Bruselas, 4 de mayo. La Comisión Europea aceptó hoy un posible endurecimiento puntual de las reglas del acuerdo de Schengen para permitir un control más férreo de las fronteras de la Unión Europea (UE) ante posibles oleadas de emigrantes extracomunitarios, en especial del norte de África.

El objetivo claro de Bruselas, que se ha plegado a los requerimientos en ese sentido de Francia e Italia, es de manera excepcional y puntual para poder controlar mejor los futuros flujos de inmigrantes masivos que podrían llegar de esa zona en el marco de la denominada primavera árabe.

Entre las primeras críticas a la medida figuran las formuladas por el grupo socialista y socialdemócrata del Parlamento Europeo, la segunda fuerza en esa cámara, que aseguró que Bruselas ha cedido a las presiones de Roma y París para endurecer las normas en materia de inmigración.

El origen del debate es la disputa en que se enzarzaron Francia e Italia por un amplio contingente de tunecinos a los que Italia concedió visados temporales para que, entre otros países, pudieran continuar su viaje Francia.