo que resultó un libro con textos también del fotógrafo griego.

Vicisitudes de su novela cumbre

Poniatowska recordó la anécdota de cuando García Márquez y Mercedes enviaron por correo sólo la mitad de la novela Cien años de soledad porque no tenían dinero para enviarla completa. Asimismo, rememoró que el texto fue mecanografiado por la secretaria de Miguel Barbachano Ponce, que se llamaba Pera. Ella pasaba en limpio también las novelas de muchos escritores, entre otros, las de Carlos Fuentes.

Leer Cien años de soledad, dijo la periodista, “es un acto de felicidad. Ningún libro de autoayuda ha logrado el cambio de hábitos y la fe en nosotros mismos como lo ha hecho esa novela, la que más se ha leído y se ha escrito en el mundo (…) Nadie ha hecho tanto por Colombia y por la literatura de América Latina como Gabriel García Márquez.

“Tenemos muchos próceres –prosiguió la escritora– pero ningún personaje nos hizo reír o nos cambió como lo hizo Remedios la Bella al volar por los aires, o Aureliano Buendía al forjar sus pescaditos de oro.

“Esta exposición, con las fotografías de Dimitris Yeros –cerró Poniatowska– contribuye a llenarnos los ojos de pescaditos de oro.”