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La propuesta escénica Naked Girls Reading se realiza una vez al mes en la urbe de hierro

Inusitada experiencia sacude a NY; bellas mujeres desnudas leen a Wilde e Ibsen

El show surgió en Chicago; ahora se produce en varias ciudades estadunidenses y europeas

 
Periódico La Jornada
Martes 16 de agosto de 2011, p. 7

Nueva York, 15 de agosto. Disfrutar de textos de William Shakespeare, Óscar Wilde o Henrik Ibsen leídos por bellas mujeres desnudas mientras se bebe una copa en un ambiente relajado: ésta es la propuesta de Naked Girls Reading, inusitada experiencia que sacude a Nueva York una vez por mes.

Unas 30 personas –en su mayoría jóvenes parejas y grupos de hombres– aguardan en un pequeño salón con viejos sillones clásicos y lámparas con tela roja en el primer piso de un bar del barrio de Greenwich Village, en el corazón de Manhattan.

De pronto, cuatro chicas en bata y tacones entran y suben a un pequeño escenario con un gran diván, donde las espera un micrófono con pie. La gente aplaude, incluyendo a un hombre maduro que hasta el momento leía plácidamente el periódico junto a su compañera.

¡Bienvenidos! Me gustaría empezar presentándoles a nuestras chicas desnudas que leerán esta noche, anuncia Nasty Canasta, una joven de cabellera roja y silueta afinada, artista del género neoburlesco, que lidera a la troupe.

A continuación, Gal Friday, Sapphire Jones, Tansy y ella misma dejan sus batas y como Dios las trajo al mundo comienzan a leer pasajes que han seleccionado de autores famosos y no tanto, en este espectáculo de literatura completamente frontal.

La importancia de llamarse Ernesto, de Wilde, o Casa de muñecas, de Ibsen, son algunos de los libros elegidos para esta velada dedicada al teatro, y en la que las cuatro chicas exhiben un verdadero talento oratorio.

En la audiencia hay carcajadas ante diálogos picantes o muy inteligentes, pero también un silencio atento y hasta momentos de emoción, por ejemplo cuando Sapphire Jones dedica un texto de Shakespeare a su abuela, fallecida dos semanas atrás.

Me gusta narrar historias y esta es la manera en la que lo hago. Me siento cómoda desnuda. Me siento alegre haciendo esto, cuenta Nasty Canasta al final de las lecturas, que duran casi dos horas, con un intermedio.

A su lado, Gal Friday asiente y recuerda que se puso nerviosa la primera vez que leyó desnuda en público, pero que ahora ya ni se da cuenta de ello.

“Cuando uno ve un desnudo por primera vez, dice: ‘¡Oh, hay una chica desnuda!’ Pero luego, cuando empezamos a leer, se siente cómo las miradas suben", agrega con una risotada Friday, que como muchas de las chicas tiene experiencia teatral.

La idea de Naked Girls Reading nació en Chicago, en marzo de 2009, de la mano de Michelle L’Amour, conocida artista estadunidense del género neoburlesco.

“Mi marido me encontró una vez sentada en el sillón leyendo desnuda. Digamos que se vio inspirado por la imagen. Empezamos a reír acerca de hacer Naked Girls Reading. Luego pensamos: ‘Mmm, quizás es una buena idea’, y compramos el sitio en Internet”, dice L’Amour.

Michelle contactó luego a Nasty para que produjera el espectáculo en Nueva York, que tuvo su primera lectura en octubre de 2009, por ello prepara un gran acto en dos meses para celebrar el segundo aniversario.

Actualmente, el espectáculo se produce en varias ciudades estadounidenses y algunas europeas, como Londres y Copenhague.

Las lecturas están ahí para lograr que la gente se excite por la literatura. Usted puede escuchar bella literatura mientras observa a mujeres hermosas. Es una combinación perfecta, explica L’Amour.

En su mayoría, las chicas lectoras es gente que conozco y está dispuesta a estar desnuda y leer. Mucha gente se siente cómoda con una cosa u la otra, pero no con ambas, asegura.

Para los espectadores, que despiden a las chicas con un cerrado aplauso, el resultado es convincente. Estuvo maravilloso. Cuando empezaron a leer me olvidé de que estaban desnudas, dice Ellen Snare, abogada de 32 años que presencia por primera vez el espectáculo.

Creo que fue muy potente. La elección de los pasajes fue muy buena, concluye.