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La investigadora y docente salvadoreña recibió el honoris causa de la UAM

Agradezco todo lo que me ha dado México: Isabel Rodríguez

Las experiencias que tuve aquí marcaron mi vida cultural y profesional, dijo la ministra de Salud de El Salvador

Dedicó la distinción a los que han compartido con ella maravillosos momentos

 
Periódico La Jornada
Martes 22 de noviembre de 2011, p. 4

Por su excepcional trayectoria profesional y profundo compromiso social en el ámbito de la salud, la investigadora y actual ministra de Salud Pública y Asistencia Social de El Salvador, María Isabel Rodríguez, recibió este lunes el doctorado honoris causa de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).

Realizar una semblanza de la trayectoria académica, profesional y personal de la doctora Rodríguez, no es una tarea fácil. Su currículum escrito a renglón seguido con letra arial punto 8 ocupa casi 30 páginas, destacó la investigadora Dora Cardaci, encargada de presentar una parte del amplio trabajo de Rodríguez en favor de la salud en México, Venezuela, Puerto Rico y El Salvador.

Labor que, como se adelantó en estas páginas, se reconoce por su visión humanista y por impulsar y fortalecer una medicina social en las universidades públicas por las que pasó (La Jornada,16/11/11).

En el acto, en el que estuvieron presentes el rector general Enrique Fernández Fassnacht, así como los rectores de las cinco unidades que integran la UAM, María Isabel Rodríguez agradeció el reconocimiento y expresó que el grado académico que recibió tiene un especial significado para mi vida profesional y académica.

Recordó y agradeció en su amplio discurso su vida en México, sus experiencias e investigaciones profesionales en la academia y en la práctica médica, así como su amistad y cercanía, en el ámbito cultural de los años 40 y 50 con Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros, José Clemente Orozco y Pablo O’Higgins, entre otros.

Rememoró su exilio, cuando la Universidad de El Salvador fue intervenida militarmente en 1972 y la oportunidad que encontró en México al incorporarse en 1973 a la naciente UAM, donde Rodríguez contribuyó –junto con un grupos de investigadores– a definir y concretar la propuesta educativa modular en el área de salud de la unidad Xochimilco.

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María Isabel Rodríguez, ayer, al recibir el reconocimiento de la UAMFoto Cristina Rodríguez

Este reconocimiento, dijo, se convierte en parte fundamental de todo lo que me ha dado México, sobre todo al permitirme compartir experiencias durante dos jornadas de mi vida. La primera de esas vivencias me envolvió en el México de finales de los años 40 y la primera mitad de los 50, que como he recordado en varias ocasiones, marcó mi vida cultural y profesional.

Reconoció la política internacional de México de aquellos años, apertura que permitió la migración española y que el país fuera un centro de confluencia y construcción de diversas corrientes de pensamiento en los campos de la filosofía, las ciencias sociales y políticas. Y que el carácter científico fuera enriquecido en lo cultural y artístico.

Múltiples proyectos educativos

Isabel Rodríguez detalló las inquietudes y esfuerzos de ella y sus colegas en distintos planes universitarios, así como buen número de proyectos educativos en Chiapas, Sonora y Guadalajara, y destacó los concretados en la UAM Xochimilco, en los cuales “se buscaba principalmente insistir en la relación de la investigación y docencia con la estructura social.

“No podía ser de otra forma –indicó–, porque para aquellos que veníamos de vivir la historia reciente de destrucción de nuestros proyectos universitarios y de ser espectadores atónitos, desde nuestros países, de la tragedia de Tlatelolco, encontrar respuestas a muchas de nuestras inquietudes empezando por respuestas a la masificación estudiantil y apoyo a la innovación educativa.”

Para concluir, se excusó y mencionó “apenas algunos nombres de aquellos con quienes vivió aquellos maravillosos momentos, y reiteró su agradecimiento a la UAM y a sus colegas por todo lo que aprendió de ellos. Recibo en su nombre esta distinción.