Economía
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La población, dividida la víspera del referendo tras seis años de recesión por planes de choque

Diez millones de griegos definen su posición en la Unión Europea

Manifestaciones de solidaridad en ciudades de Australia, Gran Bretaña, Irlanda y Portugal

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Promotores del No en el referendo aplauden durante el Festival de solidaridad con Grecia, este sábado en la plaza Trafalgar, en LondresFoto Reuters
 
Periódico La Jornada
Domingo 5 de julio de 2015, p. 21

Atenas.

Diez millones de griegos con derecho a voto están convocados a las urnas para responder una pregunta, cuya respuesta marcará la posición de Grecia con sus acreedores, representados por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) en las negociaciones para el financiamiento que Grecia necesita para salir a flote.

La histórica votación –cuyas urnas abrirán a las 7 y cerrarán a las 19 horas y los primeros resultados se conocerán a las 22 horas (14 horas, tiempo de México)– podría suponer el primer paso para el inicio de nuevas conversaciones entre Atenas y sus acreedores o hacia una salida del país de la zona euro.

Después de seis años de recesión, a raíz de la implementación de las políticas impuestas por sus acreedores, como los recortes al gasto social, especialmente en el rubro de salud, aumentos de impuestos y en la edad de las jubilaciones, la población está dividida ante la consulta, lo que quedó claro en las masivas manifestaciones rivales del viernes noche en el centro de Atenas.

Ni los analistas ni los sondeos concluyen el resultado de la consulta popular de este domingo, convocada hace solamente seis días por el gobierno griego durante una larga negociación con sus acreedores.

A principios de semana, el No que pide el gobierno aventajaba al claramente. Pero a medida que la semana transcurrió y que el efecto de los controles de capital en los bancos, que inició el lunes pasado y que ha ido afectando a la población, la tendencia se ha invertido y el ’ ha logrado empatar en las encuestas e incluso superar por escaso margen al No. Este sábado, militantes del gobernante partido Syriza y de la oposición conservadora intentaban convencer a los indecisos, que según diversos sondeos se ubicarían entre 11 y 18 por ciento.

Después de meses de negociaciones y cuando todo hacía apuntar a un posible acuerdo, hace una semana el gobierno griego rompió las negociaciones y convocó para este domingo un referéndum sobre la última propuesta de los acreedores, que exigen acentuar las políticas de austeridad, aumento de impuestos y recortes a las aportaciones del gobierno a los fondos de jubilaciones.

El gobierno del primer ministro griego Alexis Tsipras rechazó estas exigencias, al considerarlas recesivas y humillantes y convocó a la consulta de este domingo, para que sean los ciudadanos los que decidan si continúan con las políticas de austeridad o mejores condiciones para negociar.

Los partidarios del No aceptar las condiciones de los acreedores, opción defendida por el el gobierno para negociar un mejor acuerdo, creen que ésta es la vía de salida a una austeridad contraproducente. Los partidarios del consideran en cambio que está en juego la permanencia del país en la eurozona y en la Unión Europea y ven el No como la vía abierta al caos, el aislamiento y la vuelta al dracma, la antigua moneda nacional.

Alemania, Francia, Italia y el jefe de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, advirtieron que si gana el No podría interpretarse como un voto contra la permanencia de Grecia en el euro, y quizá incluso en la Unión Europea.

Acreedores quieren aterrorizar a los griegos: Varoufakis

Un día antes del referendo –el primero en el país desde 1974, cuando se votó por abolir la monarquía, según apuntó la agencia de noticias Afp– a los ciudadanos les preocupaba las informaciones de prensa que apuntan a un posible recorte de los depósitos bancarios. Ello luego que el periódico Financial Times escribió que ante la debilidad de los bancos griegos, los clientes con depósitos de más de 8 mil euros podrían sufrir quitas de 30 por ciento. El ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, desmintió la versión y la calificó de rumor malintencionado.

En virtud del control de capitales instaurado durante una semana para evitar la fuga de dinero en los bancos, los griegos sólo pueden retirar desde el pasado lunes un máximo de 60 euros por día y persona en los cajeros automáticos.

En declaraciones al diario español El Mundo, Varoufakis acusó a los acreedores de tratar de aterrorizar a los griegos para que acepten la austeridad y advirtiendo que Europa tiene tanto que perder como Atenas si el país se ve obligado a salir del euro tras el referendo del domingo sobre los términos del rescate.

El martes Atenas incumplió el pago de mil 600 millones de euros que debía devolver hasta esa fecha al FMI. Ese mismo día expiró el segundo plan de rescate europeo a Grecia, en el que ante la falta de acuerdos quedó pendiente el giro de 7 mil 200 millones de euros, como parte del último tramo de los paquetes de rescate aprobados entre 2010 y 2011 por un total de 240 mil millones de euros.

Sea cual sea el resultado del referéndum, el lunes habrá un acuerdo, vaticinó Varoufakis. “Lo que ocurre es que si gana el ‘sí’ en el referéndum tendremos un acuerdo no ya malo, sino absolutamente nefasto. Ese acuerdo sencillamente impediría crear las condiciones de esperanza y estabilidad que esta economía necesita para empezar a levantar cabeza”, agregó.

El titular de las Finanzas griegas cree que si gana el No, el primer ministro Alexis Tsipras contará con armas para conseguir negociar un acuerdo mejor. No lograremos un acuerdo fantástico, para nada, pero conseguiremos que no sea tan malo como el que ahora nos propone.

Movilizaciones

Muy lejano parece ya aquel día de mayo de 2010, cuando el entonces primer ministro socialista, Giorgios Papandreu, anunció el pedido del primer plan de rescate. La odisea anunciada por Papandreou, al que la idea de un referendo a fines de 2011 le costó el cargo, se tradujo en seis años seguidos de recesión (de 2008 a 2013), a la que contribuyó en buena medida la austeridad impuesta por los acreedores.

En ese lapso, Grecia, el país europeo más afectado por la crisis financiera mundial de los últimos años, vio perder la cuarta parte de su economía y es actualmente el país con el mayor desempleo en la zona euro y uno de los mayores a nivel mundial. La tasa de desocupación es de 26.5 por ciento en la población en general y de 49.7 por ciento entre la población menor de 25 años, situación que ha obligado a emigrar a miles de jóvenes griegos.

Cientos de personas marcharon en Australia en solidaridad con Grecia este sábado, principalmente en Melbourne, donde vive una importante comunidad de emigrados, a un día del referéndum sobre las propuestas de reformas de austeridad.

En otras ciudades europeas también hubo movilizaciones a favor del No, entre ellas Londres, Dublín y Portugal. Miseria y FMI, ¡fuera!, proclamaban unas 600 personas en Lisboa en una concentración frente a la representación de la Comisión Europea, quienes también coreaban el lema: España, Grecia y Portugal, nuestro camino es internacional.

Nuestro propósito hoy es mostrar al pueblo griego que estamos con ellos, dijo Evy Yannas, uno de los organizadores de la protesta en Melbourne que atrajo a varios cientos de personas. Con suerte, cuando ellos enciendan sus televisores antes de ir a votar en el referendo, podrán (ver) el apoyo y la solidaridad y, esto les dará un poco de ánimo y de inspiración. Melbourne, en el sur de Australia, está apodada como la tercera ciudad griega más grande del mundo y muchos de los manifestantes que se concentraron en la escalinata del Parlamento tenían estrechos vínculos con el país.