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El pintor inaugura su exposición Monotipos, en la Galería Hilario Galguera

Avanza la aceptación pública de mi obra, celebra Daniel Lezama

Las historias fuertes que el espectador podría captar en sus cuadros gradualmente han dejado de ser tema de preocupación, pues la sociedad se ha vuelto más liberal y ve más cosas en la calle, en los medios, explica a La Jornada

Ahorita siento a las personas inoculadas ante ese terror

 
Periódico La Jornada
Jueves 10 de diciembre de 2015, p. 3

Los cuadros de Daniel Lezama (DF, 1968) suelen causar desconcierto en el espectador por su contenido de violencia, según los ojos de quien los mire.

Sin embargo, el pintor niega ser un provocador aunque admite que al confrontarse a sí mismo, por derivación, provoco a los demás.

Considera que las historias fuertes que el público podría captar en sus cuadros gradualmente han dejado de ser un tema de preocupación. La sociedad se ha vuelto más liberal. En México ven más cosas en la calle, en los medios, que descargan un poco la sensación de violencia y nos permiten en todo caso, los que queremos ver pintura, mirar más a fondo los temas y procedimientos.

Con motivo de Monotipos, exposición que Lezama inaugura hoy en la Galería Hilario Galguera, señala que su trabajo tiene mejor respuesta que antes –de hecho, le ha ido bien–, porque el público “ya no la ve como una confrontación, que no lo era. Jamás he intentado provocar o confrontar, y siento que las personas ya entienden esto. Eso algo que apenas empieza, vamos a ver cómo avanza la aceptación pública de mi trabajo y cómo se entiende a futuro.

Siento que va por buen camino; lo que propongo ya no sea rechazado de entrada, sin verse, como antes. Ahorita siento a las personas un poco inoculadas ante ese terror y, por tanto, tendría en teoría mayor capacidad de análisis o de contemplar con calma.

Rebanada de algo inacabado

Monotipos es una exposición ligera en la trayectoria de Daniel Lezama, pues no se trata de una conclusión temática como La madre pródiga o Cartas de viaje, sino una especie de rebanada de un proceso transitorio, inacabado. Una muestra de una nueva etapa, una instantánea de lo que hace en la actualidad.

El artista no había trabajado el monotipo desde sus días estudiantiles y retomarlo como profesional le ha dado mucha libertad y soltura creativa, pues se refiere al monotipo como un dibujo, pero con elementos pictóricos.

La exhibición incluye cinco monotipos al tinto, y 25 al óleo (también cinco cuadros al óleo), porque Lezama aplicó pintura al monotipo. Se trabaja igual que la tinta, nada más que se pinta sobre la placa y se imprime. Es un cuadro en papel. En ello, sólo conoce el caso del estadunidense Eric Fischl.

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Jamás he intentado provocar o confrontar y considero que las personas ya entienden esto, expresa a La Jornada Daniel Lezama, aquí junto con uno de sus lienzos montados en el espacio de Francisco Pimentel 3, colonia San RafaelFoto Jesús Villaseca

En la obra de Monotipos ocurren muchas cosas. Por ejemplo, la revisión de mitologías –Daniel Lezama siempre lo ha hecho–, así como muchos elementos de transformación y mezcla. Es decir, la idea de la promiscuidad de los reinos vegetales, animal, humano y minerales, que se cruzan y combinan como por medio de un proceso de alquimia que he seguido hacia adelante. Hay elementos parecidos al hongo, pero como una especie de florescencia del imaginario.

También se perciben cuadros más amorosos, comentario que hace sonreír a Lezama, quien se limita a señalar que hay más amor en su vida. Si la mitad de los monotipos tienen que ver con la transformación del deseo, la otra gira en torno a la alquimia. Un gran óleo, que es pieza central en la exposición, tiene que ver con el mito de Acteón, cazador que por accidente, o quizás no, ve a la diosa Diana en el bosque bañándose, algo prohibido a los mortales. Entonces, ella lo convierte en venado y es comido por su propia jauría.

Es como si el deseo te transforma y luego te devora. Es un proceso de mutación. Parece que el paso que necesita Diana para tener una relación con Acteón es convertirlo en venado, acota Lezama.

Respecto de la alquimia, el artista prepara tres cuadros de gran formato que expondrá en febrero en el local de la galería en la Feria de Arte Contemporáneo Zona Maco.

En la alquimia del hongo lo que se genera es “el ánima y el animus, en el sentido jungiano. El primero es la imagen de la mujer que tiene un hombre adentro, y el segundo, la imagen de un hombre que la mujer tiene adentro. Es una imagen espiritual o física, pero es una cosa que está en el subconsciente y tú la construyes”.

Suave matria (Círculo del Arte, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes), libro que documenta la figura femenina en la obra de Lezama, con texto de Sergio González Rodríguez, será presentado hoy a las 18 horas en la Galería Hilario Galguera (Francisco Pimentel 3, colonia San Rafael). A las 19:30 horas será inaugurada la exposición Monotipos.