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El tanto, en tiempo de compensación; siguen en el liderato

Golazo de Marco Fabián alarga racha victoriosa de Cruz Azul

Romano se quejó de que el árbitro tuvo decisiones localistas

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Marco Fabián (centro) anotó en el cierre del partido jugado en el estadio Azul para dar el triunfo 1-0 a los cementeros sobre el Puebla. En la imagen, el mediocampista disputa el balón entre el portero y un defensa de los camoterosFoto Roberto García
 
Periódico La Jornada
Domingo 16 de febrero de 2014, p. a13

La Máquina mantuvo su racha victoriosa en el último suspiro del partido ante Puebla, con un soberbio golazo de Marco Fabián. El mediocampista se colocó en el vértice izquierdo del área grande y desde ahí mandó un tiro bombeado que entró por el ángulo superior derecho de la portería del equipo camotero, para el 1-0.

Cuando parecía que el juego terminaría en empate sin tantos, Fabián hizo la genialidad (94) para mantener a Cruz Azul en el liderato general con 19 puntos y alargar la racha de triunfos a seis partidos. El cuadro de la franja se quedó con seis unidades.

El silbante Erim Ramírez muy temprano enturbió su trabajo, pues al minuto uno el uruguayo Carlos Sánchez avanzó por el carril derecho y sacó un centro preciso para el argentino Matías Alustiza, quien encajó sólido cabezazo; el balón entró a la derecha del portero Jesús Corona, pero el árbitro congeló el festejo de los visitantes al anular indebidamente el gol.

Al minuto 10, Rogelio Chávez cobró una falta, Mariano Pavone prolongó con la cabeza y la pelota anidó en las redes; no obstante, el juez de línea levantó el banderín y el tanto también se anuló por posición adelantada, esta vez de manera correcta.

Con el sol cayendo a plomo, los equipos se trenzaron en un juego tedioso, trabado y sin brillo que por momentos arrancó silbidos reprobatorios y donde lo único relevante resultaron los desbordes de Joao Rojas, aunque ninguno prosperó, así como el nerviosismo de Rubén Omar Romano, estratega visitante, quien manoteó y realizó infinidad de señas a sus dirigidos.

El público hizo una buena entrada animado por la adecuada marcha de La Máquina y pintó el graderío con el azul tradicional y la novedosa playera roja.

A la media hora de juego el sonido local sacó a la gente del sopor al anunciar a todo pulmón la derrota del viernes del América; la afición aplaudió y festejó como si hubiese caído un gol.

Para la parte complementaria, Christian Giménez apareció en el campo y también cosechó una gran ovación. El creativo –naturalizado mexicano– de inmediato buscó tomar la manija del cuadro anfitrión. El Chaco regresó a la actividad después de tres fechas, se prodigó con ganas, pero todavía falto de ritmo.

Al minuto 70, Joao Rojas hizo una gran recepción del esférico, buscó bombear ante el marco descubierto, pero el defensa Jesús Chávez se cruzó de gran forma y con la cabeza rechazó para evitar el gol.

En la compensación ya todos esperaban el pitazo final, cuando cayó el tanto de Fabián.

Volaron vasos, líquidos y a coro surgió el festivo oeee, oeee, oe, oe, oe, Azul, Azul, mientras Rubén Omar Romano corrió hasta los árbitros para reclamar el exceso en el tiempo de compensación.

Romano aseguró que fuimos superiores y que en el desempeño del silbante pesó la camiseta cementera. “Me siento mal porque el equipo había hecho un partido excelente... (El tanto de Fabián) fue un gol de otro partido.

Nos anulan uno válido, dan tres minutos y se pasan. El arbitraje es malo, siempre los balones divididos eran para el otro lado, se quejó Romano, quien pese a todo aseguró no tener miedo a ser cesado: ¿Se acuerdan hace ocho años? (cuando dirigía a Cruz Azul y fue secuestrado)... ¡No tuve miedo!, menos ahora.

Luis Fernando Tena admitió que los cementeros estaban contentos por el resultado, no así por el funcionamiento. Nos dimos cuenta que nos falta mucho por mejorar.

Admitió que el Puebla no nos dejó jugar, faltó tener buena circulación de balón y creo que ellos no merecían perder.