De farsa calificó el mánager mexicano Ignacio Beristáin la sanción –multa de 20 mil dólares y suspensión indefinida– que el Consejo Mundial de Boxeo (CMB) impuso a Julio César Chávez Jr. por haber dado positivo en consumo de mariguana, en el examen antidopaje para la pelea del pasado 15 de septiembre ante el argentino Sergio Martínez.

Ellos tienen todo el derecho de imponer castigo porque el título que estaba en juego era propiedad del CMB, pero cómo vamos a saber si efectivamente es una sanción o sólo una pose del presidente del organismo (José Sulaimán), pues siempre lo ha defendido a capa y espada, parece el hijo boxeador que nunca tuvo. La gente del boxeo, muy inmersa en este medio, piensa que es una simulación, declaró Don Nacho.

El veracruzano opinó: “Dijeron que eran 10 mil, pero siempre fueron 20 mil para que aparezca como una verdadera nota, para que digan: ‘es el comisionado de hierro’, pero hay que tomarlo de quien viene. A lo mejor para la prensa es nota, pero a los que estamos en esto nos da risa”.

Beristáin, el único mánager mexicano que forma parte del Salón de la Fama del Boxeo, en Canastota, Estados Unidos, consideró que debió haberse aplicado un buen correctivo para tratar de limpiar el nombre del pugilismo.

Agregó que “cualquier autoridad que rija el deporte debe aplicar un castigo que sirva de ejemplo tanto al que lo hizo como a los que vienen detrás de él, para que aprendan. Julito puede ser ídolo de los niños y si lo ven inmerso en cosas como ésa, ¡imagínese!”

Por otro lado, el ex campeón mundial Juan Manuel Márquez pidió no hacer leña del árbol caído sobre la falta de Chávez, y a cambio exhortó al medio pugilístico a apoyarlo.

Abordado ayer durante la inauguración de la muestra fotográfica ubicada en Paseo de la Reforma, el pugilista dijo que espera que el júnior sea más fuerte para no volver a cometer esos errores, sacar lo positivo y respaldarlo.

Reconoció que en el deporte de los puños hay muchas tentaciones, pero, por tratarse del hijo de JC Chávez, recibe críticas aun cuando reconoció su falta y prometió enmendar el camino, porque él tiene mucho para llegar a ser un grande como su padre.

Sulaimán señaló que el júnior ha gastado gran parte de su dinero en casas de juego, lo que ha influido negativamente en su carrera boxística. Lo que gana en sus peleas es para dárselo a los casinos, lo cual es verdaderamente terrible, ha perdido la cabeza. Ya no es el jovencito que yo conocí, se ha hecho agrio y tiene una pasión fuera de lo normal por tirar su dinero.