Con el mensaje de grandeza es no dejarse vencer por nada se realizó ayer el homenaje a Salvador Cabañas.

Todos los ojos del estadio Azteca buscaron al ex delantero cuando, casi a las cinco de la tarde, salieron a calentar los integrantes del América y Paraguay. Chava se visitó de amarillo y con el gafete de capitán participó durante ocho minutos en el arranque del encuentro. Justo después de lanzar un tiro cruzado desde el sector izquierdo, el técnico Carlos Reinoso decidió sustituirlo.

Los guaraníes no sólo brindaron las concesiones para que Cabañas tocara con tranquilidad el balón, sino que antes del arranque del partido salieron también con la misma camiseta blanca que los americanistas, en la que aparecía la imagen de Salvador y la palabra guaraní iporá (que significa estoy bien).

Era parecida a las playeras que aparecieron nuevamente afuera del estadio y que aseguraban todos somos Cabañas.

En el centro de la cancha Cabañas se colocó junto a su familia y, rodeado de los demás actores del espectáculo recibió unos reconocimientos y se procedió a una breve ceremonia religiosa.

Y si con la salida de Salvador al minuto ocho perdió el encanto el partido, al 18 casi se acaba el interés al cambiar el América a cinco titulares: el portero Armando Navarrete, Vuoso, Rosinei, Montenegro y Vicente Sánchez. Y al final por poco cambian la camiseta.

Salvador Cabañas recibió varios reconocimientos y múltiples muestras de afecto en el estadio AztecaFoto Reuters

El público no aparecía en las tribunas, pero al 34 se hizo sentir con una silbatina por el intrascendente ir y venir en la cancha.

Al decretar el árbitro Roberto García el término de la primera parte, Cabañas aprovechó para dar una vuelta a la cancha y recibir los aplausos de los asistentes.

En el complemento salió como capitán de Paraguay. Su participación fue de 10 minutos y, como si hubiera estado ensayado, salió después de realizar un disparo cruzado desde el lado izquierdo, igual que en la primera parte.

Te fuiste como ídolo, regresaste como leyenda, fue la manera que encontraron los americanistas para recordarlo en las playeras que portaban.

El marcador entre Paraguay y América fue empate sin goles. El que Chava jugara parecía que era el único punto en la agenda.

El técnico Francisco Arce recordó que lo más importante era que Cabañas se sintiera feliz, cómodo y se le vio realmente de esa manera. Resaltó que el delantero es un muchacho muy querido. Creo que es un bendecido por toda la situación que vivió; estar con vida, fuerte, saludable y poder compartir con todos sus amigos.

Carlos Reinoso consideró que “valió la pena por Chava y por esa afición americanista que lo adora haber hecho este partido”, y dijo que el paraguayo es un bendecido de Dios porque está saludable tras el atentado que sufrió.