La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) publicará una antología que reunirá breves textos, creados ex profeso por sus amigos, que hablen sobre la vida y la obra de la escritora María Luisa Mendoza, La China.

Así lo dijo el rector de la máxima casa de estudios, José Narro Robles, durante un homenaje a La China Mendoza por sus más de 50 años de trayectoria artística, realizado en la Casa del Lago Juan José Arreola, en el que también participaron ella y los escritores Beatriz Espejo, Enrique Mendoza Morales, Miguel Sabido y, como moderador, Sealtiel Alatriste.

Con ello, Narro recogía una propuesta que acababa de hacer Sabido, y adelantaba que el libro sobre La China (Guanajuato, 1930) sería coordinado por éste y Alatriste.

Reunidos en la sala Rosario Castellanos, el rector comentó: Creo que es más que prudente, indispensable, que quienes hemos sido convocados (al homenaje), quienes tenemos cariño por María Luisa Mendoza, hemos disfrutado de su amistad, bebido con ella uno o más tequilas y disfrutado de las cosas que ha escrito, nos hagamos solidarios de la idea de Miguel Sabido y lo recojamos en una cuartilla.

Y Narro, con humor y la risa cómplice de los presentes, agregó: Yo escribí dos anticipándome a esto. Se vale que el rector tenga alguna prerrogativa. El rector aseguró que la escritora se merece este homenaje, pese a su reticencia.

“En ocasiones la gente se nos esconde en la luz que ella misma proyecta y emana. Y ese es el caso de La China. Merecimientos le sobran. Su obra en el periodismo, la literatura, su sentido de humanista comprometida, su paso por el servicio público, la expresión y defensa de sus convicciones, le harían cada una de estas características ser sujeto de este homenaje, y en conjunto adquieren relevancia superior.”

Durante su homenaje, la también periodista y egresada de la UNAM, dijo: Conmovida, estupefacta, emocionada, enamorada, solitaria, agradecida ante ustedes, voy a decir apenas unas cuantas palabras, para que ya no nos llenemos de tantas palabras que en este momento sobran, como ustedes saben, en este pobre país nuestro, que está en tal peligro de inanición, precisamente por lo contrario, por la furia con la que se ha visto abatido y amenazado.

Dijo: en la UNAM encontré tan de lleno mi propio destino que, como el caballo de Zalamea, no me cabía la risa en el cuerpo: juventud, libros, escapar a cabalgar a ínfimos cabarets vespertinos, con poco dinero y corazón alebrestado.